Uraycamuy: un sue?o hecho realidad
Uraycamuy- imagen por Bruno Brassea
Los artistas de calle intentan reinventar los espacios urbanos a trav¨¦s del arte; son arquitectos, urbanistas y profesionales creativos cuya intenci¨®n ha sido siempre la de transmitir un mensajes a la sociedad.
Todos ellos acostumbran a ser so?adores incansables que siguen re-imagin¨¢ndose lugares olvidados transformados en espacios din¨¢micos y hermosos. Muchas veces, sus fabulosas ideas quedan en sue?os y son pocas las veces en que se ven plasmadas en la realidad.
El sue?o de un grupo de j¨®venes creativos se hizo palpable el pasado abril gracias al XII Taller Social Latinoamericano de Estudiantes de Arquitectura que tuvo lugar en Bolivia. Con un presupuesto de 1100 dolares, los integrantes del Taller se propusieron recuperar un espacio bald¨ªo, de aproximadamente 650 metros cuadrados en el municipio de Camargo, en el sur de Bolivia.
Lo que los participantes se encontraron al llegar no fue solo un espacio en desuso sino un espacio desintegrado, descuidado, sin vegetaci¨®n alguna; en conclusi¨®n, un espacio desaprovechado por sus propios habitantes.
Inmediatamente, su intenci¨®n fue la de reactivar el espacio, incentivando una zona de recreaci¨®n e identidad local a trav¨¦s de la iniciativa participativa a la que llamaron ¡°Uraycamuy¡±.
Uraycamuy, en quechua, significa ¡°sube y baja¡±. El proyecto se desarroll¨® en el sector ¡°El Tobog¨¢n¡±, en el suroeste de Camargo, espec¨ªficamente en el Valle de Cinti, una zona con muchas diferencias de altura. Los j¨®venes artistas aprovecharon este factor natural para convertirlo en la idea principal del proyecto.
El sue?o de los estudiantes consist¨ªa en establecer y crear una zona de conexi¨®n peatonal, de nuevos flujos, de nuevas din¨¢micas¡ Una intervenci¨®n sobre el espacio construido, con una nueva imagen renovada de la zona, totalmente integrada al contexto urbano.
Gracias al apoyo y participaci¨®n de los vecinos, el papel del arquitecto fue reforzado, entendi¨¦ndolo no como el autor de la obra sino como un intermediario entre habitantes y el espacio construido.
Despu¨¦s de varios debates conjuntos, visitas al sector, entrevistas, an¨¢lisis de vegetaci¨®n e identificaci¨®n de materiales aut¨®ctonos se gener¨® una propuesta final colectiva, saliendo como resultado y soluci¨®n el concepto de ¡°L¨ªnea¡±. De este modo, se hizo una reinterpretaci¨®n de la l¨ªnea en el contexto urbano de Camargo y se escogi¨® la ca?a hueca como material b¨¢sico para su edificaci¨®n.
Se empezaron a colocar cobertizos a distintas alturas y distintas direcciones, creando espacios de sombra y juego, unidos mediante alambres as¨ª como tambi¨¦n utilizando maderas, piedras y otros materiales. Paralelamente a su construcci¨®n, distintas actividades tomaban lugar bajo los nuevos cobertizos: cine al aire libre, mercados, espacios de reuni¨®n y recreaci¨®n¡
La arquitectura es, sin duda, una herramienta poderosa y transformadora para fortalecer procesos comunitarios en cualquier parte del mundo. La participaci¨®n no tiene que estar al servicio del arquitecto sino al rev¨¦s. El rol del arquitecto tiene que empezar a reflejarse en iniciativas y talleres como el del Valle de Cinti, donde futuros arquitectos aprendieron de primera mano qu¨¦ es la arquitectura, los procesos participativos, la toma de decisiones y la sensibilidad con el entorno, saliendo como resultado un proyecto f¨ªsico, inteligente y humano.
Los participantes del taller lograron hacer su sue?o realidad; recuperaron de forma colectiva un espacio olvidado, e hicieron que los habitantes de un sector se identificaran de nuevo con un espacio que les pertenec¨ªa.
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