¡®The Newsroom¡¯
Se le dio un sueldo y una tarjeta de gastos de representaci¨®n para que dudase en los restaurantes (¡®?pago con mi dinero o con el de otro?¡¯)
Una de las razones por las que nunca llegu¨¦ a engancharme a The Newsroom es porque sab¨ªa que Nacho Villa estaba dirigiendo una televisi¨®n auton¨®mica en Castilla La Mancha. Me pareci¨®, de hecho, una sobrada de Aaron Sorkin.
Si en la primera se me promet¨ªan brillantes di¨¢logos y la ca¨ªda del caballo tan estadounidense, llena de expiaci¨®n, de un presentador interpretado por Jeff Daniels, en la segunda hab¨ªa un elemento tragic¨®mico que dejaba en evidencia a Sorkin: una jefa de informativos que recib¨ªa a manotazos a la maquilladora cuando ¨¦sta quer¨ªa arreglarle el pelo. Hay impuestos que si te dicen que son para ciertas cosas los pagas como cuando los nazis descorchaban el champ¨¢n en el bunker y se daban a la org¨ªa.
Yo soy gallego y por tanto vengo de una fuerte tradici¨®n de televisiones auton¨®micas. En el resto de pa¨ªses democracia es cuando el timbre suena de madrugada y sabes que es el lechero; en Galicia sabemos que la democracia resiste porque es Gayoso, el presentador de Luar. Un d¨ªa lo mandaron claramente ¡°a tomar polo c¨²¡± porque el se?or, ya dormido, ten¨ªa que madrugar al d¨ªa siguiente (¡°?ti non traballas ma?¨¢ que andas de carallada co tel¨¦fono?¡±); a veces es preferible que si te tienen que despertar, que al menos sea para torturarte. El m¨¢s hermoso acto po¨¦tico que se recuerda de la TVG sucedi¨® cuando en la noche electoral de 2005, viendo el cariz que tomaban los resultados, se clausur¨® el programa especial para reponer un episodio de Se ha escrito un crimen. Una generaci¨®n de gallegos supimos que el fraguismo hab¨ªa muerto cuando apareci¨® en la pantalla la se?orita Fletcher: all¨ª ya no hab¨ªa nada que hacer.
Cuando Cospedal lleg¨® a Castilla La Mancha con la promesa de la austeridad la aplic¨® a conciencia en los medios p¨²blicos; nada m¨¢s austero ¨¦ticamente que Ignacio Villa. Se le dio un sueldo y una tarjeta de gastos de representaci¨®n para que dudase en los restaurantes (¡°?pago con mi dinero o con el de otro?¡±) y se colocaron dos corresponsal¨ªas estrella: una en Bruselas y otra en Hong Kong. Los lazos que unen a Castilla La Mancha con Asia vienen de lejos: de Muchachada Nui. A Bruselas, donde las decisiones europeas pod¨ªan afectar a la comunidad aut¨®noma, Villa llam¨® dos veces; a Hong Kong, donde se estaban tomando las decisiones que pod¨ªan afectar a Villa, 300.
Ya se est¨¢n dando las explicaciones pertinentes, entre las cuales las m¨¢s exuberantes son las referentes a los gastos de representaci¨®n: nadie se representa mejor a s¨ª mismo que en su tiempo de ocio.
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