El r¨ªo que se llevan

Nadie puede ba?arse dos veces en el mismo r¨ªo. Los toledanos no lo pueden hacer ni una sola vez sin poner en riesgo su salud, aunque hace unos a?os disfrutaban de una maravillosa playa fluvial. El Tajo que Felipe II quiso hacer navegable hasta Lisboa se puede cruzar a pie cerca de Talavera.

El Tajo desemboca en el Atl¨¢ntico, no en el Mediterr¨¢neo, pero el canal que deriva el agua hacia el Segura lleva 20 metros c¨²bicos por segundo mientras el cauce natural a su paso por Aranjuez ni siquiera lleva los 6 de caudal m¨ªnimo establecidos en la ley. Jos¨¦ Luis Sampedro tendr¨ªa que escribir hoy ¡°el r¨ªo que se llevan¡±. El concepto de ¡°m¨ªnimo¡± es inaceptable, las directivas europeas hablan de caudal ecol¨®gico, pero el trasvase redujo el caudal circulante del Tajo de 30 a 6 metros c¨²bicos por segundo que, insuficientes y contaminados, da?an la flora y la fauna. No es el Tajo al que Garcilaso llam¨® ¡°cristalino¡± en sus ¨¦glogas.

El origen del trasvase se sit¨²a en el Plan de Mejora y Ampliaci¨®n de Riegos de Levante, ideado por el ingeniero Lorenzo Pardo y asumido por Indalecio Prieto en 1933. Pero fue durante el franquismo cuando Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora ejecut¨® el proyecto en pleno crep¨²sculo de las ideolog¨ªas de un ¡°estado de obras¡± que ¡°no se met¨ªa en pol¨ªtica¡±. Pero el trasvase no se descalifica por franquista, aunque se hizo con desprecio de la poblaci¨®n e ignorando toda consideraci¨®n social, ambiental, territorial y en definitiva pol¨ªtica; se descalifica por ineficaz, injusto y obsoleto.

Para construir la obra fara¨®nica y que la banca alemana la financiara, se falsearon los c¨¢lculos y se plante¨® trasvasar 1.000 hect¨®metros c¨²bicos por a?o, pero jam¨¢s ha existido esa disponibilidad. Ahora los pantanos est¨¢n al 15% y su desolador panorama es de lodo y barro. El agua es un bien escaso y en el futuro lo ser¨¢ m¨¢s. Puede haber agua para todos pero no para todo, como para mantener un crecimiento insostenible con urbanizaciones y campos de golf.

Se han rechazado trasvases desde la desembocadura de otros r¨ªos, pero se mantiene el del Tajo desde la cabecera

Somos solidarios. Jam¨¢s negaremos a nadie el agua para beber pero dice la ley, y el sentido com¨²n, que la cuenca cedente tiene prioridad sobre la receptora y el Gobierno castellano-manchego cumple su obligaci¨®n queriendo ejercer esa prioridad. No es aceptable que en la Comisi¨®n donde se deciden los trasvases, los regantes de Levante pesen m¨¢s que la Junta de Castilla-La Mancha e impongan la estrategia de regular las aguas del Tajo en el Segura.

Los r¨ªos son de todos los espa?oles, por tanto, tambi¨¦n de los castellano-manchegos. Estoy de acuerdo en que no se pueden blindar, pero resulta que el ¨²nico blindado es el Tajo con una ley y unas normas de explotaci¨®n inasumibles. Los conflictos son inherentes en una sociedad compleja, pero hay que resolverlos con pol¨ªtica democr¨¢tica. El agua ha sido en la historia motivo de tensiones y lo ser¨¢ con un clima que cambia. La palabra rival viene del lat¨ªn rivus, rivalis, que significa r¨ªo.

El error y la injusticia de fondo consiste en trasvasar agua desde la Espa?a seca. Eso significa La Mancha, la seca. Nuestra toponimia recuerda la falta de agua, Villaseca, Villasequilla, Pozohondo, Pozoamargo¡­.. La Sagra tiene la misma ra¨ªz que la palabra Sahara y hay a?os en los que en muchos lugares de La Mancha cuyos nombres no queremos que se olviden, llueve menos que en ese desierto. No sobra agua, la escasez no es coyuntural; incluso nuestro icono m¨¢s universal, el molino de viento, tiene relaci¨®n con una sequ¨ªa, pues se introdujo poco antes de Cervantes para poder moler el grano, ya que los de agua no pod¨ªan hacerlo con los r¨ªos secos.

No podemos dejar correr el agua, la necesitamos para beber y para nuestro desarrollo agr¨ªcola, industrial y tur¨ªstico. Castilla-La Mancha sufri¨® la dictadura como toda Espa?a, y adem¨¢s los efectos de un centralismo que parad¨®jicamente, con la isla de Madrid, castig¨® al centro. El Plan de Estabilizaci¨®n de 1959 empuj¨® a la emigraci¨®n a un mill¨®n de habitantes. La autonom¨ªa pol¨ªtica nos ha permitido acabar con el tiempo de la resignaci¨®n y de ir tirando y, sencillamente, queremos defender nuestros derechos e intereses, que no son distintos de los del conjunto de Espa?a.

Es importante recuperar el acuerdo PP-PSOE? que pon¨ªa fecha de caducidad al trasvase como funciona ahora

Ahora hay posibilidades que no exist¨ªan en los a?os 60. La desalinizaci¨®n es cada vez m¨¢s eficiente, pero Castilla-La Mancha no tiene salida al mar, no puede utilizar esa alternativa. Sin met¨¢foras, ¡°nuestras vidas son los r¨ªos¡±. Se han rechazado, con argumentos ecol¨®gicos, trasvases previstos desde la desembocadura de otros r¨ªos, pero se mantiene el del Tajo desde la cabecera, que afecta mucho m¨¢s a toda la cuenca. Tenemos raz¨®n, pero sabemos que en el otro lado hay intereses. La soluci¨®n pasa por la pol¨ªtica democr¨¢tica, es decir, por la que respeta el derecho de todos los territorios aunque tengan menos poblaci¨®n y menos diputados. El Estado de derecho, que es el Estado de los ciudadanos, debe velar por los d¨¦biles.

En todo caso, la unidad en la regi¨®n es fundamental. En 2005, sus Cortes aprobaron por unanimidad una resoluci¨®n contra todo trasvase que no sea para abastecimiento. Uno de los problemas es que su existencia gener¨® en Levante una demanda de agua ilimitada y cada a?o se pon¨ªan nuevas hect¨¢reas de regad¨ªos sin querer delimitar la zona regable con el agua trasvasada. Se necesita otra cultura del agua.

Para tener fuerza, adem¨¢s de raz¨®n, es importante recuperar el acuerdo entre el PP y el PSOE de la regi¨®n que cristaliz¨® en la aprobaci¨®n por unanimidad en las Cortes de una propuesta de reforma del Estatuto de Autonom¨ªa que pon¨ªa fecha de caducidad al trasvase como funciona ahora. La pena es que poco despu¨¦s la presidenta del PP se olvid¨® de ese compromiso para defender otros intereses.

La lucha para que la escasez de agua no sea un factor limitante del crecimiento no es un capricho del presidente Page; es consecuencia del compromiso con su tierra y con sus paisanos, que siempre, con la excepci¨®n conocida, han mantenido los Gobiernos regionales apoyados por las organizaciones sindicales, patronales, agrarias y sociales.

Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda Fontes fue presidente de Castilla La Mancha de 2004 a 2011.

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