Miedo
Mijalkov rod¨® clandestinamente un documental que part¨ªa de una idea simple: repetir cada a?o las mismas preguntas a su hija Anna
Dice la gente del cine que un ni?o en un rodaje es un peligro, pero tal vez sea peor en una exposici¨®n. Las criaturas comentan lo que les pones delante de los ojos sin pensar que la historia de la cultura occidental prescinde muchas veces del sentido com¨²n y se limita a repetir la versi¨®n de los buenos, que suelen coincidir ¡ªpor justicia divina¡ª con los vencedores. En un museo le explicas a un chaval de 11 a?os los grandes ¨¦xitos del Antiguo Testamento y ¨¦l concluye que lo de la zarza y Mois¨¦s fue un mensaje de voz de parte del Alt¨ªsimo o que Sans¨®n no fue m¨¢s que un terrorista suicida: ?acaso no mat¨® a todos los filisteos, culpables o inocentes, por el m¨¦todo de inmolarse en el templo? Linda Pastan recordaba en un poema la pregunta de una profesora de ¨¦tica: ¡°Si se declarase un incendio, ?salvar¨ªas ese rembrandt o a la anciana que vigila la sala?¡±. Respuesta de la ni?a: ¡°?Y por qu¨¦ no dejamos que lo decida ella?¡±.
A los ni?os los estropean la edad y las doctrinas. Casi tanta pena como verlos en una piscina compitiendo como profesionales da verlos en una manifestaci¨®n llevando una bandera. Entre 1980 y 1991, el director ruso Nikita Mijalkov rod¨® clandestinamente un documental que part¨ªa de una idea muy simple: repetir cada a?o las mismas preguntas a su hija Anna: ?qu¨¦ es lo que m¨¢s temes?, ?y lo que m¨¢s quieres?, ?qu¨¦ odias? La pel¨ªcula, que se estren¨® en 1994 y lleva por t¨ªtulo el nombre de la muchacha, es un tratado casero de antropolog¨ªa y por casualidad un retrato descarnado del final de la URSS. El relato empieza con Breznev guardando a lo grande las apariencias y termina con Gorbachov liquidando la Uni¨®n Sovi¨¦tica despu¨¦s de haber explicado a los suyos que perestroika significa ¡°trabajar honradamente¡±. Para la mayor¨ªa de los ciudadanos, nos dice el narrador, significaba hacer en p¨²blico lo que llevaban d¨¦cadas haciendo en privado: criticar al Gobierno.
Pero si la historia may¨²scula de Anna tiene un fin agridulce, la historia ¨ªntima tiene un final trist¨ªsimo. La ni?a de seis a?os que empieza respondiendo que su mayor temor es una bruja y que odia la sopa pasa pronto a temer por la paz en el mundo mientras sigue, entre l¨¢grimas, los funerales de Yuri Andr¨®pov. Sin embargo, las m¨¢s descorazonadoras son las respuestas de la Anna adolescente, que en el traj¨ªn de presidentes de los a?os ochenta acude resignada a la cita con su padre y escucha las preguntas de cada cumplea?os. Un d¨ªa, antes de contar que uno de sus deseos es que los dirigentes de su pa¨ªs elijan un buen l¨ªder, resume en una frase la historia de la humanidad: ¡°?Qu¨¦ es lo que m¨¢s quieres?¡±. ¡°Encontrar una buena respuesta¡±.
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