Pablo Carbonell: "El humor siempre da mucho miedo porque quita el miedo"
Hablamos con el showman de pol¨ªtica, m¨²sica, libertad de expresi¨®n y, por supuesto, de Los Toreros Muertos, que tocan esta noche en Sonorama

Los Toreros Muertos, la banda de la que eres cantante, toca en esta edici¨®n del Sonorama Ribera junto a otros grupos como Dorian o Joe Crep¨²sculo, ?los conoces?
Pues no, no tengo el gusto. Deben de ser muy buenos si los ponen a tocar en el mismo escenario que nosotros.
?Te gusta alguno de los otros grupos del cartel?
Me gusta toda la gente que hace canciones. Mi preferencia se inclina hacia los que se divierten en escena m¨¢s que hacia los que parece que les han sacado dos litros de sangre antes de salir.
?C¨®mo ves el encaje de una banda como la vuestra entre el resto de programaci¨®n del Sonorama?
Entiendo que, si el a?o pasado programaron a Raphael, el panorama indie est¨¢ rompiendo sus moldes. Sobre el tema indie s¨®lo puedo decir que nuestro disco en directo est¨¢ grabado sin compa?¨ªa, ni independiente ni multinacional, nada de nada. Nosotros mismos llevamos el master a la f¨¢brica. Si en todo el festival hay un caso m¨¢s claro de independencia, que levante el dedo. En cualquier caso Los Toreros Muertos siempre hemos huido del orden establecido. No aceptamos etiquetas ni permanencias a colectivos. Somos un grupo reflexivo sobre el acontecimiento musical y creativo en general. No buscamos un estilo definido ni para vestir ni para tocar. Mutamos, nos metamorfoseamos, buscamos la polimorfidad. Eso no quiere decir que no tengamos personalidad. Nuestra personalidad es iconoclasta y sat¨ªrica.
Si Los Toreros Muertos pueden parecer un grupo anacr¨®nico es porque, hoy en d¨ªa, algunas de sus letras levantar¨ªan m¨¢s de una ampolla.
"Lo peor de mi paso por el 'Caiga quien Caiga' fue que yo me cre¨ª que los pol¨ªticos eran personas"
La idea era levantar el ¨¢nimo y el pensamiento y, por ¨²ltimo, conseguir que la gente enloqueciera de placer. Lo de levantar ampollas siempre me suena a otra cosa. Nosotros nacimos en una ¨¦poca en la que el uso de la libertad de expresi¨®n era un acontecimiento feliz, fuese cual fuese el color de la idea expuesta. Lo de cuestionar lo que cada cual dice es un s¨ªntoma de decadencia actual que a Los Toreros Muertos, y a m¨ª en solitario, nos sigue sin afectar.
?Piensas que temas como Falangista hoy, con Internet invitando cada vez m¨¢s a la pol¨¦mica f¨¢cil, podr¨ªan ser motivos de crucifixi¨®n medi¨¢tica?
El tiempo libre siempre ha hecho mucho da?o. La canci¨®n Falangista es una reducci¨®n de un concepto fascista y megal¨®mano a la de un grupo de boys scouts. Una burla pretendidamente inocente. Ante todo es una broma que puede cabrear a alg¨²n falangista; uno me amenaz¨® por tel¨¦fono, pero otros, como mi hermano, me dieron la raz¨®n.
?Qu¨¦ te parece la persecuci¨®n que est¨¢ viviendo el humor en nuestro pa¨ªs?
El humor siempre da mucho miedo, porque quita el miedo. Lo dice Umberto Eco en El nombre de la rosa: ¡°Donde hay risa no hay miedo y donde no hay miedo no hay dios¡±. Por eso a los poderes no les gusta el humor. El miedo es su negocio. Y cuanto m¨¢s irracional, major: montas en un tren en C¨¢diz, te obligan a pasar tus maletas por un esc¨¢ner para evitar que un terrorista, ademas de terrorista, sea irracional y meta la bomba por esa estaci¨®n, en vez de irse a San Fernando, a diez kil¨®metros, y meterla por una estaci¨®n que no tiene esc¨¢ner. La gente est¨¢ acojonada porque piensa que debe protegerse no s¨®lo de los terroristas, que creen tener sus razones para luchar as¨ª, sino que tambi¨¦n te est¨¢n protegiendo del irracional que intenta atentar porque est¨¢ como una chota. Si encima piensas en lo que nos gastamos en esos esc¨¢ners y en esos se?ores de uniforme, el miedo te atenaza. Quiz¨¢ lo mejor sea callar, porque cabe la posibilidad de que, al bajar del tren, te hagan pasar por el esc¨¢ner por si alguien se ha subido en San Fernando y quiere dejar una maleta en tu ciudad de destino. Si esta historia les hace gracia, no creo que estemos consiguiendo quitarles el poder, pero por lo menos nos relajamos. Y eso tambi¨¦n les molesta.
La influencia m¨¢s grande, o lo que yo m¨¢s escuchaba entonces, era Frank Zappa. Pero tocar como Zappa es muy complicado, hay que ser muy serio, y los Talking Heads eran m¨¢s sencillos como para tenerlos de referencia. Su car¨¢cter es simple y, por lo tanto, mucho m¨¢s l¨²dico. Por supuesto que nos encantaban los Sex Pistols, pero yo no me cri¨¦ en un barrio obrero: mi madre era maestra y mi padre abogado; estudi¨¦ en colegios religiosos de pago. No me entusiasmaba esa situaci¨®n y a los dieciocho a?os ya viv¨ªa fuera de casa y ganaba mi dinero con fanzines y teatro callejero. Pero la cuna es la cuna.
En At¨²n y Chocolate, la pel¨ªcula que dirigiste en 2004, exist¨ªa una escuela ficticia llamada Colegio P¨²blico J. Krahe. ?Consideras que Los Toreros Muertos fueron, de alguna manera, deudores del sentido del humor que Javier Krahe -en paz descanse- destilaba en canciones como Villatripas?
Los dos primeros discos de Los Toreros Muertos nacieron de improvisaciones en un bar. Ese repertorio estaba hecho, que no escrito, en el escenario. La influencia del maestro puede sentirse a partir del tercer disco, y ahora es evidente en mis nuevas canciones. La precisi¨®n con la que Krahe eleg¨ªa las palabras, su orfebrer¨ªa ling¨¹¨ªstica, su amor al lenguaje, me influir¨¢n siempre. Era no s¨®lo un maestro en el arte po¨¦tico, sino tambi¨¦n en su forma de vivir: asceta, pausado, y siempre dialogante y divertido. Libre.
Vuestra actuaci¨®n en La Bola de Cristal me parece absolutamente abrumadora, y ahora parece imposible pensar en un programa con ese formato dirigido a los ni?os. ?Crees que nuestra sociedad se ha vuelto condescendiente con los m¨¢s peque?os? ?Aceptar¨ªan los padres ahora que sus hijos escuchasen Mi ag¨¹ita amarilla?
All¨¢ ellos. Mi ag¨¹ita amarilla es una canci¨®n ideal para explicar el ciclo del agua y, adem¨¢s de una reflexi¨®n sobre la creatividad art¨ªstica, lleva intr¨ªnseca una advertencia ecol¨®gica. Sobre La Bola de Cristal, es posible que fomentar la lectura, como hicimos entonces, hoy sea un acto revolucionario. Desde el propio Ministerio de Cultura se ha instado a los j¨®venes a no seguir sus vocaciones, y la lectura siempre ha sido un acto liberador. Debe de estar mal visto ahora que los ni?os lean.
?Qu¨¦ grupos actuales crees que han recogido vuestro testigo? La respuesta obvia puede parecer Lendakaris Muertos, pero a m¨ª me recuerdan mucho a vosotros Manos de Topo, por ejemplo.
No te s¨¦ decir. Yo estoy absolutamente inmerso en el universo de los Eeels. No oigo otra cosa. Me conectan conmigo mismo y con mi paz. Para divertirme pongo a Los Gandules, me r¨ªo un rato, suelto una lagrimilla de risa, y es como si me hubiera fumado un canuto.
Adem¨¢s de los conciertos que est¨¢is dando con Los Toreros Muertos, ?ten¨¦is pensado grabar sacar alg¨²n disco con temas nuevos?
"Krahe no s¨®lo era un maestro en el arte po¨¦tico, sino tambi¨¦n en su forma de vivir: asceta, pausado, y siempre dialogante y divertido. Libre."
En el disco en vivo hay cuatro canciones nuevas aunque, para ser honesto, nuevas, lo que se dice nuevas, s¨®lo son dos: Podr¨ªa vivir sin dios y Hasta siempre. Una es una canci¨®n de misa y la otra un himno de despedida; dos g¨¦neros que no hab¨ªamos tocado. Desde entonces he escrito cuatro canciones y puedo tocarlas casi sin equivocarme. Espero poder presentarlas en Sonorama.
Tambi¨¦n has grabado un buen pu?ado de canciones en solitario, como Querida Beatriz. ?Tienes pensado componer m¨¢s temas como solista?
Ya se ver¨¢. No tengo inquietudes musicales que Los Toreros Muertos no puedan satisfacer. Mi vena creativa actual me ha venido por el subid¨®n que ha supuesto ver a la gente feliz en los conciertos de Los Toreros Muertos y confirmar que nuestra propuesta segu¨ªa vigente. La raz¨®n de esto debe ser que casi siempre mantuvimos un punto iconoclasta contra el propio sentido de las canciones; como un intento de definir hasta el absurdo los estilos. De esa idea definitoria o demoledora me ha salido ahora un vals: El Vals de los balseros, un himno a una ciudad (en este caso, a Teruel); una infantil perversa como Diez negritos, pero con novias llamadas Elena; y un tema estilo rock argentino -o a lo Rolling Stones- sobre un fuera de la ley con mala suerte: Todo lo hice por ti. Ojal¨¢ las pueda presentar en Sonorama.
Parec¨ªa que siempre que hab¨ªa alg¨²n evento musical que cubrir en el m¨ªtico Caiga Quien Caiga, presentado por Wyoming, te enviaban a ti. En este v¨ªdeo se te ve con fans de Back Street Boys o tocando la zambomba para Prince. ?Qu¨¦ recuerdas con m¨¢s cari?o de tu paso por ese programa?
Todos los eventos, conciertos, Rock in Rio, festivales, Michael Jackson, U2, Madonna, Oasis, Sting, Blur o R.E.M. palidecen ante la amistad conseguida con mi c¨¢mara Juanjo Ba?¨® y con Victor Martin, productor que nos acompa?¨® en muchas aventuras. Lo que nos re¨ªmos y sufrimos juntos, y la fraternidad que nos ha quedado, es sin duda el mejor recuerdo.
Hay quien dice que los momentos en los que abordabas a Esperanza Aguirre en el programa ayudaron a darle popularidad.
Lo he contado muchas veces: lo peor de mi paso por el programa fue que yo me cre¨ª que los pol¨ªticos eran personas y merec¨ªan que me esforzara en sacarles una carcajada que los humanizara. Me empe?¨¦, con surrealismo, en sacarles el cors¨¦ de la versi¨®n oficial. Me equivoqu¨¦. El rostro que han mostrado los pol¨ªticos en esta legislatura me ha demostrado que estuve equivocado. Pido disculpas.
?C¨®mo ves el cambio de ciclo pol¨ªtico que estamos viviendo?
Como una oportunidad para que se devuelvan libertades y se acabe con tanto privilegio. Los que est¨¢n en el poder deben trabajar, escuchar y defender a todos, no s¨®lo a los de su partido o a sus votantes. Democracia para todos. Y lo de las puertas giratorias debe de incluirse en el c¨®digo penal con urgencia; y luego, hecha esa ley, que cierren el senado. Ya est¨¢ bien. No podemos seguir manteniendo tantas se?or¨ªas.
Ahora que en muchos ayuntamientos se est¨¢n poniendo beligerantes con la tauromaquia, ?crees que todos los toreros acabar¨¢n muertos?
"Si en todo el festival hay un caso m¨¢s claro de independencia, que levante el dedo."
El otro d¨ªa fui a Las Ventas a ver a Castella porque a mi chica y a m¨ª nos hab¨ªa gustado su punto zen. Me aburr¨ª. Calcul¨¦ que la edad media del p¨²blico deb¨ªa rondar los sesenta y cinco a?os. Pens¨¦ que, dada la esperanza de vida, a la fiesta le quedan quince a?os para morir de forma natural. En mi ¨²ltimo cumplea?os, vino a casa Alejandro Talavante, y mantuve una conversaci¨®n m¨¢gica con ¨¦l; conoc¨ª a un hombre con un fondo po¨¦tico y algo tr¨¢gico. El nombre de mi grupo le encantaba y siempre le hab¨ªa intrigado. Acept¨® que le regalase nuestro disco. Me dijo que la edad media de la plaza le daba igual, que la fiesta necesita gente como yo. Supongo que se refer¨ªa a que la plaza fuera un punto de encuentro de intelectualidad y de gente art¨ªstica, y que todo el caciquismo y la patrioter¨ªa buscaran otro espacio para sacar su bandera. Esa fue mi sensaci¨®n. Me pidi¨® que fuera a verlo torear. Lo har¨¦.
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