Lo que la comedia absurda le debe a ese cl¨¢sico llamado 'Top Secret!'

Mucho antes de que las pel¨ªculas apellidadas ¡°movie¡± reinaran durante la d¨¦cada anterior -con nombres de pila que iban del Scary, al Epic, pasando por el Superhero-, el llamado g¨¦nero spoof, basado, a grandes rasgos, en el humor metareferencial y la comedia del absurdo, dio a luz sus piedras angulares ya en los a?os ochenta: la fundacional Aterriza como puedas, que adem¨¢s nos mostr¨® un nuevo y a partir de entonces incurable registro para el actor Leslie Nielsen, instaur¨® una nueva forma de hacernos re¨ªr que terminar¨ªa por afianzarse con Ag¨¢rralo como puedas y sus respectivas secuelas. Entre ambos t¨ªtulos, sus autores (David Zucker, Jim Abrahams, Jerry Zucker, m¨¢s conocidos como ZAZ) rodar¨ªan una obra menos reverenciada -seguramente por la ausencia de Nielsen en su reparto-, pero no por ello menos encomiable: la asombrosa Top Secret!

Concebida como una s¨¢tira del cine de esp¨ªas, Top Secret! y su ¨¢rbol geneal¨®gico resultan fascinantes de la ra¨ªz a la copa: por un lado, Abrahams y los Zucker dieron el completo protagonismo de la cinta a un sosias de Elvis Presley interpretado por Val Kilmer (m¨¢s tarde, Tony Scott le dar¨ªa realmente el papel del rey del rock en Amor a Quemarropa) para, no contentos con aunar en una misma pel¨ªcula humor y contrase?as secretas, poder adem¨¢s incluir pasajes musicales que se pudieran codear con los del cine de Mel Brooks, antecedente directo de las spoof movies con pel¨ªculas como El jovencito Frankenstein o Sillas de montar calientes.

Por otra parte, su sombra no s¨®lo se cierne sobre los t¨ªtulos terminados en movie que mencion¨¢bamos m¨¢s arriba, sino que podemos encontrar puestas en escena humor¨ªsticas calcadas dentro de cl¨¢sicos recientes en su misma sinton¨ªa (Austin Powers: La esp¨ªa que me achuch¨® fusila la idea de colocar primeros t¨¦rminos de forma f¨¢lica tapando segundos t¨¦rminos de fondo f¨¢lico; Jay y Bob el Silencioso contraatacan recupera el recurso de los personajes mirando a c¨¢mara para cuestionar la calidad de la propia pel¨ªcula) o en una completamente distinta (su escena de cr¨¦ditos iniciales parece la semilla que m¨¢s tarde plantar¨ªan los chicos de Troma para hacer crecer Los Surfistas Nazis deben morir).

En el primer p¨¢rrafo, el diagn¨®stico que hac¨ªamos de Leslie Nielsen al pasar por el filtro ZAZ era el de una enfermedad cr¨®nica. Si quer¨¦is notar un s¨ªntoma preocupante, pod¨¦is revisar la pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n Planeta Prohibido (cronol¨®gicamente situada dentro de su etapa pre-spoof) intentando no carcajear cada vez que aparece en pantalla el actor de Esp¨ªa como puedas. Volviendo al p¨¢rrafo que nos ocupa, es conveniente trazar l¨ªneas paralelas entre el cuadro cl¨ªnico de Nielsen y el del protagonista de Top Secret! Val Kilmer, separadas, eso s¨ª, por una diferencia clave: la trayectoria que tom¨® la carrera de Nielsen respond¨ªa, con m¨¢s o menos resignaci¨®n, a su voluntad de involucrarse en proyectos abiertamente humor¨ªsticos; la de Val Kilmer -memes aparte- ha desembocado en una ficha de IMDb repleta de t¨ªtulos adscritos al humor involuntario. Si la intenci¨®n que Top Secret! pact¨® con su p¨²blico no era otra que desencajar mand¨ªbulas mediante risotadas, diez a?os despu¨¦s Batman Forever tambi¨¦n se dedic¨® a desencajar maxilares, pero de puro desconcierto: el oscurantismo de las pel¨ªculas de Burton dio paso a la sensibilidad descacharrante del cartoon, con Val Kilmer haciendo las veces de Batman. De todos los dedos acusadores que se levantaron entonces, no hab¨ªa ninguno que se?alase a ZAZ, pero, ?qui¨¦n sino ellos fueron los primeros en obligar a compartir pantalla a Val Kilmer y Michael Gough? ?Qu¨¦ pel¨ªcula sino Top Secret! supuso el primer encuentro f¨ªlmico entre los actores que luego dar¨ªan vida a Bruce Wayne y su mayordomo Alfred? Cuando lo anecd¨®tico se convierte en avanzadilla, en resumen, deja de serlo.

Antes intent¨¢bamos censar a los hijos bastardos de Top Secret! para enumerar algunos de los t¨ªtulos donde su influencia era palpable, pero nos reservamos La Entrevista para exponer ahora otro de los valores del film que analizamos. Si la pel¨ªcula de Evan Goldberg, donde Seth Rogen y James Franco ridiculizaban la figura de Kim Jong-un, fue se?alada por algunos cr¨ªticos como un divertimento para un p¨²blico objetivo eminentemente neoconservador, Top Secret! merece ser considerada como una de las primeras astracanadas f¨ªlmicas cuya simpat¨ªa por el partido republicano -o, m¨¢s bien, su aversi¨®n por el dem¨®crata- resultaba patente, ya sea de forma expl¨ªcita (¡°Mi t¨ªo naci¨® en Am¨¦rica, pero tuvo suerte: consigui¨® huir del pa¨ªs durante la presidencia de Jimmy Carter¡±) o impl¨ªcita (ese guerrillero franc¨¦s de ascendencia africana llamado Chocolate Mousse).

El periodista Miqui Otero, en su aportaci¨®n al libro Una Risa Nueva, intentaba disociar del siguiente modo los primerizos films de ZAZ de sus actuales par¨¢metros ideol¨®gicos: ¡°Aunque ahora se definan como republicanos convencidos y hayan facturado v¨ªdeos virales para la causa, el tono irreverente de sus primeras pel¨ªculas dif¨ªcilmente se podr¨ªa reproducir hoy con tanto gusto¡±, escrib¨ªa, antes de citar algunas l¨ªneas de Ag¨¢rralo como puedas 2 y ? y Aterriza como puedas. ?Puede, sin embargo, Top Secret! utilizar la misma defensa? Si tenemos en cuenta que, en la pel¨ªcula, la RDA germana tiene un sospechoso parecido con la Alemania nazi, el juicio puede ir d¨¢ndose por perdido; el estreno de An American Carol, ¨²ltima pel¨ªcula de David Zucker cuyo fin ¨²ltimo es re¨ªrse a costa de Michael Moore, no har¨ªa m¨¢s que desestimar cualquier tipo de recurso.

Como toda obra poli¨¦drica, Top Secret! es mucho m¨¢s divertida le¨ªda como lo que realmente es: una alineaci¨®n de imposibles que s¨®lo puede abordarse por parcelas; una chorrada de ¨¦sas que hay que tomarse -quede esto entre nosotros- muy en serio.

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