25 fotosMigrar para recoger cartonesMiles de inmigrantes irregulares viajan desde Afganist¨¢n y Pakist¨¢n a Turqu¨ªa en busca, no ya de un futuro, sino de un presente. Esta es la historia de uno de ellos Estambul - 27 ago 2015 - 11:15CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceNawab pesa el costal que ha llenado de papel en su recorrido diario por la ciudad. Este joven afgano es el segundo de tres hermanos que viajaron desde Afganistan hacia Turquia en busca de un mejor futuro.Andr¨¦s Guti¨¦rrezViven en condiciones de pobreza extrema para ahorrar al m¨¢ximo y poder viajar a Europa occidental.Andr¨¦s Guti¨¦rrezLa actividad en el solar se intensifica pasado el mediod¨ªa cuando la temperatura empieza a descender. Sobre todo en el mes de Ramad¨¢n, en el que no consumen ni siquiera agua durante el d¨ªa.Andr¨¦s Guti¨¦rrezA la planta llegan tambi¨¦n camiones cargados con basura que debe ser clasificada y pesada. Un ni?o sirio, de apenas 12 a?os, colabora en la tarea.Andr¨¦s Guti¨¦rrezCuando no est¨¢n en la calle, pasan las horas dentro de la estructura de lat¨®n que es su hogar y les sirve de refugio contra los rayos de sol a pesar de que la temperatura dentro del habit¨¢culo es muy alta.Andr¨¦s Guti¨¦rrezLos tubos de cart¨®n de grandes almacenes de telas son algunos de los restos que recoge Ibrar en su recorrido.Andr¨¦s Guti¨¦rrezDurante el mes de Ramad¨¢n la actividad en la ciudad baja su ritmo, esto facilita a Ibrar su labor al desplazarse por las calles y avenidas.Andr¨¦s Guti¨¦rrezIbrar se abre paso como puede por las aceras abarrotadas de la ciudad.Andr¨¦s Guti¨¦rrezPapel, pl¨¢stico y metal son los tres materiales que suponen el sustento de Ibrar y su familia que le espera en Pakist¨¢n.Andr¨¦s Guti¨¦rrezIbrar tiene que doblar apropiadamente los cartones que va recogiendo para aprovechar el espacio en su costal.Andr¨¦s Guti¨¦rrezSu carretilla tiene unos tubos soldados para poder tirar m¨¢s c¨®modamente de ella.Andr¨¦s Guti¨¦rrezDespu¨¦s de abonar los m¨¢s de 1.300 euros de su salida de Pakist¨¢n, Ibrar pretende regresar cuando haya ahorrado una cantidad de dinero que les permita vivir un tiempo en su ciudad, pues all¨ª perdi¨® su trabajo y la situaci¨®n era insostenible.Andr¨¦s Guti¨¦rrezIbrar busca en los rincones de la ciudad turca con la ¨²nica compa?¨ªa de los gatos callejeros y su cometido claro a cada paso: ¨¦l completar¨¢ su a?o fuera de casa y regresar¨¢ junto a su familia.Andr¨¦s Guti¨¦rrezIbrar hace tres turnos de unas cuatro horas cada uno y su costal al final del turno pesa casi 40 kilos.Andr¨¦s Guti¨¦rrezIbrar lleva una bolsa atada justo delante del costal en la que guarda alg¨²n objeto que le resulte ¨²til o llamativo.Andr¨¦s Guti¨¦rrezLa imagen de los coches de lujo contrasta con el trabajo que desempe?an Ibrar y sus compa?eros por las calles de Estambul.Andr¨¦s Guti¨¦rrezCae la tarde y los recolectores aprovechan para recorrer las calles de la ciudad en busca de m¨¢s materiales con un poco de aire fresco.Andr¨¦s Guti¨¦rrezSu encomiable labor exime a los ciudadanos de separar la basura, pues Ibrar y sus compa?eros se encargan de rebuscar los restos reciclables entre todos los desechos.Andr¨¦s Guti¨¦rrezEn la planta se realiza la clasificaci¨®n final.Andr¨¦s Guti¨¦rrezAl salir de sus hogares est¨¢n dispuestos a soportar condiciones en las que pocos europeos querr¨ªan verse. Imroz, Ibrar y otros doce compa?eros comparten una habitaci¨®n para comer y dormir.Andr¨¦s Guti¨¦rrezEn Ramad¨¢n, muchos musulmanes celebran una copiosa cena en familia. Pakistan¨ªes y afganos se re¨²nen en el suelo de su habit¨¢culo para compartir su comida.Andr¨¦s Guti¨¦rrezCuando consigan ahorrar suficiente dinero pagar¨¢n su billete a Europa occidental. Esa esperanza les mantiene activos en su ardua tarea bajo el sol de Estambul.Andr¨¦s Guti¨¦rrezIbrar habla con su mujer por videollamada una vez a la semana, el domingo, su ¨²nico d¨ªa libre. Ella y su hijo le esperan impacientes en Pashawar, Pakist¨¢n.Andr¨¦s Guti¨¦rrezLa alegr¨ªa de verlo se refleja en la sonrisa de la mujer de Ibrar. En unos mesesAndr¨¦s Guti¨¦rrez