Cat¨¢strofes que dejan muertos
Parece que los periodistas rellenasen cada lunes una plantilla donde s¨®lo hubiera que actualizar los datos
El abuso del verbo ¡°dejar¡± como equivalente de ¡°causar¡± est¨¢ colonizando los titulares que dan cuenta de cat¨¢strofes. Leemos a menudo oraciones como ¡°el terremoto dej¨® 26 muertos¡±, ¡°el accidente dej¨® ocho muertos¡±, ¡°la explosi¨®n deja 10 muertos¡±¡ Y cada lunes, ¡°el fin de semana deja X muertos en las carreteras¡±.
Si uno escribe en un ciberbuscador esta ¨²ltima oraci¨®n sin comillas y sin la equis, obtendr¨¢ como respuesta decenas de titulares iguales en los que solamente var¨ªa la cifra: como si los periodistas rellenasen cada lunes una plantilla de palabras en la que s¨®lo hubiera que actualizar los datos con el n¨²mero de heridos y fallecidos.
La entrada del Diccionario acad¨¦mico correspondiente al verbo ¡°dejar¡± desgrana 22 acepciones. Y ni una de ellas parece equivaler ni remotamente al verbo ¡°causar¡±. Tampoco las 20 que recoge el Diccionario del Espa?ol Actual (Seco, Andr¨¦s y Ramos). Y aun en el caso de que ambas obras amparasen el uso (y creemos que no), podr¨ªamos criticar el abuso.
Los significados m¨¢s usuales de ¡°dejar¡± se refieren al hecho de terminar algo, o desprenderse de una persona o cosa. Se deja de fumar, se deja un trabajo, se deja un lugar, se deja al novio, se deja una herencia¡ Y tambi¨¦n se permite algo (¡°le dej¨® gritar¡±), se obtiene un beneficio tras una acci¨®n acabada (¡°el negocio le deja 100.000 euros al a?o¡±) o se provoca un cambio de estado (¡°lo dejar¨¢ perplejo¡±).
Los terremotos y otros desastres matan, desuelan, destruyen, da?an. ?stos no son verbos prohibidos, sino precisos, ricos, descriptivos
De ese modo, el vendaval que deja los ¨¢rboles derribados los altera (antes se hallaban de pie). Pero no es lo mismo ¡°los dej¨® derribados¡± que ¡°dej¨® derribados¡±; ni ¡°nos dej¨® muertos a los tres¡± (al darnos una mala noticia) que ¡°nos dej¨® tres muertos¡± (lo cual puede equivaler a que ¡°tres muertos fueron dejados¡±. Quiz¨¢s por la inundaci¨®n).
Estamos acostumbrados a que el verbo ¡°dejar¡± se refiera a objetos o personas a los que se pone en un sitio o de los cuales nos alejamos, y para ello hace falta haberlos tenido cerca antes. Nos suena bien que el r¨ªo deje un muerto sobre la orilla, porque lo arrastraba en su corriente; pero resulta de dif¨ªcil comprensi¨®n que cualquier fen¨®meno natural o artificial deje 20 muertos en una ciudad y 30 en otra, como si se tratara de un ser animado que los fuese desperdigando distra¨ªdamente.
Los desastres causan v¨ªctimas, provocan desolaci¨®n, ocasionan la destrucci¨®n de bienes, producen da?os, Es decir, matan, desuelan, destruyen, da?an. ?stos no son verbos prohibidos, sino precisos, ricos, descriptivos, y por tanto period¨ªsticos. Sin embargo, ¡°dejar¡± ocupa tan a menudo su lugar en los titulares que se ha convertido en un verbo muy pesado, incluso si fuera correcto (qui¨¦n sabe). Pero s¨®lo por variar un poco, habr¨ªa que dejar de dejar tanto.
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