Una nueva Constituci¨®n, un nuevo pa¨ªs
La crisis es una oportunidad para repensar la pol¨ªtica y abrir una etapa con derechos sociales blindados, un sistema de renta b¨¢sica y una econom¨ªa que reparta el trabajo
Hace algo m¨¢s de cuatro a?os ocupamos las plazas para exigir un cambio total en el sistema. Recogimos e hicimos nuestras las luchas hist¨®ricas del movimiento obrero y de los movimientos sociales a favor de los derechos sociales y democr¨¢ticos, siempre pensando en la necesidad de construir un futuro com¨²n con justicia social. Gritamos que no quer¨ªamos ser mercanc¨ªa en manos de pol¨ªticos y banqueros, y exigimos abrir una nueva etapa democr¨¢tica en nuestro pa¨ªs.
Constatamos entonces, como tambi¨¦n ahora, que nuestra Constituci¨®n de 1978 est¨¢ agotada. Es m¨¢s, ha sido tan incumplida por nuestros Gobiernos como superada por los poderes salvajes y antidemocr¨¢ticos que realmente gobiernan nuestro pa¨ªs. En las ¨²ltimas d¨¦cadas los gobernantes han vaciado nuestras garant¨ªas constitucionales para satisfacer las necesidades de un capitalismo en crisis cuya l¨®gica promueve la mercantilizaci¨®n de todas las esferas de la vida y el incremento de la explotaci¨®n laboral hasta niveles de puro esclavismo. Contratos por d¨ªas u horas y acuerdos verbales basados en la simple expectativa de poder convertirse en contratos en el futuro, esa es la realidad para millones de personas hoy en Espa?a.
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Esta crisis no cay¨® del cielo como una maldici¨®n b¨ªblica, tiene culpables: los que hincharon la burbuja sabiendo que estallar¨ªa, los que se hicieron ricos vendiendo preferentes, los corruptos y los corruptores, los cobardes que piden austeridad mientras se llenan los bolsillos y se llevan su dinero a para¨ªsos fiscales. Para ellos la salida de la crisis es m¨¢s de lo mismo, que Espa?a compita por bajos salarios, a costa de los que cada d¨ªa se levantan para trabajar o para buscar trabajo. Ese es el proyecto de pa¨ªs que la austeridad trae consigo: bajos salarios, mucho desempleo y econom¨ªa informal, servicios p¨²blicos mal dotados y sin proyecto de futuro para la mayor¨ªa social. En definitiva, un modelo de crecimiento econ¨®mico compatible con la precariedad y miseria microecon¨®mica.
Propongo que aprovechemos esta crisis como una oportunidad para repensar el pa¨ªs que queremos y, entre todos y todas, construyamos un nuevo pa¨ªs. De lo contrario, estamos convencidos de que habr¨¢ cambio, pero a peor. Sin izquierda y sin participaci¨®n democr¨¢tica cualquier cambio en Espa?a s¨®lo servir¨¢ para apuntalar este sistema desigual e injusto.
Esta crisis no cay¨® del cielo como una maldici¨®n b¨ªblica, tiene culpables
En primer lugar, necesitamos invertir la relaci¨®n actual entre econom¨ªa y pol¨ªtica. Necesitamos una econom¨ªa que est¨¦ al servicio de las personas y no al rev¨¦s. No hay condiciones democr¨¢ticas cuando el poder privado manda entre bambalinas y cuando tiene capacidad de gobernar sobre la Administraci¨®n p¨²blica. La democratizaci¨®n de la econom¨ªa es condici¨®n necesaria para que la democracia institucional no sea un mero teatro de sombras. Por eso proponemos una Banca P¨²blica y la nacionalizaci¨®n de las empresas privatizadas en los sectores estrat¨¦gicos. Nos parece ello tan importante como esclavizar a las finanzas y subordinarlas a la econom¨ªa productiva, para lo que tambi¨¦n es urgente un sistema fiscal progresivo que, entre otras cosas, incluya que las rentas del capital y las del trabajo tributen de la misma manera.
En segundo lugar, seguimos creyendo en el pleno empleo como objetivo realizable por un Estado. En un momento hist¨®rico de dominio del neoliberalismo, y de asunci¨®n de sus planteamientos ideol¨®gicos por gran parte de la izquierda, nosotros reivindicamos una econom¨ªa que reparta el trabajo. Nuestra modesta propuesta de trabajo garantizado servir¨ªa para crear un mill¨®n de puestos de trabajo en un a?o, mientras que permitir¨ªa entender mejor el papel que el Estado ha de tener como empleador de ¨²ltimo recurso. Eso s¨ª, defendemos un pa¨ªs en el que se trabaje con derechos, derogando las reformas laborales y recuperando la negociaci¨®n colectiva.
Urge un sistema fiscal progresivo en el que las rentas del capital y las salariales tributen igual?
En tercer lugar, los derechos sociales conquistados han de preservarse y blindarse constitucionalmente. Por eso defendemos un pa¨ªs con una educaci¨®n p¨²blica, gratuita, laica y de calidad, que suprima progresivamente los conciertos y aumente la inversi¨®n hasta el 7% del PIB. Asimismo, queremos que la salud sea un derecho y no una mercanc¨ªa, para lo cual acabaremos con la privatizaci¨®n y recuperaremos la Sanidad P¨²blica destinando el 6,7% del PIB. Proponemos tambi¨¦n un plan de emergencia social, un sistema de renta b¨¢sica, un parque p¨²blico de viviendas en alquiler barato, la paralizaci¨®n de los desahucios y garantizar por ley los suministros de agua, energ¨ªa, transporte y vivienda b¨¢sicos y gratuitos a personas con dificultades econ¨®micas.
En cuarto lugar, queremos un pa¨ªs en el que haya igualdad entre hombres y mujeres, con democracia paritaria, sin brecha salarial. Queremos erradicar la violencia de g¨¦nero en todas sus manifestaciones y defendemos el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Un pa¨ªs que crea en la igualdad y que defienda que ning¨²n ser humano es ilegal y que toda persona que viva en nuestro territorio tiene que tener los mismos derechos y obligaciones, que luche contra cualquier forma de discriminaci¨®n. Un pa¨ªs que defienda la cooperaci¨®n entre pueblos como el mejor camino para trabajar por la paz, por eso rechazamos la OTAN, no queremos bases extranjeras y s¨ª reducir gastos militares. Un pa¨ªs que no firme el TTIP porque es contrario a los intereses de las clases populares de toda Europa.
Nuestra propuesta de empleo garantizado podr¨ªa crear un mill¨®n de puestos en un a?o
En quinto lugar, queremos recuperar la pol¨ªtica como instrumento y no como espect¨¢culo. No nos interesa conocer los gustos privados de los pol¨ªticos, as¨ª como sus habilidades cantando o bailando, sino que queremos deliberar sobre proyectos pol¨ªticos. Para ello apostamos por instituciones democr¨¢ticas que preserven la pluralidad y hagan prevalecer los valores de la Ilustraci¨®n por encima de la l¨®gica impulsiva y espectacular de la moda aplicada ahora tambi¨¦n en pol¨ªtica.
En resumen, nuestro plan es un nuevo pa¨ªs que devuelva al pueblo la capacidad de gobernarse a s¨ª mismo. Para hacerlo proponemos un proceso constituyente que de forma participativa elabore una nueva Constituci¨®n que evite el saqueo y la explotaci¨®n. Con un sistema electoral proporcional, con Iniciativas Legislativas Populares que puedan crear o derogar normas, con instrumentos revocatorios y la dignificaci¨®n de la memoria democr¨¢tica. Un pa¨ªs federal pensado por y para las clases populares. Y, por supuesto, una Rep¨²blica.
Casi 40 a?os despu¨¦s de la Constituci¨®n del 78, es momento de abrir una nueva etapa. Se trata de nuestras vidas y de c¨®mo queremos vivirlas. El 20-D tenemos una oportunidad de empezar este camino. Os propongo que lo hagamos juntos.
Alberto Garz¨®n es el cabeza de lista de Izquierda Unida / Unidad Popular en las elecciones del 20-D.
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