Dos mujeren se dirigen hacia la iglesia de San Hip¨®lito con una figura de San Judas. El culto comenz¨® en Chicago, cuando un cura instituy¨® a San Judas Tadeo como patr¨®n de la polic¨ªa de esa ciudad. Ese mismo cura, en los a?os cincuenta, le llev¨® la imagen del santo la iglesia de San Hip¨®lito. A partir de ah¨ª, el prestigio milagrero de San Judas fue ligando cada vez m¨¢s entre la gente necesitada del DF.SA?L RUIZUn joven sostiene dos figuras de San Judas en las inmediaciones de la iglesia de San Hip¨®lito, en el centro de la capital mexicana. Los problemas del progreso urbano fueron el caldo de cultivo de la pasi¨®n por San Judas. En los noventa emergi¨® como un santo especializado en los apuros de la creciente clase baja urbana.SA?L RUIZEl 28 de cada mes se rinde culto a San Judas en la iglesia de San Hip¨®lito con un carrusel de misas por el que pasan decenas de miles de fieles con sus peticiones.SA?L RUIZSan Judas, un santo barbudo con una llama de gloria sobre la frente, es el patr¨®n de los desamparados, y el templo de San Hip¨®lito es una iglesia con barra libre a los marginados.SA?L RUIZSe dice que uno de los subgrupos que m¨¢s se acerca al ben¨¦fico San Judas es el de los delincuentes. En San Hip¨®lito no se ponen filtros a la fe. Un sector habitual son los adolescentes de barrio pobre que entremezclan la adoraci¨®n a San Judas con el h¨¢bito de inhalar pegamento. Hasta lo hacen dentro de la iglesia.SA?L RUIZPara miles de mexicanos, el culto a este ap¨®stol es irrenunciable. No debe pasar un solo d¨ªa 28 sin adorarlo en su templo.SA?L RUIZ
