La gran fiesta de los juguetes falsificados
El tr¨¢fico ilegal de las imitaciones de es un negocio lucrativo: cuesta 1.400 millones de euros en toda la Uni¨®n Europea
Nada frena la pirater¨ªa. El mundo de la falsificaci¨®n lo abarca todo: discos, pel¨ªculas, ropa de marca, cosm¨¦ticos, f¨¢rmacos y, por supuesto, juguetes, el producto estrella de las Navidades. Despu¨¦s del textil, el negocio de las copias il¨ªcitas de mu?ecas, peluches, coches de carreras o puzles es el m¨¢s lucrativo. Representan en torno al 12,3% de la facturaci¨®n del sector en la Uni¨®n Europea, un porcentaje que traducido a euros equivaldr¨ªa a 1.400 millones, seg¨²n datos recientes de la Oficina para la Armonizaci¨®n del Mercado Interior, un organismo comunitario que tiene su sede en Alicante, donde se alza el llamado Valle del Juguete.
El tr¨¢fico de las imitaciones es a¨²n m¨¢s jugoso si se contabilizan los videojuegos y las consolas, que cada vez se consumen a edades m¨¢s tempranas. Los soci¨®logos perciben que los ni?os van abandonando el trebejo tradicional para engancharse a los juegos tecnol¨®gicos. Este a?o ganan terreno los drones, que han engullido a los cl¨¢sicos helic¨®pteros teledirigidos. En parte por el impacto de la televisi¨®n, que marca las preferencias. Los menores no solo est¨¢n sometidos a un bombardeo de anuncios que les incita al consumo desaforado ¡ªlas t¨¦cnicas publicitarias son persuasivas y los ni?os, un blanco f¨¢cil y vulnerable¡ª sino por la influencia de las series animadas. Eso explica que los mu?ecos de La patrulla canina sean los m¨¢s demandados esta temporada, como antes lo fue Bob Esponja.
La Navidad, que concentra el 75% de las ventas anuales de juguetes, se convierte as¨ª en la gran fiesta de las falsificaciones. Proliferan imitaciones que guardan incre¨ªble parecido con el original y consiguen crear confusi¨®n en el comprador no avispado. Una pieza adulterada no solo es un fraude econ¨®mico. Entra?a un riesgo a?adido: muy probablemente, el fabricante (por lo general, instalado en el continente asi¨¢tico) se haya saltado las normas de seguridad. Y esta es una de las claves por las que puede ofrecer una copia similar a un precio mucho m¨¢s barato. Una empresa que no tiene reparo en falsificar un juguete tampoco se detendr¨¢ a la hora de incumplir los controles de seguridad y usar materiales t¨®xicos o peligrosos.
Los falsificadores tienen ¨¦xito por la rapidez con la que responden a la demanda del p¨²blico. Poco despu¨¦s de su estreno, bazares y mercadillos est¨¢n plagados de la ingente mercadotecnia (mu?ecos, camisetas, videojuegos, rayos l¨¢ser) que evoca la ¨²ltima pel¨ªcula de Star Wars. Las copias par¨¢sito salen al escaparate al mismo tiempo que las que se comercializan bajo licencia, dando as¨ª apariencia de legalidad.
Para combatir este fen¨®meno no basta con que exista un d¨ªa mundial de la antifalsificaci¨®n (el 2 de junio). Hace falta mucha pedagog¨ªa (la mitad de los j¨®venes y adolescentes piensa que adquirir estas mercanc¨ªas es ¡°inteligente¡±). Ser¨ªa ¨²til imponer sanciones disuasorias a quienes se burlan de los derechos de propiedad intelectual y ser conscientes de que los fabricantes que se lucran con las imitaciones son tambi¨¦n ladrones.
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