Los fot¨®grafos que tejieron la historia de la moda
Una exposici¨®n en el Museo Balenciaga re¨²ne 86 im¨¢genes de 50 autores cl¨¢sicos que cambiaron el curso del g¨¦nero
La historia es legendaria: Martin Munk¨¢csi no sab¨ªa una palabra de ingl¨¦s cuando la editora de Harper¡¯s Bazaar Carmel Snow le contrat¨® para la revista. Corr¨ªa el a?o 1933 y el joven fot¨®grafo h¨²ngaro lleg¨® a Long Island para una producci¨®n de ropa deportiva y ba?adores que protagoniz¨® Lucile Brokaw, una it girlde la ¨¦poca, hija del patinador ol¨ªmpico Irving Brokaw. Cuando llegaron a la playa, el fot¨®grafo no sab¨ªa explicarse mientras la chica se mor¨ªa de fr¨ªo. Envuelta en una capa de gasa que desesperada le arrebat¨® a Carmel Snow, Lucile Brokaw se puso a correr por la playa interpretando como pudo los gritos del fot¨®grafo, que sin mediar palabra la animaba a moverse libre y a su aire. Un instante de confusi¨®n gracias al cual Munk¨¢csi capt¨® la imagen, lejos de la quietud del estudio, m¨¢s cerca de las nuevas emociones femeninas, que cambiar¨ªa el curso de la fotograf¨ªa de moda.
La foto es una de las 86 obras que a partir del pr¨®ximo viernes y hasta el 31 de enero colgar¨¢n en las paredes del Museo Crist¨®bal Balenciaga, en Getaria, Gipuzkoa, en la exposici¨®n About fashion, realizada a partir de los fondos de la coleccionista espa?ola Lola Garrido en colaboraci¨®n con diChroma photography.
Garrido, que lleva a?os adquiriendo fotograf¨ªa de moda, compila el trabajo de 50 cl¨¢sicos, algunos apenas vistos en Espa?a. De Munk¨¢csi a otros gigantes del g¨¦nero como Willy Maywald, George Hoyningen- Huene, Horst P. Horst, Germaine Krull, Alfred Eisenstaedt, Norman Parkinson, Helmut Newton, Cecil Beaton, Edward Steichen, Irving Penn, Louise Dahl Wolfe, Marcus Leatherdale, Inge Morath, Diane Arbus, Lillian Bassman, F.C. Gundlach, Cathleen Naundorf, William Klein o Frank Horvat.
Mientras hoy los fot¨®grafos de moda son celebridades lo cierto es que los que revolucionaron el medio llegaron ah¨ª para ganarse la vida, y fue esta necesidad la que transform¨® la historia. Su curso, imparable en los ¨²ltimos a?os, ha sido lento y a veces dram¨¢tico.
Erwin Blumenfeld lleg¨® a Estados Unidos huyendo del nazismo, su sangre dada¨ªsta bombear¨ªa las portadas m¨¢s m¨ªticas del Vogue, una audacia art¨ªstica impensable en la actualidad. El caso de Munk¨¢csi fue m¨¢s sombr¨ªo. Arruinado, mendig¨® por comisiones de sus fotos en Harper¡¯s Bazaar. De poco le sirvi¨® que Richard Avedon confesara que la foto de la chica de la playa hab¨ªa sido una obsesi¨®n para ¨¦l desde que la vio con 11 a?os o que Cartier-Bresson le debiera su vocaci¨®n a otra imagen en movimiento del h¨²ngaro: la de unos ni?os negros ba?¨¢ndose desnudos en la orilla del mar. Sus archivos se perdieron despu¨¦s de su muerte, en 1963, y tuvieron que pasar d¨¦cadas para que su figura fuese reivindicada.
¡°Yo empec¨¦ comprando fotograf¨ªa de moda en movimiento, no de estudio¡±, recuerda Lola Garrido, que en el Museo Balenciaga re¨²ne cinco trabajos del h¨²ngaro y que en el ¨²ltimo a?o ha expuesto una selecci¨®n de sus fondos en el Pushkin de Mosc¨² o dentro de los Encuentros de Arl¨¦s. ¡°Me interesa la gran fotograf¨ªa de moda pero reconozco que menos su evoluci¨®n¡±, contin¨²a la coleccionista. ¡°Hemos ido de la elegancia, de la b¨²squeda de belleza, ilusi¨®n y deseo que marcaron los a?os de posguerra, a un chic sucio, que es m¨¢s contempor¨¢neo y propio de los tiempos, pero que a mi no me interesa. La imagen de la mujer como mu?eca o prostituta, o eso que yo llamo la est¨¦tica del defecto, el gusto por lo friki y feista, donde la culpabilidad juega un papel muy importante, tampoco. Para m¨ª queda Peter Lindbergh, que es el Irving Penn contempor¨¢neo. Con ¨¦l s¨ª recupero la emoci¨®n. Trata a las mujeres como mujeres y lo hace desde el amor¡±.
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