Rampling
Los jurados tambi¨¦n afinan para compensar la madurez bien llevada a la pantalla. Est¨¢ sucediendo este a?o con Charlotte Rampling,
Hay un t¨®pico que asegura que las actrices mayores de 40 a?os se quedan sin papeles. Y es cierto, pero ser¨ªa injusto no a?adirle un detalle innegable. Es a partir de esa edad cuando reciben sus mejores papeles. Lo cual no es poco. Sin servir de referencia, el Oscar a la Mejor Actriz ha premiado en la ¨²ltima d¨¦cada a profesionales como Julian Moore (53), Cate Blanchett (44), Meryl Streep (62), Sandra Bullock (46) o Helen Mirren (61), entre par¨¦ntesis la edad que ten¨ªan al recibirlo. Lo cual viene a confirmar que adem¨¢s de la irrupci¨®n del esplendor juvenil, los jurados tambi¨¦n afinan para compensar la madurez bien llevada a la pantalla. Est¨¢ sucediendo este a?o con Charlotte Rampling, que ha recibido los premios de Berl¨ªn y Valladolid por su papel en una delicada e inteligente pel¨ªcula, 45 a?os,donde interpreta a una mujer que se enfrenta con sutileza a los celos retrospectivos, la incomunicaci¨®n y el vaciado de la pareja.
Si uno repasa la carrera de Charlotte Rampling, encontrar¨¢ varias evidencias. La primera es que no recibi¨® ning¨²n galard¨®n de importancia durante varias d¨¦cadas, reafirmando ese otro t¨®pico, menos reconocido, por el que se suele castigar la belleza con un terco juicio de negaci¨®n del talento. Ha sido el poso de los a?os, y el talento para dejar que se posen sobre una, lo que le ha acabado por acercar los mejores papeles de su carrera. Despu¨¦s de la peripecia de actriz europea, saltando entre coproducciones m¨¢s o menos solventes, con su aire de extranjera en todas partes, y con la caduca morbosidad de El portero de noche siempre a la espalda, parece haber llegado la hora de los reconocimientos.
Dirigida por Andrew Haigh y basada en un cuento de David Constantine, poeta y autor de relatos nada introducido en Espa?a, 45 a?os recorre emociones similares desde la orilla opuesta a Los muertos de James Joyce, que llevaron al cine los Huston. En este caso el amor del pasado no es evocado, sino que se alza como una sombra que enturbia el aniversario de una pareja mod¨¦lica. Charlotte Rampling es la protagonista absoluta al lado de un Tom Courtenay, cuyos papeles m¨¢s relevantes se remontan a los a?os sesenta del siglo pasado. Es un oficio, pues, el de actor, para personas con paciencia y sentido de la espera. Como dijo Antonio Gamero, en ese trabajo solo hay dos posibilidades: morirte de hambre o morirte de sue?o, entendido como el olvido y la fama sin t¨¦rminos medios. Pero como logra Rampling con su premiado personaje, todo vale la pena si un d¨ªa logras resumir la vida en un solo gesto.
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