Photoshop

Para gustos, colores. Y para cuerpos, tambi¨¦n. En un reciente estudio, la web onlinedoctor.superdrug.com ha enviado la misma foto de una modelo en ropa interior a dise?adores gr¨¢ficos de 18 pa¨ªses del mundo. La mayor¨ªa de los dise?adores elegidos son mujeres. Su misi¨®n: retocar digitalmente a la modelo para hacerla m¨¢s atractiva en cada sociedad. Pueden cambiar la contextura, color de piel y cabello e incluso las bragas de la modelo. El objetivo: descubrir c¨®mo var¨ªa la percepci¨®n de la belleza femenina alrededor del planeta.

?Y var¨ªa mucho! Las im¨¢genes retocadas parecen 18 mujeres diferentes. Los pa¨ªses americanos, como Estados Unidos o Argentina, tienden a afinar la cintura para conseguir una silueta reloj de arena. En Venezuela se aprecia especialmente la exuberancia. Y M¨¦xico es el ¨²nico que oscurece la piel de la modelo, mientras pa¨ªses andinos como Per¨² o Colombia consideran ideal a una mujer blanca.

En Asia y Europa, en cambio, la obsesi¨®n es adelgazar a la modelo. La versi¨®n china queda por debajo del ¨ªndice de masa corporal de una anor¨¦xica. Y la italiana, peligrosamente cerca del l¨ªmite. En ambos pa¨ªses tambi¨¦n cambian los colores de la ropa interior y el pelo, algo que la mayor¨ªa de americanos dejan intacto. Holanda altera incluso el modelo de zapatos, y le da al pelo un intenso tono zanahoria. La gran excepci¨®n europea es precisamente Espa?a, cuya foto es la m¨¢s parecida de todas al color y volumen de la modelo original.

El concepto de belleza tiene que ver con las aspiraciones femeninas: y todas aspiran a lo que no pueden ser. Seg¨²n este estudio, las mujeres de pa¨ªses morenos quieren pieles claras. Las de pa¨ªses blancos quieren ser modelos, con anatom¨ªas de perchero y ropa interior de colores. Las sudafricanas quieren labios delgados. Las filipinas, ojos redondos. Las fotos de Superdrug no retratan ideales est¨¦ticos, sino una profunda ansiedad global por un objetivo siempre inalcanzable.

Significativamente, no se ha realizado un estudio as¨ª con varones. Nadie concede relevancia a la presi¨®n de la belleza en un hombre. A¨²n hoy en d¨ªa, y a¨²n en los igualitarios pa¨ªses europeos, la autoestima masculina est¨¢ determinada por el dinero y el ¨¦xito, no por la est¨¦tica. Es decir: un hombre depende de s¨ª mismo, no de la mirada del sexo opuesto. Por lo visto, no es solo cuesti¨®n de derechos: la igualdad entre g¨¦neros se trata tambi¨¦n de sentir miedo de las mismas cosas.