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Los ¡®churequeros¡¯ Ellos eran los basureros, los recicladores, los ¡®churequeros¡¯ que hoy son los trabajadores, supervisores, operarios de la nueva planta de tratamiento de residuos impulsada por la cooperaci¨®n espa?ola que no s¨®lo ha cambiado su trabajo, sino sus condiciones de vida Tania Fabiola Brice?o (21 a?os) dice que prefiere no recordar nada de su vida en el vertedero de La Chureca. All¨ª naci¨® y vivi¨® con sus padres y ?16 hermanos! Se r¨ªe al acordarse de c¨®mo se peleaban por las tres camas que ten¨ªan. ¡°Los que no alcanz¨¢bamos, dorm¨ªamos en el suelo de tierra¡±. Eso s¨ª lo recuerda. Ahora tiene una ni?a de cuatro a?os. ¡°Nadie se imagin¨® el cambio que dar¨ªa todo esto. Fue tan repentino. Aunque mucha gente a¨²n nos sigue viendo como esos ¡®churequeros¡¯, ya somos diferentes¡±. Estudi¨® hasta 5? de Primaria. Quiere seguir estudiando. Si cierra los ojos, sue?a con ser una gran empresaria, de cualquier tipo, pero trabajando en una oficina. ¡°Si es posible, de jefa¡±. Gabriel Pecot Antes, Jos¨¦ Ventura Portocarrero (57 a?os) compraba oro a los recolectores de basura del mayor vertedero de Am¨¦rica Latina. Nunca vivi¨® en el basurero, como la mayor¨ªa de sus compa?eros en la moderna planta de selecci¨®n de residuos, donde trabaja actualmente. ¡°Yo les compraba a los recolectores piezas de aluminio, oro y plata¡±. ?l es uno de los 15 intermediarios (compradores de basura) a los que el proyecto, coordinado por la Cooperaci¨®n Espa?ola y la Alcald¨ªa de Managua, ofreci¨® una peque?a indemnizaci¨®n y un puesto en la nueva planta de residuos. El objetivo era que ellos tambi¨¦n contribuyeran al cierre del vertedero y al cambio integral de la poblaci¨®n que viv¨ªa de la basura. No fue f¨¢cil ¡°Antes ganaba m¨¢s dinero comprando directamente a los ¡®churequeros¡¯, pero ahora aqu¨ª estoy cotizando para ganarme la jubilaci¨®n¡±. Cree que el proyecto es un buen ejemplo de lucha contra la pobreza. Gabriel Pecot Luisa Amanda Dom¨ªnguez (38 a?os), madre soltera de seis hijos: ¡°No dejaba de dolerme ver a los ni?os muertos, pero la verdad es que nos acostumbramos a ello¡±. Al vertedero de La Chureca llegaba todo tipo de residuos y deshechos, incluidos los hospitalarios. Todos los que trabajaron all¨ª nunca olvidan la impresi¨®n de encontrarse entre la basura y los ¡°zopilotes¡± (buitres) a los ni?os muertos. Managua no contaba entonces con un sistema ¨®ptimo de incineraci¨®n de deshechos hospitalarios. En la planta de selecci¨®n de residuos, Luisa cobra aproximadamente el equivalente a 200 d¨®lares mensuales. El salario m¨ªnimo en el pa¨ªs ronda los 115 d¨®lares, aunque el costo de la vida en una familia se estima en m¨¢s de 400 d¨®lares mensuales. Su sue?o es seguir trabajando, ¡°porque con este trabajo cambi¨® totalmente mi historia¡±. Gabriel Pecot La primera vez que Rafael S¨¢nchez Tob¨ªas (22 a?os) supo que ten¨ªa una historia grande que contar hab¨ªa cumplido 16 a?os. Para entonces hab¨ªa perdido a su madre a los nueve, hab¨ªa pasado por un orfanato en el vecino pa¨ªs de El Salvador, y hab¨ªa regresado con su padre a Nicaragua para vivir y trabajar junto a 2000 personas en el mayor vertedero a cielo abierto de Am¨¦rica Latina, La Chureca. Gabriel Pecot