?De qu¨¦ huyen y por qu¨¦ ahora?
?Por qu¨¦ cientos de miles de sirios llegan a Europa? Porque ahora, no antes, han perdido la esperanza de que la guerra alcance un final
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De que huyen los sirios? ?Por qu¨¦ est¨¢n llegando ahora de forma tan masiva a Europa? No son preguntas intrascendentes, ni tienen respuestas obvias. Por supuesto que huyen de la guerra, de la violencia y del Estado Isl¨¢mico, pero cuando a la radio p¨²blica DW se le ocurri¨®, hace pocas semanas, realizar una peque?a encuesta entre los refugiados que ya han llegado a Alemania, el 70% de los 900 sirios a los que pregunt¨® qui¨¦n era el responsable de su situaci¨®n respondi¨®, sin dudar, que Bachar El Asad. Es decir, el actual presidente sirio, hijo del anterior dictador, Hafez El Asad, que ocup¨® el poder durante 30 a?os, y al que sustituy¨® en julio de 2000.
La guerra civil siria entre distintos grupos opositores a El Asad y el r¨¦gimen autoritario estall¨® hace cuatro a?os y r¨¢pidamente, con la inestimable ayuda de una Europa y un Estados Unidos vacilantes, se convirti¨® en el escenario ca¨®tico perfecto para la irrupci¨®n de violent¨ªsimo grupo sun¨ª conocido como Daesh (o ISIS, Estado Isl¨¢mico). Los nuevos contendientes aceleraron la huida de centenares de miles de sirios amenazados con sucumbir bajo su ocupaci¨®n.
?Porque esos cientos de miles de sirios quieren instalarse en Europa? Porque ahora, y no antes, han perdido la esperanza de que la guerra alcance un final que suponga tambi¨¦n la desaparici¨®n de El Asad y de su dictadura. Ya no creen que el final de la guerra civil, cuando llegue, permitir¨¢ la construcci¨®n de un pa¨ªs pac¨ªfico y democr¨¢tico. Conocen la crueldad, agravada por la contienda, del r¨¦gimen baazista y les desespera la idea de regresar a un escenario dictatorial e inestable. Desconf¨ªan de que la UE o Estados Unidos sean capaces, no solo de poner fin a la guerra, sino tambi¨¦n de promover un cambio democr¨¢tico en Siria. Ya no se trata de esperar a las puertas de Siria, en Turqu¨ªa o Jordania, a que acabe la guerra: ahora hay que buscar otros destinos para luchar por el futuro. Refugiarse, con sus familias, en otros pa¨ªses y empezar nuevas vidas.
La frustraci¨®n de esos centenares de miles de sirios est¨¢ plenamente justificada. Desde su punto de vista, los occidentales que tan entusiastamente recibieron el levantamiento contra El Asad, plantean ahora, enfrentados a la feroz realidad de Daesh, que el r¨¦gimen baazista tendr¨¢ que ser asociado al cualquier salida de la guerra. Para colmo, la debilidad de El Asad, que permitir¨ªa, al menos, alguna mejor baza negociadora, est¨¢ encontrando reconstituyente en el apoyo de un oportunista Putin y sus grandes bombardeos.
Europa es una gran especialista en perder tiempo. Ha perdido un tiempo lastimoso es cambiar su absurda legislaci¨®n sobre asilo, que obligaba a pa¨ªses como Grecia a hacerse cargo de los centenares de miles de refugiados que ¡°tocaban¡± tierra en sus islas, algo completamente fuera de sus posibilidades. Sigue perdiendo tiempo, un tiempo terrible, en exigir a Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Croacia y Eslovenia que respeten los derechos humanos y organicen el paso por sus fronteras de esos refugiados, en condiciones de humanidad. Tiempo, un tiempo largu¨ªsimo, en comprender que un pa¨ªs en el que la mitad de la poblaci¨®n que ten¨ªa en 2011 esta hoy muerta o desplazada, no puede aguantar los agotadores periodos europeos. Seguramente a estas alturas cualquier soluci¨®n pase por incorporar a El Asad a la mesa de negociaci¨®n, pero cuanto m¨¢s se tarde en forzar esa salida negociada, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ imponer condiciones de democratizaci¨®n que alivien la angustia de los sirios, los que viven en Turqu¨ªa o Jordania y los que llegan a Europa.
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