M¨¢nchese, SM
Opino, se?ora, que no precisa tantas alzas. La majestad no se la va a quitar nadie. No tiene que ser la m¨¢s alta ni la m¨¢s guapa
Que conste que la comprendo como nadie. Hace equis lustros quise ascender por la v¨ªa r¨¢pida, me sub¨ª a unos zancos de garza y ah¨ª sigo, instalad¨ªsima. Con el mismo sueldo, la columna hecha un cuatro y los talones con esguince cr¨®nico. Pero tan alta, tan mona y tan falsa. A veces, mi mal de altura adquiere tintes rid¨ªculos, lo admito. Como cuando me enviaron a cubrir la concentraci¨®n Rodea el Congreso y tuve que ir pitando a comprarme algo plano ¡ªvale, fueron unas botas con cuatro dedos de tac¨®n cubano¡ª para no matarme con los stilettos si hab¨ªa que salir corriendo: mis colegas a¨²n se est¨¢n choteando en mi cara.
No soy, pues, la m¨¢s indicada para dar lecciones de naturalidad a nadie. Y menos a alguien cuyo trabajo consiste en representar a un pa¨ªs en carne propia, con toda la carga de artificio que conlleva semejante curro. Aun as¨ª, oso lanzar una sugerencia de grulla vieja, por si fuera de inter¨¦s de alguna alta instancia. El otro d¨ªa vi a la primera dama de Espa?a hundirse hasta las corvas en el huerto de la Casa Blanca calzada con unos taconazos de Prada mientras su hom¨®loga norteamericana iba tan ancha con unos salones bajos.
Opino, se?ora, que no precisa tantas alzas. La majestad no se la va a quitar nadie. No tiene que ser la m¨¢s alta ni la m¨¢s guapa. Ya es la reina. Ya sabemos que se moja. Se le entiende todo. Cuando habla y cuando calla. Pero le falta mancharse. Arrugarse. Sudar el top de Varela hasta deste?irlo. Nadie le pide que se meta en el chapapote como cuando era colega y cubr¨ªa la crisis del Prestige. Pero podr¨ªa probar a bajar de las alturas. Pisar el barro. Doblar el espinazo. Se ha ganado su propio prestigio. Si no la ¨²ltima palabra, tiene la ¨²ltima letra en su nombre. Esa zeta como el rayo que echa por los ojos en seg¨²n qu¨¦ trances. Baje un poco la guardia. Si no, puede hacernos caer en un sopor¨ªfero zzz de tan perfecta y previsible. Y eso, bien lo sabe SM, no es noticia.
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