Ver, no ver
Tenemos que decidir si queremos ver o no. Lo que antes era un acto autom¨¢tico tras Internet ya no lo es
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/D3JIY34WZFILRKNJNFTNW4JXNY.jpg?auth=e2c63120ce18e8f32c82ed40eb264f6a0e71819f6deeb36bacbdf93bb5a28034&width=414)
En Ver en est¨¦reo (en ingl¨¦s, Fixing my gaze), la neurocient¨ªfica Susan R. Barry cuenta c¨®mo por primera vez a los 50 a?os fue capaz de ver el mundo en tres dimensiones. Estr¨¢bica desde que era un beb¨¦, Stereo Sue ¡ªcomo la llam¨® Oliver Sacks¡ª viv¨ªa en un mundo plano pero cotidiano. Nadie cre¨ªa que un adulto fuera capaz de modificar su cerebro hasta el punto de aprender a ver en tres dimensiones hasta que se empe?¨® en conseguirlo a trav¨¦s de una pesada y minuciosa terapia visual. De hecho, ni siquiera se consideraba que las personas que no notan la realidad tridimensional se estuvieran perdiendo gran cosa.
La descripci¨®n de sus primeras experiencias en un mundo en est¨¦reo es emocionante: ¡°Un d¨ªa de invierno (¡) me par¨¦ de pronto. La nieve ca¨ªa perezosamente a mi alrededor en grandes, h¨²medos copos. Pod¨ªa ver el espacio entre cada copo, y todos los copos juntos creaban una bella danza en tres dimensiones (¡) me sent¨ªa dentro de la nieve, entre los copos. Mir¨¦ caer la nieve durante varios minutos y, mientras miraba, sent¨ª una profunda alegr¨ªa. Una nevada puede ser muy bonita, especialmente si la ves por primera vez¡±.
Que la tecnolog¨ªa nos puede ayudar a ver es algo que sabemos todos los que usamos gafas. Barry sigui¨® un sistema muy simple basado en l¨¢minas, cordones y cuentas de colores, pero prototipos de videojuegos unidos a gafas de realidad virtual parecen estar consiguiendo buenos resultados. En el futuro quiz¨¢ todos percibamos mejor el mundo.
La tecnolog¨ªa tambi¨¦n puede conseguir que veamos lo que no queremos ver. Podemos mirar desde el m¨®vil el asesinato de Virginia, las fotos robadas de Jennifer Lawrence desnuda, las decapitaciones de ISIS. Tambi¨¦n si nuestro marido est¨¢ en los correos filtrados de Ashley Madison, a un menor hacer el rid¨ªculo en YouTube, los comentarios cr¨ªticos en redes que nos destrozan la propia estima. Va a peor. Si en 2001 mi duda ¨¦tica era si abrir un v¨ªdeo diminuto y borroso de gente lanz¨¢ndose desde las Torres Gemelas, hoy el dilema es pinchar en la cuenta de Twitter donde un asesino publica en directo el v¨ªdeo perfecto de su obra macabra.
Como Barry, tenemos que decidir si queremos ver o no. Lo que antes era un acto autom¨¢tico (todo lo que sal¨ªa en los medios era visible y ven¨ªa de una fuente controlada), tras Internet ya no lo es. El acto cotidiano de ver ha pasado a ser una decisi¨®n activa, constante, agotadora. Y a veces una se pasa la vida buscando d¨®nde ha dejado las gafas, porque para verlas hay que llevarlas puestas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Delia Rodr¨ªguez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fb8226626-5f86-4988-abe8-7f117d3c1834.png?auth=1af16850deed6e97867c1e626c10286bbb0a8fcf87c69bd52132a37f51ba9e21&width=100&height=100&smart=true)