Cerco al yihadismo
Francia es el catalizador de la lucha contra el Estado Isl¨¢mico
Fran?ois Hollande, un l¨ªder franc¨¦s y europeo a la altura del reto que enfrenta, est¨¢ cosechando casi a diario importantes frutos en su esfuerzo para poner en pie una coalici¨®n internacional contra el Estado Isl¨¢mico. El objetivo es claro y concreto, como manifest¨® ayer en el homenaje a las v¨ªctimas del atentado de hace dos semanas: destruirlo.
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El respaldo mostrado por Barack Obama, Angela Merkel, David Cameron y Matteo Renzi, entre otros en Occidente, as¨ª como la sinton¨ªa con la Rusia de Putin, tiene una innegable tracci¨®n para muchos otros pa¨ªses que se est¨¢n sumando a esta coalici¨®n, bien como expresi¨®n de sus convicciones o por un pragmatismo que les lleva a no quedarse fuera del empe?o m¨¢s importante de la comunidad internacional realizado hasta la fecha contra esta amenaza global. Un impulso que va m¨¢s all¨¢ de las declaraciones, tal como han demostrado el brit¨¢nico Cameron y la alemana Merkel; el primero ha propuesto al parlamento autorizar el bombardeo de posiciones del Estado Isl¨¢mico en Siria, mientras que la segunda ha anunciado su disposici¨®n a enviar aviones y buques que colaborar¨¢n con las tropas francesas.
Francia se ha puesto a la cabeza de una empresa que deja fuera de juego los vagos argumentos que se refugian en el ¡°que alguien haga algo¡±. Ese alguien no es uno, sino muchos y de manera activa. Todos los pa¨ªses est¨¢n obligados a realizar un ejercicio que no es solo de solidaridad con Francia, sino tambi¨¦n ¡ªy fundamentalmente¡ª de autodefensa. No se trata de esperar a que Par¨ªs proponga y d¨¦ detalles, sino de tomar la iniciativa y asumir responsabilidades realistas y proporcionadas, como est¨¢n haciendo ya varias democracias occidentales.
En esta lucha global contra el yihadismo es necesario no perder de vista un punto fundamental expresado tambi¨¦n ayer por Hollande cuando asegur¨® que ¡°Francia seguir¨¢ siendo Francia¡±. En la confrontaci¨®n entre democracia y barbarie, la primera no puede convertirse en una v¨ªctima y perder su naturaleza. Se trata de defender una forma de vida que respeta la libertad individual para creer, opinar y actuar de manera p¨²blica e independiente seg¨²n el criterio de cada uno. Un modelo que ha proporcionado los m¨¢rgenes de libertad y bienestar m¨¢s amplios de la historia de la humanidad. Es un desaf¨ªo que va mucho m¨¢s all¨¢ de lo puramente b¨¦lico.
En este compromiso no sobra nadie. Por eso es muy importante que siete partidos pol¨ªticos espa?oles se hayan sumado al pacto antiyihadista suscrito por el PP y el PSOE el pasado mes de febrero. La unidad a todos los niveles es el primer paso para que el combate contra el Estado Isl¨¢mico tenga posibilidades de ¨¦xito. La presencia de Podemos como mero observador en la ceremonia de la firma ¡ªuna actitud positiva¡ª expresa al tiempo un distanciamiento que no deber¨ªa permitirse una fuerza que pretende gobernar Espa?a. Del mismo modo, un momento tan importante hubiera merecido sin duda la presencia del presidente del Gobierno y del l¨ªder del PSOE. Si no hay nada m¨¢s importante que la unidad, hay que saber transmitirlo a la sociedad.
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