Los londinenses siguen esperando al metro nocturno
Un desacuerdo impide un cambio hist¨®rico en el transporte de la capital brit¨¢nica
El 12 de septiembre de 2015 estaba marcado en rojo en las agendas de muchos londinenses. Ese d¨ªa, tal como se anunci¨® hace m¨¢s de un a?o, el metro nocturno deb¨ªa empezar a andar. Seis trenes por hora las noches de los viernes y s¨¢bados en cinco l¨ªneas del tube.
Pero la ciudad sigue esperando en el and¨¦n. Los trabajadores de la noche que empiezan una odisea cuando termina su turno; los due?os de los pubs que contemplan impotentes c¨®mo sus clientes corren y dejan sus pintas, como zapatos de cenicienta, al llegar la medianoche; el p¨²blico de los teatros del West End, que sue?a con poder tomarse el postre antes de salir corriendo a los teatros, cuyas funciones ya no tendr¨ªan por qu¨¦ empezar tan pronto si el metro, una red con 150 a?os de historia, funcionara de noche.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, promete que los trenes nocturnos inyectar¨¢n 9.200 millones de euros en la econom¨ªa londinense para 2030 y crear¨¢n 50.000 puestos de trabajo. Pero, cuando los primeros conflictos laborales durante el pasado verano hicieron dudar de la fecha inicial, tambi¨¦n prometi¨® que estar¨ªa circulando antes del final de este oto?o, y eso no va a suceder. Los sindicatos y la empresa siguen sin llegar a un acuerdo sobre remuneraciones y turnos, y ya todos reconocen que no empezar¨¢ hasta el a?o que viene. La pregunta ahora es si podr¨¢ inaugurarlo el propio Johnson, que abandona su cargo en mayo.
Hasta entonces los londinenses noct¨¢mbulos seguir¨¢n viendo las primeras luces del d¨ªa a trav¨¦s de las ventanas con vaho de los autobuses nocturnos, el reducto m¨¢s novelesco del transporte londinense, fuente inagotable de historias de amor y derrota. Hasta que el metro eche a andar por la noche los londinenses seguir¨¢n contando con su excusa de cabecera para las retiradas tempranas: ¡°Me quedar¨ªa escuchando tus historias toda la vida, pero es que me tengo que ir corriendo a la estaci¨®n¡±. ¡°No soy yo, no es que est¨¦ ya mayor para la noche, es que se va mi ¨²ltimo metro¡±.
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