?Tenemos de todo!
Me fastidia que tanta agitaci¨®n pol¨ªtica eclipse algunas cosas buenas, como el vestuario de las hermanas Mart¨ªn Berrocal en la boda de Cayetano y Eva. Juntas son una declaraci¨®n de independencia
La campa?a electoral no ha podido arrancar mejor. Declaraci¨®n de independencia en el Parlament catal¨¢n. Entrega de la medalla al m¨¦rito deportivo a Iker Casillas. Cristiano Ronaldo estrena su pel¨ªcula dedicada a ¨¦l mismo y Jorge Lorenzo dedica su premio MotoGP a los que arriesgan. Mientras, las hermanas Mart¨ªn Berrocal convierten la boda de Cayetano Rivera y Eva Gonz¨¢lez en una pasarela popular que se aleja del low cost y descubre glamour independiente. Una vez m¨¢s ponemos toda la carne (procesada o no) en el asador.
En cambio en EE UU solo hay una noticia: la boda de Sof¨ªa Vergara el s¨¢bado 21 de noviembre. Es el momento culminante de una carrera que significa para muchos latinoamericanos pasar de la desconexi¨®n a la integraci¨®n en el sue?o americano. Sof¨ªa se va a casar en Palm Beach, una especie de mini Catalu?a pero solo de ricos y famosos, con un hombre tan atractivo como ella, Joe Manganiello, que la convertir¨¢ en se?ora americana sin perder un ¨¢pice de su sexy colombiano. El secreto mejor guardado es que pasar¨¢n la luna de miel en la selva de Colombia. Otra declaraci¨®n de principios para el Gobierno de ese pa¨ªs: su selva es ahora tan segura, pacificada y espectacular como la propia Vergara.
El proceso catal¨¢n nos tiene en un ?ay! Todo lo de la independencia catalana me obliga a recordar la independencia de mi pa¨ªs, Venezuela, en 1810. No tengo muy claro que yo no anduviera presente, porque aquella declaraci¨®n fue en realidad una fiesta para la oligarqu¨ªa criolla que andaba un poquito nerviosa con Fernando VII. Seg¨²n nos explicaban en Primaria (porque la independencia es de esas cosas que te ense?an apenas aprendes a leer), un enviado del rey fue mal recibido por los ricos locales, al parecer porque solo ven¨ªa a cobrar impuestos y quer¨ªa irse a Colombia a celebrar una boda como la de Sof¨ªa Vergara. Los ricos venezolanos, que son nuestros padres de la patria, decidieron hacerle un feo al enviado real y cambiaron de sitio la recepci¨®n que hab¨ªan preparado. El pobre funcionario lleg¨® a una fiesta donde no hab¨ªa nadie mientras que sus anfitriones firmaban el acta de independencia en otra. Ya en aquel entonces a los venezolanos les encantaba andar en grupo o cambote, como le llaman all¨ª. Cuando el enviado del rey lleg¨®, el acta no solo estaba firmada sino que hab¨ªan preparado que el obispo de la ciudad se parapetara detr¨¢s de ¨¦l e hiciera gestos de negaci¨®n a las advertencias del enviado delante del pueblo congregado. As¨ª se independiz¨® Venezuela del reino de Espa?a, en una especie de vodevil con se?ores despistados y vestidos con medias y casacas en pleno tr¨®pico.
En Catalu?a lo est¨¢n haciendo m¨¢s o menos con la misma organizaci¨®n. Quiz¨¢s haya que recordar que a veces en los procesos de independencia uno termina m¨¢s dependiente que antes. Hoy en d¨ªa en Venezuela, por ejemplo, el tema de conversaci¨®n de los j¨®venes es marcharse de su pa¨ªs. Y entre las ciudades favoritas para iniciar una nueva vida est¨¢n justamente Madrid y Barcelona. No solo eso, algunas de las fortunas venezolanas surgidas en el r¨¦gimen de Ch¨¢vez gustan much¨ªsimo de adquirir y decorar bienes inmuebles en Espa?a, que pagan al contado encantados.
No tan encantadas, hay personas obligadas a lidiar con cuestiones inmobiliarias. Como por ejemplo la del contador de electricidad de la casona madrile?a de Esperanza Aguirre y la del contador de la garita donde se alojan los 11 guardias civiles que se ocupan de su seguridad. Aguirre asegura que son independientes. Y en uno se acumulan deudas y en el otro dudas. Un l¨ªo que trat¨® de desenredar presentando un tocho de facturas que tambi¨¦n demuestra que ella ya paga much¨ªsimo de electricidad. Fue entonces cuando, para responder a preguntas sobre qui¨¦n se har¨¢ cargo del sueldo de los guardias civiles que velan por ella, dijo: ¡°Mi seguridad no depende de m¨ª¡±. Maravilloso. Ni Blanche Dubois podr¨ªa superarla. Blanche cre¨ªa en la bondad de los extra?os, Aguirre tambi¨¦n.
Espa?a es generosa. Eso tambi¨¦n lo saben los millones de turistas que nos visitan. Aunque personalmente me fastidia que tanta agitaci¨®n pol¨ªtica eclipse algunas buenas cosas, como el vestuario de las hermanas Mart¨ªn Berrocal en la boda de Cayetano y Eva. Las cr¨ªticas han sido afiladas sin reconocer que las dos juntas son una declaraci¨®n de independencia, se alejan de cualquier convencionalismo f¨¢cil, se independizan seguras del resto de invitadas. Con una leve extravagancia inglesa, cogen el toro por los cuernos y prescinden del formalismo conservador de la cuadrilla de Mar¨ªa Jos¨¦ Su¨¢rez, que es la favorita de la prensa conservadora. Victoria y Roc¨ªo arriesgan y ganan. Y eso no siempre ocurre cuando se alcanza ese nivel de soberan¨ªa.
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