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Los campos de concentraci��n de los esclavos del franquismo

Medio mill��n de personas trabajaron gratuitamente, sometidos a torturas y casi sin comida para obras p��blicas y particulares durante el franquismo intentado eludir la muerte en los 188 campos de concentraci��n del r��gimen. Otros no lo consiguieron y fueron fusilados en los patios.

Ra��l Lim��n

Ra��l Lim��n

Sevilla - 08 sept 2015 - 15:47CEST

“Nos daban cuatro o cinco algarrobas para desayunar, un pescado hervido para comer y ya está, ya no había más. (...) Hubo muertos, y el médico no sabía qué pasaba”, relató José Custodio Serrano, uno de los supervivientes — ��Nos daban cuatro o cinco algarrobas para desayunar, un pescado hervido para comer y ya est��, ya no hab��a m��s. (...) Hubo muertos, y el m��dico no sab��a qu�� pasaba��, relat�� Jos�� Custodio Serrano, uno de los supervivientesGrupo de Trabajo Recuperando la Memoria Hist��rica de CGT-Andaluc��a y Confederaci��n Hidrogr��fica del Guadalquivir

Tres presos de un campo de concentración. En el centro, Francisco López Real, secretario general de la Federación Socialista de Badajoz (1937) y organizador del congreso de Suresnes en 1974. Fue distinguido con la Medalla de Andalucía. Fue uno de los pocos presos que consiguió fugarse del campo. Muchos murieron en el intento. — Tres presos de un campo de concentraci��n. En el centro, Francisco L��pez Real, secretario general de la Federaci��n Socialista de Badajoz (1937) y organizador del congreso de Suresnes en 1974. Fue distinguido con la Medalla de Andaluc��a. Fue uno de los pocos presos que consigui�� fugarse del campo. Muchos murieron en el intento.Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Hist��rica de CGT-Andaluc��a y Confederaci��n Hidrogr��fica del Guadalquivir

Uno de los presos, con los cachorros de una perra. Algunos presos, por tener gallinas o conejos fueron represaliados o enviados a la cárcel. — Uno de los presos, con los cachorros de una perra. Algunos presos, por tener gallinas o conejos fueron represaliados o enviados a la c��rcel.Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Hist��rica de CGT-Andaluc��a y Confederaci��n Hidrogr��fica del Guadalquivir

Con materiales muy rudimentarios, los presos eran obligados a excavar y remover miles de toneladas de tierra para obras p��blicas o en faenas agr��colas de afines al r��gimen. En la imagen, esclavos construyendo un canal en Sevilla. — Con materiales muy rudimentarios, los presos eran obligados a excavar y remover miles de toneladas de tierra para obras p��blicas o en faenas agr��colas de afines al r��gimen. En la imagen, esclavos construyendo un canal en Sevilla.Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Hist��rica de CGT-Andaluc��a y Confederaci��n Hidrogr��fica del Guadalquivir

El salario estipulado era de dos pesetas diarias (0,01 céntimo de euro) de media, que se las quedaba el Estado en concepto de manutención. Se levantaban a las seis de la mañana y trabajaban sin descanso hasta la puesta de sol. — El salario estipulado era de dos pesetas diarias (0,01 c��ntimo de euro) de media, que se las quedaba el Estado en concepto de manutenci��n. Se levantaban a las seis de la ma?ana y trabajaban sin descanso hasta la puesta de sol.Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Hist��rica de CGT-Andaluc��a y Confederaci��n Hidrogr��fica del Guadalquivir

Plano original del campo de concentración junto al puerto de Sevilla. — Plano original del campo de concentraci��n junto al puerto de Sevilla.Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Hist��rica de CGT-Andaluc��a y Confederaci��n Hidrogr��fica del Guadalquivir

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