Ajenos

Voy a decir una estupidez. Leo: crisis migratoria en Europa. Leo: Europa y su peor crisis migratoria en a?os. Tengo sangre alemana, austr¨ªaca, italiana y siria. Mis abuelos vinieron a la Argentina huyendo de guerras y hambre y encontraron aqu¨ª un sitio f¨¢cil y dif¨ªcil, pero un sitio que les permiti¨® seguir vivos. Am¨¦rica Latina se hizo, en parte, con poblaci¨®n venida de lejos. Chile tiene la mayor comunidad de palestinos fuera del mundo ¨¢rabe. Hay japoneses en Brasil, libaneses en Colombia. Fuimos, tradicionalmente, una regi¨®n solidaria con quienes padec¨ªan el horror en su lugar de origen. Y fuimos, muchas veces, los desesperados, los que buscamos refugio en otras partes. Ahora leo acerca de Europa y de ¡°su¡± crisis migratoria y me pregunto (ac¨¢ viene la estupidez): ?y nosotros? ?Am¨¦rica Latina no tiene nada para decir acerca de esto? ?Indignaci¨®n y enviados especiales con c¨¢maras al hombro es todo lo que tenemos para dar? Me pregunto, claro, si nuestros pa¨ªses, ellos mismos con grandes crisis y carencias, podr¨ªan hacer algo. Pero mi percepci¨®n ¡ª?est¨²pida?¡ª es que desde aqu¨ª esto se ve como un conflicto ajeno: como algo que deben solucionar all¨¢, en la lejana Europa. Y yo, est¨²pida de m¨ª, no logro convencerme de que este sea un conflicto s¨®lo europeo. Si los habitantes del mundo vamos a permanecer como marmotas hipnotizadas frente a la tele viendo c¨®mo media humanidad se carga a la otra mitad a bombazos, el m¨ªnimo precio que deber¨ªamos pagar es el de hacernos responsables de estar pecando por omisi¨®n. Dec¨ªa Ana Ajm¨¢tova: ¡°No, no estaba bajo un ajeno firmamento,?/ ni bajo el amparo de unas ajenas alas,?/ estaba entonces con mi pueblo,?/ all¨ª donde mi pueblo, por desgracia, estaba¡±. Nosotros, latinoamericanos, ?podemos no sentir esto como un desastre propio? ?Podemos no decir estuve con mi pueblo all¨ª donde mi pueblo, por desgracia, estaba?