'Amor¨ªos' (Pierre Gaspard-Huit, 1958). El 'remake' de una vieja pelicula, 'Liebelie', protagonizada por Magda Schneider -madre de Romy Schneider- a las ¨®rdenes de Max Oph¨¹ls propici¨® el encuentro de la joven actriz austriaca, la ¨²nica estrella de la pel¨ªcula, con un joven actor casi debutante llamado Alain Delon. La nueva pareja de enamorados se convierte en objetivo preferente de los medios de comunicaci¨®n y la ex Sissi Emperatriz abandonaba la Viena imperial por el Par¨ªs de Chanel y Maxim¡¯s.'A pleno sol' (Ren¨¦ Cl¨¦ment, 1960). Uno de los papeles talism¨¢n que construy¨® la imagen del actor como ¡°el bello tenebroso¡± por excelencia de la pantalla. Delon creaba y de paso inmortalizaba el h¨¦roe de la novelista, Patricia Highsmith, el talentoso Tom Ripley en un excelente filme de suspense dirigido por Ren¨¦ Cl¨¦ment y con Maurice Ronet y la bell¨ªsima Marie Lafor¨ºt y los paisajes de la costa napolitana.'Rocco y sus hermanos' (Luchino Visconti, 1960). Primer encuentro entre el director italiano y el actor franc¨¦s para una historia -el choque entre el sur campesino y el norte industrial italiano- que har¨ªa poner el grito en el cielo a los gobernantes de la Democracia Cristiana. Visconti constru¨ªa alrededor de Delon una gran cr¨®nica de amor, compasi¨®n y tragedia y para el recuerdo la inolvidable secuencia en la terraza del Duomo de Mil¨¢n entre el actor y la actriz Annie Girardot.'Amores celebres' (Michel Boisrond, 1961). Pel¨ªcula de episodios que recog¨ªa diferentes historias de amor a trav¨¦s del tiempo. Reparto interminable y la primera y ¨²ltima vez de ver juntos y d¨¢ndose un beso en la pantalla a la entonces gran 'sex symbol' del cine europeo, Brigitte Bardot y al nuevo seductor, Alain Delon, como pareja de amantes y de amores imposibles.'?Que alegr¨ªa de vivir!' (Ren¨¦ Cl¨¦ment, 1961). El t¨¢ndem Cl¨¦ment-Delon volv¨ªa a repetir despu¨¦s de 'A pleno de sol' en una historia de anarquistas italianos donde el actor mostraba sus dotes para la comedia, un g¨¦nero excepcional en su trayectoria cinematogr¨¢fica. Estrenada en la Francia de los atentados de la OAS, la pel¨ªcula ser¨ªa mal recibida por un p¨²blico poco dispuesto a re¨ªrse con bombas y otros artefactos explosivos.'El eclipse' (M. Antonioni, 1962). Despu¨¦s de haber sido un h¨¦roe proletario en camiseta a las ¨®rdenes de Visconti, Alain Delon se vest¨ªa con los elegantes trajes de un atractivo agente de bolsa en medio de los agitados escenarios de la Bolsa de Roma mientras viv¨ªa una historia de amor con Monica Vitti. La voz tumultuosa de Mina a ritmo de' twist' en los t¨ªtulos de cr¨¦dito presagiaba los cambios meteorol¨®gicos.'El gatopardo' (Luchino Visconti, 1963). Tanto Alain Delon como Claudia Cardinale poco pudieron hacer ante la figura portentosa del actor Burt Lancaster como el pr¨ªncipe Fabrizio di Salina. Alain Delon se desped¨ªa de Visconti (un tercer proyecto en com¨²n, 'El extranjero', acabar¨ªa frustr¨¢ndose). En el balance final de la relaci¨®n, dos obras maestras de la historia del cine y una presentaci¨®n teatral junto con Romy Schneider dirigidos por el maestro italiano.'El tulip¨¢n negro' (Christian-Jaque, 1963). Siguiendo los pasos de Gerard Philippe y Jean-Paul Belmondo, Alain Delon debutaba con ¨¦xito en las pel¨ªculas de capa y espada como arist¨®crata enmascarado dispuesto a despojar a la nobleza de sus riquezas para entreg¨¢rselas a los menos favorecidos. Rodada en Espa?a, contaba con la participaci¨®n de Adolfo Marsillach en el papel del villano cinematogr¨¢fico.'Los felinos' (Ren¨¦ Clement, 1964). Una historia de suspense, 'thriller' policiaco y dosis de sexo que buscaba repetir el ¨¦xito de 'A pleno sol' con un Delon atrapado entre una madura Lola Albright y una joven Jane Fonda a la b¨²squeda de papeles con algo m¨¢s de garra en el cine europeo. Destaca la m¨²sica de Lalo Schifrin en una de sus primeras bandas sonoras para la pantalla.'El ¨²ltimo homicidio' (Ralph Nelson, 1965). A diferencia de Brigitte Bardot y Jean-Paul Belmondo, Alain Delon prob¨® suerte en Hollywood, aunque con desigual fortuna. Para su primera incursi¨®n eligi¨® un policiaco con gusto a cine negro cl¨¢sico y una irresistible Ann-Margret como 'partenaire'. El actor preludiaba sus futuros h¨¦roes a las ¨®rdenes de Melville.'Los aventureros' (Robert Enrico, 1967). Dos hombres: Alain Delon y Lino Ventura. Un destino: la b¨²squeda de un tesoro. Y la bella modelo canadiense Joanna Shimkus completando el terceto protagonista. La amistad y la aventura como c¨®digo de conducta y forma de vivir y, en el apartado de curiosidades, la voz de Alain Delon cantando la balada 'Laetitia' en su banda sonora.'El silencio de un hombre' (Jean-Pierre Melville, 1967). "No existe mayor soledad que la del samur¨¢i¡". Delon como implacable asesino a sueldo compon¨ªa una de sus caracterizaciones m¨¢s recordadas y objeto de veneraci¨®n, entre otros, por Quentin Tarantino y John Woo, para una obra estilizada, casi sin di¨¢logos, intemporal y que el paso del tiempo no ha dejado de revalorizar.'La chica de la motocicleta' (Jack Cardiff, 1968). Uno de los t¨ªtulos m¨¢s extra?os de la carrera de Delon en medio de la oleada psicod¨¦lica de los a?os sesenta y como oponente femenino ni m¨¢s ni menos que a Marianne Faithfull como jinete libertina a lomos de una Harley-Davidson y vestida de cuero. Casi medio siglo despu¨¦s, la pel¨ªcula sigue conservando intactas sus virtudes bizarras.'La piscina' (Jacques Deray, 1969). El reencuentro de Alain Delon con su antigua compa?era sentimental Romy Schneider envolver¨ªa el rodaje en una gran expectaci¨®n. Delon consegu¨ªa uno de sus grandes ¨¦xitos gracias a este 'thriller' ambientado en Saint-Tropez y la carrera de Romy Schneider conoc¨ªa una nueva etapa. Completando el reparto, Maurice Ronet y Jane Birkin reci¨¦n desembarcada de Londres acompa?ada de un celoso Serge Gainsbourg.'El clan de los sicilianos' (Henri Verneuil, 1969). Reuni¨®n en la pantalla por primera (y ¨²ltima) vez de los tres hombres duros del cine franc¨¦s: Jean Gabin, Lino Ventura y Alain Delon. Gran ¨¦xito comercial en el que destaca la banda sonora compuesta por Ennio Morricone, que iniciaba su colaboraci¨®n con el cine franc¨¦s. Delon cerraba una d¨¦cada como gran estrella internacional y de la taquilla.'El c¨ªrculo rojo' (Jean-Pierre Melville, 1970). Otra vez bajo la direcci¨®n de Melville, Alain Delon volv¨ªa a renacer como el h¨¦roe a contracorriente del cine policiaco franc¨¦s. Todav¨ªa tendr¨¢n ocasi¨®n de volver a juntarse -'Un flic'- poco antes de morir el realizador, cerrando su impecable trilog¨ªa del cine negro franc¨¦s.'Borsalino' (Jacques Deray, 1970). Con una gran m¨¢quina publicitaria, la pel¨ªcula anunciaba el encuentro por primera vez en la pantalla de las dos grandes estrellas del cine franc¨¦s y "enemigos ¨ªntimos", Alain Delon y Jean-Paul Belmondo. La expectaci¨®n tuvo su recompensa en la taquilla para esta historia de amistad y g¨¢nsteres en la Marsella de los a?os treinta.'La viuda Couderc' (Pierre Granier-Deferre, 1971). Despu¨¦s de Jean Gabin, Delon se enfrentaba a otro monstruo sagrado del cine franc¨¦s, una ya madura Simone Signoret llena de fuerza y una excelente adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Georges Simenon. Delon dejaba por unos momentos sus personajes de acci¨®n para sumergirse con ¨¦xito en el drama psicol¨®gico.'La primera noche de quietud' (Valerio Zurlini, 1972). Con titulo de unos versos de Goethe, uno de los m¨¢s bellos papeles de Delon en la d¨¦cada de los setenta como un profesor destructivo y nihilista que encuentra su salvaci¨®n en el amor de una alumna. A pesar de las p¨¦simas relaciones entre el director, Valerio Zurlini, y el actor, la pel¨ªcula resta como uno de los t¨ªtulos m¨¢s conmovedores del cine italiano de los setenta.'Nouvelle Vagu'e (Jean-Luc Godard, 1990). A diferencia de su compa?ero de generaci¨®n, Jean-Paul Belmondo, Alain Delon pas¨® de puntillas sobre el cine de la 'nouvelle vague'. Su colaboraci¨®n con Godard supone el encuentro -con bastante retraso- de dos estrellas y dos mundos cinematogr¨¢ficos que hasta entonces hab¨ªan permanecido antag¨®nicos.'Asterix en los Juegos Ol¨ªmpicos' (Thomas Langmann, Fr¨¦d¨¦ric Forestier, 2008). A falta de un 'peplum' o pel¨ªcula de romanos en su biograf¨ªa cinematogr¨¢fica, Alain Delon se colgaba los laureles romanos de Julio Cesar en la tercera entrega de saga y pon¨ªa de manifiesto su sentido del humor para la autoparodia.
