El deportista que vive en el fr¨ªo

No da rodeos para definirse. "Soy un pionero", afirma. Echando un vistazo al curr¨ªculum de Javier Fern¨¢ndez es evidente que no miente. El madrile?o est¨¢ considerado el mejor espa?ol de todos los tiempos en lo suyo, el patinaje art¨ªstico, del que es campe¨®n del mundo. Para seguir triunfando vive en Toronto (Canad¨¢), donde se prepara para ganar el oro en los Juegos de Pyeongchang (Corea del Sur) de 2018.

Se acaba de levantar. Es la mejor hora del d¨ªa para conversar, ya que su rutina comienza a media ma?ana y termina muy tarde. Tiene 24 a?os, y se considera uno m¨¢s de los miles de emigrantes j¨®venes espa?oles. "Aprend¨ª con 17 a?os a ser el ¨²nico responsable de mis ¨¦xitos y mis fracasos. S¨ª, a veces noto que soy distinto a amigos m¨ªos que nunca han salido de Espa?a. Fue complicado al principio, pero es un regalo tener una mayor riqueza cultural y saber otro idioma. En Canad¨¢ el invierno es muy duro. Al segundo a?o ya no quieres ver m¨¢s nieve. La gente es estupenda y te hace la vida f¨¢cil, pero m¨¢s de medio a?o vives condicionado por el fr¨ªo". Su pasi¨®n son las pistas de hielo pese a confesarse friolero, pero tambi¨¦n se sincera con calidez sobre temas mucho menos triviales, como su vida sentimental, o el aprendizaje que le report¨® la pol¨¦mica en que se vio envuelto en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sochi (2014), cuando fue tachado de hom¨®fobo.

Tachado de hom¨®fobo al aconsejar a los deportistas gais discreci¨®n en Sochi, opina sin miedo: "Me gusta Espa?a como es"

"?Hom¨®fobo de qu¨¦? Eso fue lo primero que pens¨¦. Convivo con homosexuales a diario (su entrenador es gay)". Javier Fern¨¢ndez no tiene problemas en recordar aquella controversia que le enfrent¨® a la comunidad LGTB en las semanas previas a la competici¨®n, cuando aconsej¨® a los homosexuales que "fuesen discretos" durante el tiempo que estuviesen en Sochi para evitar problemas con las autoridades rusas por sus leyes antigais. Tuvo que pedir perd¨®n p¨²blicamente. Incluso mand¨® whatsapps a sus amigos gais disculp¨¢ndose por si se hab¨ªan ofendido. Un a?o despu¨¦s se queda con lo positivo. "A veces es mejor no hablar de lo que no sea patinaje, pero bueno, tambi¨¦n me ayud¨® a saber competir rodeado de tensi¨®n, y a aprender a concentrarme pase lo que pase a mi alrededor". Lo segundo lo consigui¨®, y el t¨ªtulo mundial es la prueba, pero el campe¨®n sigue opinando sin miedo sobre cualquier tema por espinoso que sea. Por ejemplo, la actualidad de Espa?a. "Respecto al deporte, a Espa?a la veo estupenda, aunque es cierto que hace falta mejorar en becas para deportistas. En pol¨ªtica no me meto mucho, aunque del tema catal¨¢n he de decir que me gusta Espa?a como es".

Le encanta el reggaeton de Juan Mag¨¢n, al que vio en concierto este verano en Ibiza ("pagando mi entrada"); salir de fiesta con sus amigos; pasar unos d¨ªas en su pueblo, Navalacruz (el mismo de Iker Casillas, con quien le une un parentesco lejano a trav¨¦s de sus abuelas), o jugar a la videoconsola, pero en cuanto a las redes sociales no se ve como un chaval de los de ahora. "Soy un viejuno. Tengo Instagram pero me tengo que obligar a usarlo, s¨¦ que ahora es casi imprescindible. Muchas veces mis amigos me echan la bronca porque no subo apenas fotos y no saben nada de m¨ª". Las nuevas tecnolog¨ªas ayudan a promocionarse. En el caso del patinaje art¨ªstico, muchas veces las marcas no ven el potencial que tienen otros deportes. "Tristemente muchas empresas nos han dicho que prefieren a un futbolista para vender su producto. He hecho cosas de publicidad en pa¨ªses donde el patinaje es importante, como Jap¨®n, pero en Espa?a todav¨ªa se nos trata como segundo plato. A¨²n no soy del todo profeta en mi tierra". A falta de contratos millonarios, los patinadores consiguen la mayor parte de sus ingresos con exhibiciones que organizan empresas de espect¨¢culos, explotando el lado art¨ªstico de este deporte en los meses que no hay competici¨®n.

Su sue?o es aportar su granito de arena para que el patinaje art¨ªstico deje de ser tan minoritario en Espa?a, montando una escuela y una asociaci¨®n de eventos cuando se retire. Hasta entonces, seguir¨¢ en Toronto, donde disfruta de su noviazgo con la patinadora japonesa y bicampeona mundial Miki Ando. "Es una ventaja que nos dediquemos a lo mismo. Puedes decirle perfectamente un d¨ªa que est¨¢s cansado y no te apetece hablar y no se enfada, lo entiende perfectamente".