?Agnieszka, Pawel, Polonia os necesita!

El putinismo polaco!¡±, ¡°?la revoluci¨®n cultural polaca!¡±, ¡°?la orbanizaci¨®ndel V¨ªstula!¡± (esto ¨²ltimo, en referencia al h¨²ngaro Victor Orban). Oigo los lamentos de mis amigos polacos y pienso: un momento, vamos a ver qu¨¦ pasa y qu¨¦ se puede hacer. Polonia ha vivido momentos peores, y siempre habr¨¢ otras elecciones. No obstante, todos estamos de acuerdo en que lo que ha sucedido es importante. Polonia es el mayor ¨¦xito de la Europa poscomunista y la principal potencia de la regi¨®n situada entre una Alemania desbordada y una Rusia desenfrenada. Con Espa?a e Italia luchando para terminar de salir de la crisis de la eurozona y el Reino Unido apartado hasta que se celebre el refer¨¦ndum sobre la UE, Europa necesita a Polonia m¨¢s que nunca.

El Partido Ley y Justicia (PiS) ha vencido por varias razones. La primera, el argumento m¨¢s irresistible que existe en pol¨ªtica: ¡°Ha llegado la hora del cambio¡±. El Gobierno de la Plataforma C¨ªvica, que ha servido bien al pa¨ªs durante ocho a?os, con un crecimiento medio del 4% anual, estaba claramente agotado. Para muchos votantes polacos representaba a una clase pol¨ªtica remota y arrogante que lleva un cuarto de siglo, desde la ca¨ªda del comunismo, d¨¢ndoles lecciones mientras ocupa c¨®modos sillones (y caros restaurantes) en Varsovia. Este sentimiento se palp¨® ya hace unos meses cuando el presidente de la naci¨®n, el s¨®lido y paternal Bronislaw Komorowski, sufri¨® una derrota inesperada a manos del candidato del PiS, el joven y desconocido Andrezj Duda, que hizo una campa?a a la norteamericana.

Ahora el PiS ha vuelto a hacer la mejor campa?a y contra la sensata y profesional primera ministra de la Plataforma C¨ªvica, Ewa Kopacz, ha presentado a una candidata tambi¨¦n sensata y profesional, Beata Szydlo, en lugar del verdadero l¨ªder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, que a muchos les resulta anticuado y desagradable. Seg¨²n los sondeos a pie de urna, el PiS fue el partido m¨¢s votado incluso en el grupo entre 18 y 25 a?os, que se reparti¨® entre ellos y diversos partidos alternativos.

El PiS representa a un amplio segmento de la sociedad polaca: los habitantes patriotas y cat¨®licos de los pueblos y las ciudades peque?as, sobre todo en el este y el sureste del pa¨ªs, las partes m¨¢s pobres, que no se sienten beneficiadas por la transici¨®n a la econom¨ªa de mercado. El PiS promete un Estado fuerte y la protecci¨®n contra los fr¨ªos vientos del liberalismo econ¨®mico y social. Es de extrema derecha en cuestiones culturales, religi¨®n, moral sexual (nada de abortos ni fecundaci¨®n in vitro), xenofobia (nada de refugiados musulmanes) y nacionalismo, pero casi de izquierdas en sus promesas econ¨®micas y sociales a los pobres y desfavorecidos (una mezcla muy similar a la que ofrece Orban en Hungr¨ªa). Simplificando mucho, existen dos Polonias, y el domingo gan¨® esta.

Ahora el PiS formar¨¢ Gobierno, el primer Gobierno monopartidista desde que Polonia recobr¨® su libertad hace 25 a?os. ?Cumplir¨¢ todas sus promesas populistas: unas generosas prestaciones sociales imposibles de financiar, la rebaja de la edad de jubilaci¨®n y el castigo a los malvados bancos y supermercados multinacionales? Un economista calcula que, en ese caso, el crecimiento anual del pa¨ªs podr¨ªa disminuir en un 0,5%. ?O dejar¨¢ sin cumplir varias de ellas, como suele hacer la mayor¨ªa de los Gobiernos? ?Elaborar¨¢n la pol¨ªtica exterior unos nacionalistas irresponsables? ?O se encargar¨¢n de hacerlo unos patriotas sensatos ¡ªque tambi¨¦n hay unos cuantos en el partido¡ª, conscientes de que, para ser verdaderamente independiente, Polonia necesita mantener una posici¨®n fuerte en Europa, aunque eso signifique colaborar con el exprimer ministro de la Plataforma C¨ªvica Donald Tusk, hoy en Bruselas?

El PiS formar¨¢ el primer Gobierno monopartidista desde que el pa¨ªs recobr¨® su libertad hace 25 a?os

?Y qu¨¦ pueden hacer los dem¨¢s? He aqu¨ª cuatro propuestas r¨¢pidas.

En primer lugar, los partidos polacos que van del centro a la izquierda deben aclararse las ideas, porque han estado sumidos en el caos y han dejado que el PiS y otros partidos alternativos de protesta recogieran sus posibles votos.

En segundo lugar, muchos de los j¨®venes polacos llenos de energ¨ªa y talento que dejaron su pa¨ªs para disfrutar de las libertades en pa¨ªses como Reino Unido e Irlanda deber¨ªan volver ahora para ayudar a consolidar una Polaca moderna, liberal y europea. Personalmente, me encanta tenerlos como alumnos en Oxford, y m¨¢s en una Inglaterra euroesc¨¦ptica, pero creo que debo gritar: ¡°?Agnieszka, Pawel, vuestro pa¨ªs os necesita!¡±.

Tercero, al margen de los sentimientos que nos despierten los demagogos m¨¢s radicales del PiS, todos los pol¨ªticos y amigos de Polonia en otros pa¨ªses deben entablar un di¨¢logo constructivo con ellos. Con todos sus defectos, la Uni¨®n Europea es el mejor experimento mundial de socializaci¨®n pol¨ªtica. En esas reuniones interminables en las que pasan m¨¢s tiempo con sus colegas de la UE que con sus propias familias, los nuevos ministros aprenden que, para defender los intereses nacionales en la Europa del siglo XXI, lo mejor son la negociaci¨®n y los acuerdos, no las grandilocuencias decimon¨®nicas. El PiS subraya su deseo de reforzar la especial relaci¨®n de Polonia con Estados Unidos: pues bien, el presidente Obama deber¨ªa decir a la nueva primera ministra polaca, en su primera conversaci¨®n telef¨®nica, lo que ya le ha dicho a Cameron: si quer¨¦is ser amigos nuestros, comprometeos plenamente con la UE.

La UE no se ha mostrado suficientemente firme ante la ¡®orbanizaci¨®n¡¯ de Hungr¨ªa

Por ¨²ltimo, hay que entender el verdadero significado de la orbanizaci¨®n. No quiere decir que un partido gobierne durante a?os con una mayor¨ªa holgada: eso sucede tambi¨¦n en Reino Unido o Espa?a. La orbanizaci¨®n consiste en que ese partido dominante abuse de su poder para erosionar las bases de la democracia constitucional liberal, que, en teor¨ªa, son un requisito para pertenecer a la UE. Por ejemplo, cuando da un poder desmesurado al Ejecutivo, designa intereses empresariales, hace mal uso de los servicios de seguridad y debilita la independencia de los tribunales, el banco central y los medios de comunicaci¨®n, para asegurarse de que las siguientes elecciones no sean libres ni limpias. El PiS tiene un proyecto constitucional que incluye ciertos elementos de este tipo, y, si logra unos cuantos aliados parlamentarios, podr¨ªa sacarlo adelante. La UE no se ha mostrado firme ante la orbanizaci¨®n de Hungr¨ªa; esta vez tiene que serlo m¨¢s, apoyar a las fuerzas independientes polacas que defienden los valores liberales, constitucionales y europeos.

Si conseguimos estas cuatro cosas, es posible que en 2020 volvamos la vista atr¨¢s y digamos: ¡°Fueron unos a?os extra?os y dif¨ªciles en los que Polonia anduvo con paso de cangrejo, para atr¨¢s y de lado, pero, al final, incluso dio alg¨²n paso adelante¡±.

Timothy Garton Ash es profesor de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, donde dirige el proyecto freespeechdebate.com project, e investigador titular en la Hoover Institution, Universidad de Stanford. Su ¨²ltimo libro es Los hechos son subversivos.Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.