Cuando los del poder ¡°compran informaciones¡±
A todos los profesionales del periodismo se los sit¨²a en el mismo charco, pero la gran mayor¨ªa es gente honrada
Dimito por razones de higiene pol¨ªtica y democr¨¢tica¡±, ha anunciado el director de Comunicaci¨®n del Gobierno Vasco, I?aki Bernardo, imputado por prevaricaci¨®n, malversaci¨®n de fondos y fraude en la contrataci¨®n. Hay que admitir que tan pulcra y puntual reacci¨®n es poco habitual en la pol¨ªtica espa?ola. ?Empiezan a cambiar los comportamientos o este es un ejercicio de travestismo, a tono con la moda de invocar sin riesgo a la regeneraci¨®n democr¨¢tica?
I?aki Bernardo est¨¢ siendo investigado por irregularidades en el reparto de la publicidad institucional, el ansiado man¨¢ que aporta respiraci¨®n financiera asistida a las empresas informativas y, por lo mismo, excita las tentaciones gubernamentales de tratar de atemperar y ahormar los br¨ªos period¨ªsticos, particularmente en los tiempos en que los medios de comunicaci¨®n se asemejan a un campo de ruinas. Pero el prop¨®sito de influir no es lo que cuenta en el caso que nos ocupa.
Seg¨²n la acusaci¨®n que ejerce el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, la Direcci¨®n de Comunicaci¨®n del Ejecutivo vasco ¡°compr¨® informaciones¡± a medios del Grupo Noticias, af¨ªn al PNV, por un montante de al menos 240.000 euros y lo hizo vulnerando la ley vasca de Publicidad y Comunicaci¨®n que exige indicar que se trata de publicidad pagada e identificar al anunciante. Suplementos, reportajes y entrevistas fueron remitidos por diferentes departamentos a los medios de la ¨®rbita del PNV. ?Qui¨¦nes redactaron esas informaciones edulcoradas a mayor gloria del Ejecutivo? ?Los lectores de esos medios no vieron diferencias entre el reportaje de un periodista y el fabricado por un publicista o propagandista? Todo queda en casa. Formado en el mismo c¨ªrculo militante que el lehendakari I?igo Urkullu y el presidente del PNV, Andoni Ort¨²zar ¡ªantiguo director general de la Televisi¨®n Vasca (ETB)¡ª, I?aki Bernardo ha ejercido siempre en los medios de su partido.
Como en el resto de Espa?a, tampoco aqu¨ª reza la resoluci¨®n del Consejo de Europa de que los medios p¨²blicos no deben ser dirigidos por profesionales con filiaci¨®n partidista. En el pa¨ªs de las televisiones p¨²blicas manipuladas a conciencia, el de los pol¨ªticos lenguaraces elevados al primer plano por la cualidad s¨¦ptica de su verbo, es un sarcasmo recitar el principio de que ¡°los operadores de servicio p¨²blico deben ser protegidos contra las injerencias pol¨ªticas¡±. De la mano de la partidocracia, el esp¨ªritu de facci¨®n se ha filtrado en las instituciones y las ha colonizado con el sello de la ramploner¨ªa, la mediocridad, el sectarismo. Y a la b¨²squeda de la coartada exculpatoria, prima el af¨¢n por situar a todos los profesionales en el mismo charco, marcarlos con una sigla, negarles independencia y c¨®digo ¨¦tico, obviar que el periodismo de partido es al periodismo lo que la m¨²sica militar a la m¨²sica. En el club de las cuatro pes (putas, polic¨ªas, periodistas y pol¨ªticos) hay que proclamar que la gran mayor¨ªa es gente honrada.
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