Don Quijote en el Palau
El Gobierno de Mas cambia la realidad por una novela de caballer¨ªa, al mejor estilo cervantino
En Catalu?a, circula por redes sociales un art¨ªculo ¡ªen realidad de febrero pasado¡ª sobre una conferencia de Mart¨ª Anglada, delegado de la Generalitat en Suiza y Francia. Anglada asegura que si el 27-S da un buen resultado al independentismo, ¡°habr¨¢ con seguridad una negociaci¨®n Catalu?a-Madrid-Bruselas¡± para acordar la secesi¨®n, ¡°aunque haga falta arrastrar de las orejas al Gobierno espa?ol¡±. Seg¨²n ¨¦l, los grandes pa¨ªses europeos, encabezados por Francia y Alemania, ¡°podr¨ªan ver a Catalu?a como la B¨¦lgica del Sur¡±.
Por supuesto, Anglada no puede citar una sola fuente europea que lo confirme. M¨¢s bien, las instituciones europeas aseguran lo contrario. Y el cargo de este se?or ni siquiera tiene la autoridad de un embajador. A pesar de todo, invulnerable a la realidad, ¨¦l est¨¢ segur¨ªsimo.
No dejo de pensar en Anglada mientras leo la versi¨®n al espa?ol actual de Don Quijote de La Mancha que ha publicado Andr¨¦s Trapiello. En un cap¨ªtulo de la segunda parte, Don Quijote busca a su amada Dulcinea del Toboso, ese ideal del amor galante, para hacerle ofrenda de su vida y armas. Pero al llegar, solo encuentra a unas labradoras vulgares y malhabladas, totalmente diferentes de su imagen plat¨®nica.
?La evidencia refuta sus ilusiones? Pues peor para la evidencia. Don Quijote se empe?a en que ha visto a Dulcinea, solo que malignos encantadores la han transfigurado ante sus ojos para fastidiarlo. Puede invocar pruebas de ello: ?acaso los encantadores no transformaron tambi¨¦n en molinos a esos gigantes? ?No convirtieron en ventas los castillos? ?Y al yelmo de Mambrino en un artilugio de barbero?
Lo mismo le ocurre a Artur Mas: donde hay una econom¨ªa mediterr¨¢nea, ¨¦l ve un sistema fiscal al estilo de Suecia. Donde la Comisi¨®n Europea advierte que Catalu?a quedar¨¢ fuera, ¨¦l afirma que ¡°no hay ninguna raz¨®n objetiva ni jur¨ªdica ni pol¨ªtica que conduzca a pensar que Catalu?a se quedar¨¢ fuera del euro¡±. Donde hay incertidumbre sobre el efecto en las pensiones de la independencia, ¨¦l jura que todo lo contrario, que ser¨¢n mejores. Carece de cualquier base objetiva, pero da igual. ?Que todas las instituciones autorizadas lo ponen en duda? ¡°No los escuchen¡±, nos previene Mas. ¡°Solo son mal¨¦ficos encantadores de Madrid que quieren hacernos da?o¡±.
El Gobierno de Mas cambia la realidad por una novela de caballer¨ªa, al mejor estilo cervantino. Porque nada es m¨¢s fiel a la tradici¨®n espa?ola que un nacionalista catal¨¢n.
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