A ver si nos caemos al mar
La reyerta pol¨ªtica que intenta alejar a los pueblos es negativa para todos
Las campa?as electorales son muy entretenidas y dan de comer a mucha gente. Cuando no aparecen el d¨®berman ideado por unos publicitarios socialistas contra el PP, o las arremetidas conservadoras del yo o el caos, irrumpe Artur Mas tildando de ultraderechista a Pablo Iglesias. ?Por qu¨¦ un pol¨ªtico cl¨¢sico, que se siente apoyado por la marea independentista, entra en el cuerpo a cuerpo con el joven de la coleta? Claramente, porque la candidatura apoyada por Iglesias en Catalu?a puede restarle votos a la que aloja al president. No solo los pilares de la pol¨ªtica espa?ola (PP, PSOE) temen a los partidos emergentes, sino que, en un movimiento bastante sim¨¦trico, tambi¨¦n les molestan mucho a los nacionalistas de toda la vida.
Mas es muy consciente de la necesidad de ofrecer novedades, y de ah¨ª su modesta posici¨®n de n¨²mero cuatro en una candidatura que oculta las siglas partidistas cl¨¢sicas del nacionalismo y del independentismo. Lo cual no quiere decir que se haya acabado la demanda de ofertas pol¨ªticas: tanto Podemos como Ciudadanos responden a la necesidad de cubrir espacios en los que se han abierto huecos, en Catalu?a y en el conjunto de Espa?a, a causa, principalmente, de la crisis econ¨®mica. Antes de 2008, los pol¨ªticos y los partidos ya eran se?alados como uno de los principales problemas del pa¨ªs, pero en m¨¢rgenes inferiores al 10%; y solo crecieron exponencialmente a partir de entonces, como lo documenta el equipo Piedras de Papel en un interesante libro de reciente publicaci¨®n (Arag¨®n es nuestro Ohio). La desafecci¨®n se aceler¨® al profundizarse la crisis de los mercados de deuda en 2012 y, probablemente tambi¨¦n, tras el brusco aumento de la inquietud por la corrupci¨®n y el fraude experimentado con el caso de los papeles de B¨¢rcenas, a principios de 2013.
De modo que extremar la reyerta para alejar a pueblos que viven en una pen¨ªnsula y unas cuantas islas podr¨ªa no resultar tan rentable para los que lo pretenden, a uno y otro lado del Ebro. Ya se han olvidado de las sabias palabras del Viejo Profesor, Enrique Tierno Galv¨¢n, publicadas en este peri¨®dico: ¡°Habr¨ªa que advertir que el distanciamiento no podr¨ªa ser mucho, porque acabar¨ªamos todos cay¨¦ndonos al mar¡±.
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