?Tradici¨®n?

He pasado unos d¨ªas de vacaciones en un pueblo de Valladolid, no me gustaron los encierros, pero al menos ni se golpea ni se mata a los toros. Sin embargo, a pocos kil¨®metros, en el pueblo de Tordesillas, los m¨¢s fan¨¢ticos est¨¢n ya contando los d¨ªas que quedan para sacrificar con salvajes m¨¦todos a su nuevo Toro de la Vega el pr¨®ximo 15 de septiembre. Su ceguera, fanatismo y crueldad hacia los animales no tienen l¨ªmites. Ni los defensores de la tauromaquia ven con buenos ojos este salvaje evento aunque temen pronunciarse en contra no sea que tambi¨¦n se termine su ¡°fiesta nacional¡±. Pero yo, que adem¨¢s soy antitaurina, s¨ª quiero manifestar mi enorme repulsa. Lo que en Tordesillas se hace con el Toro de la Vega supera con creces el dolor que el toro de lidia sufre en el ruedo, y ya es tiempo de que este acto tan extremadamente cruel se proh¨ªba de una vez por todas. Quien es capaz de llegar a hacer algo as¨ª contra un animal cada vez m¨¢s herido, desprotegido y acosado sin que le tiemble el pulso con su lanza y sin sentir un ¨¢pice de compasi¨®n al ver tanto sufrimiento y honor arrebatado ser¨ªa tambi¨¦n capaz de matar a un ser humano.¡ª Ana Mar¨ªa P¨¦rez Sanju¨¢n.