Para casos como este existen los indultos
El Consejo de Ministros ha valorado las "circunstancias sociales relevantes" en el caso de Josefa Hern¨¢ndez
Ha pasado cuatro d¨ªas en prisi¨®n por negarse a demoler la vivienda que levant¨® en un paraje protegido de Betancuria (Fuerteventura) y, ayer, el Consejo de Ministros le concedi¨® el indulto. Josefa Hern¨¢ndez, de 62 a?os, se ha hecho en solo una semana tan familiar que ya es conocida como ¡°la abuela de Canarias¡±. Su caso ha despertado una oleada de simpat¨ªa entre los ciudadanos, los partidos pol¨ªticos y las instituciones. Y ha movilizado a m¨¢s de un ministro. Entre todos los miembros del Ejecutivo, los m¨¢s activos han sido el titular de Industria, el canario Jos¨¦ Manuel Soria, que ha clamado por su libertad, y el de Justicia, Rafael Catal¨¢, que desde el primer momento abog¨® por la concesi¨®n del indulto.
Es en casos como el de Josefa Hern¨¢ndez en los que esta figura ¡ªgracia por la cual se remite total o parcialmente o se conmuta una pena¡ª cobra todo su sentido. A la hora de concederle el indulto han pesado ¡°circunstancias sociales relevantes¡±. La mujer tiene a su cargo a dos hijos, uno de ellos con discapacidad, y tres nietos. Se entiende que su permanencia en prisi¨®n tendr¨ªa un impacto muy negativo en su familia. No obstante, la gracia ha llegado cuando ya la Audiencia de Las Palmas hab¨ªa revocado el auto de la juez que orden¨® su ingreso en prisi¨®n por un delito de desobediencia.
Adem¨¢s, se trata de un indulto parcial, que afecta exclusivamente a la pena privativa de libertad (los seis meses de c¨¢rcel a los que fue condenada en 2012), pero el fondo de la cuesti¨®n sigue en pie: tendr¨¢ que demoler las obras que realiz¨® ilegalmente en su vivienda, ubicada en una parcela que hered¨® de su padre, en el parque rural de Betancuria. En realidad, la sentencia solo la obliga a derrumbar las ¨¢reas ampliadas en los ¨²ltimos a?os, cuyas obras fueron r¨¢pidamente detectadas por el Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza de la Guardia Civil. Y de ah¨ª, a juicio. El Gobierno ha querido dejar claro que la ley hay que cumplirla, y las obras ilegales, demolerlas.
Eso no ha impedido que en estos d¨ªas se hayan o¨ªdo voces que consideren ¡°desproporcionada¡± la orden de prisi¨®n de Josefa Hern¨¢ndez. Hay tambi¨¦n quienes han visto un ¡°agravio¡±, a tenor de ejemplos de irregularidades urban¨ªsticas que proliferan en el litoral espa?ol, desde Galicia hasta Canarias, pasando por todo el arco mediterr¨¢neo. El Algarrobico, la gran mole hotelera levantada en Almer¨ªa, en pleno parque natural de Cabo de Gata-N¨ªjar, es el gran emblema de los abusos.
Seg¨²n la reforma de la Ley de Costas dise?ada por Miguel Arias Ca?ete, hasta 140.000 viviendas del litoral construidas en zona de servidumbre podr¨ªan acogerse a la amnist¨ªa de obras. Y unas 12.000 casas ubicadas en dominio p¨²blico, pr¨¢cticamente metidas en la playa, quedar regularizadas, adem¨¢s de centenares de restaurantes, chiringuitos y hoteles. Aunque ¡°la abuela de Canarias¡± ha sido indultada, para su humilde casa no hay amnist¨ªa.
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