Brunch en Nueva York
Ayer, justo al mediod¨ªa, nos hab¨ªamos citado con Jos¨¦ Mor¨¢n Moya (@spanishhipster ) y su esposa Elise. Se trataba de disfrutar del t¨ªpico brunch de los domingos en Estela, restaurante de moda con mesitas y barra que dirigen a medias el cocinero uruguayo Ignacio Mattos y el sumiller Thomas Carter, profesionales experimentados.
Mattos presume de haber sido disc¨ªpulo del veterano argentino Francis Mallmann y de la m¨ªtica Alice Waters en Chez Panisse. Por su parte Carter ejerci¨® durante a?os de responsable de bodega junto a Dan Barber en Blue Hill FarmNada m¨¢s sentarnos me entregan una carta que me desconcert¨®. Apenas fiambres, ninguna ensalada de frutas, ni yogures, ni zumos, ni piezas de boller¨ªa ni tampoco los insoslayables huevos Benedict ?Me podr¨ªa traer un bloody Mary, pregunt¨¦ a la camarera algo desorientado al no ver tampoco otro de los iconos del brunch? ?Y zumo de naranja? Afortunadamente su respuesta me tranquiliz¨®.
Me falt¨® tiempo para comentarle que el ¨²ltimo que hab¨ªa tomado en Clinton Street Baking, result¨® absolutamente convencional. Una panader¨ªa que el New York Times hab¨ªa premiado por la calidad de sus tortitas (¡°best pancakes¡±). Local recomendable para desayunar o merendar entre semana, que brinda un espl¨¦ndido brunch. En esa ocasi¨®n tomamos zumos de frutas, huevos benedict, tortilla con beicon a la salsa de tomate y unas tortitas con nata y mermelada memorables. El caf¨¦, tipo americano, tan agradable como los ¡°muffins¡± y alg¨²n ¡°scone¡±.
¡°El lugar del que me hablas prosigue con ¨¦xito¡±, me coment¨® Mor¨¢n. ¡°Hay m¨¢s de 1.400 establecimientos con brunch en esta ciudad.¡±
Primero una ensalada de endivias con anchoas y avellanas, luego croquetas de patatas y bacalao con alioli, y enseguida una burrata sobre jugo de vegetales con pan tostado y rallado. Un arranque de nivel. En la siguiente tanda dos muffins ingleses rellenos de pescado ahumado y rabanitos, otros tantos bocadillos de huevo con panceta y aguacate, y una tortilla francesa rellena de calabaza y queso gouda cubierta de escarola. Por ¨²ltimo un dumpling de queso ricota con champi?ones y queso pecorino sardo. Platos imaginativos, la mayor¨ªa de alma mediterr¨¢nea, que compartimos al centro. De postre una delicada panna cotta servida en plato y un sorbete de fresas al queso mascarpone. Todo bien. Solo el caf¨¦ americano, demasiado extra¨ªdo, desmerec¨ªa de lo dem¨¢s.
Mediada la comida Jos¨¦ me record¨® que Estela se encuentra entre los 100 mejores restaurantes del mundo, concretamente en el puesto 90 de la controvertida lista TheWorlds50Best Sin duda, el balance hab¨ªa sido positivo pero para estar entre los 100 me pareci¨® demasiado. Estela es un local particularmente ruidoso con un servicio m¨¢s que descuidado. Cuenta, eso s¨ª, con una acertada lista de vinos con marcas de medio mundo y una colecci¨®n de jereces que envidiar¨ªan muchos restaurantes espa?oles. Manzanillas, amontillados y olorosos de peque?as bodegas, incluidas algunas botas del famoso Equipo Navazos.
Aunque desde hace tiempo soy consciente de la evoluci¨®n del brunch, me cuesta trabajo hacerme a la idea de que ya no es lo que a mi me gusta, un desayuno ingl¨¦s en versi¨®n XXL, donde primero se almuerza y luego se desayuna, o al rev¨¦s, con varios iconos gastron¨®micos que nunca deben faltar. S¨ªgueme entwitter en @JCCapel
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