Calabazas

Uno de los t¨®picos que m¨¢s se han escuchado desde el recuento de votos de las ¨²ltimas elecciones es ese que dice que algunos l¨ªderes pol¨ªticos priman sus intereses personales por encima de los intereses de la naci¨®n. La frase no es tan solo una cursiler¨ªa, sino que es de una fingida inocencia sonrojante. Si prestas o¨ªdo con atenci¨®n, descubrir¨¢s que quien utiliza esta frase suele ser siempre alguien que pretende que los dem¨¢s se asocien con sus intereses particulares. Una vez que se ha resuelto el endiablado reto en que hab¨ªan sumergido a los miembros de la CUP las elecciones catalanas, queda por saber si los resultados de las elecciones generales tambi¨¦n provocar¨¢n una parecida resoluci¨®n a plazos. La ¨²nica evidencia que arrojan los resultados electorales es el acuerdo para ahorrarnos los desmanes que han causado las mayor¨ªas absolutas.

Cuando m¨¢s complicados parecen los pactos, el ¨²nico aliento de optimismo para la ciudadan¨ªa consiste en recordar que las mayor¨ªas fuertes y absolutas casi siempre han servido para justificar la corrupci¨®n, la desidia y el mal gobierno. Puestos a preferir, uno se conforma con la inestabilidad climatol¨®gica, mucho mejor que con el nublado las 24 horas del d¨ªa. Fatigados como est¨¢n ya los conceptos de Espa?a y Catalu?a por tantos que se los apropian en cada frase, a¨²n hay m¨¢s virajes escondidos detr¨¢s de la aritm¨¦tica, porque quienes parecen haber salido fortalecidos, y hasta presumen de ello, son en realidad los m¨¢s d¨¦biles. La ¨²nica pregunta honesta que se est¨¢n haciendo los l¨ªderes pol¨ªticos en la intimidad es si a ellos les va mejor o peor que se repitan las elecciones. Y es natural que sea as¨ª. Por tanto en vez de pronunciar cursiladas que suenan a frase de Kennedy pasada por el eslogan de las rebajas de El Corte Ingl¨¦s, lo mejor ser¨¢ atender a las urgencias de cada uno, comprenderlas, asumirlas y si somos llamados a votar de nuevo, echarles una mano para resolv¨¦rselas y que les quede m¨¢s claro la pr¨®xima vez.

En la linda fiesta de la democracia, la salida del baile es casi siempre un atasco de calabazas, con pr¨ªncipes a los que les sobra un zapato y les falta un pie al que calz¨¢rselo. Las remotas posibilidades de formar Gobierno no deber¨ªan hacernos olvidar que las f¨®rmulas que auparon al poder a Carmena o Colau, y casi a Gabilondo, pasan por invitar a la primera l¨ªnea de gesti¨®n una idea ilusionante y con marchamo de honestidad, encarnada por alguien que tenga algo m¨¢s que ofrecer que c¨¢balas contables en el comit¨¦ federal de su marca electoral.