Una nueva relaci¨®n transatl¨¢ntica
Espa?a tuvo en el siglo XVIII un gran protagonismo para la configuraci¨®n de la g¨¦nesis de Estados Unidos. Hoy en d¨ªa es necesario profundizar las relaciones con el pa¨ªs norteamericano; plaza estrat¨¦gica para cualquier empresa con vocaci¨®n global
El pasado mes de septiembre el rey Felipe?VI realiz¨® su primera visita oficial como jefe del Estado a EE?UU, donde mantuvo un encuentro con el presidente Obama. El viaje estuvo marcado por las celebraciones del 450? aniversario de la ciudad de San Agust¨ªn (Florida), el primer asentamiento europeo y espa?ol, en aquel pa¨ªs. Por ello, la visita tuvo un peso hist¨®rico y cultural del que no siempre se es consciente a ambos lados del Atl¨¢ntico pero que marca la profundidad y car¨¢cter de nuestro v¨ªnculo transatl¨¢ntico.
Durante la visita de cuatro d¨ªas, el Rey presidi¨® el acto de entrega del premio Bernardo de G¨¢lvez, galard¨®n que reconoce la labor realizada por personas e instituciones que, con su trabajo, han impulsado la cooperaci¨®n entre Espa?a y EE?UU. Este a?o el premio se entreg¨® a Ford Motor Company en la persona de Mark Fields, consejero delegado de la compa?¨ªa, por la importancia de la factor¨ªa de Almusafes en el desarrollo industrial de la Comunidad Valenciana y de la industria de componentes. En el periodo 2011-2015 ha invertido un total de 2.300 millones de euros, creando 3.000 nuevos puestos de trabajo.
La vida de Bernardo de G¨¢lvez sirve para ilustrar la importancia que tuvo Espa?a en la g¨¦nesis y posterior desarrollo de la personalidad y car¨¢cter de EE?UU y del estrecho v¨ªnculo que une a ambos pa¨ªses. Designado gobernador de Luisiana en 1776, jug¨® un papel fundamental en la Guerra de Independencia americana, negociando el apoyo financiero espa?ol y, adem¨¢s, participando activamente en algunas de las batallas clave de la contienda, incluyendo su decisiva intervenci¨®n en la batalla de Pensacola en 1781, donde G¨¢lvez, en inferioridad num¨¦rica, venci¨® a la Royal Navy con la divisa ¡°el que tenga honor y valor que me siga¡±. Esta contienda le convirti¨® en h¨¦roe espa?ol y norteamericano. Tanta fue su influencia y reconocimiento que durante la parada militar del 4 de julio dice la leyenda que G¨¢lvez desfil¨® a la derecha del mism¨ªsimo George Washington. Este reconocimiento fue valorado el a?o pasado por el Congreso de EE?UU otorg¨¢ndole la ciudadan¨ªa honoraria y situando un retrato de honor en el Senado. Un reconocimiento concedido hasta la fecha ¨²nicamente a ocho personas, entre ellos Winston Churchill, Lafayette o la madre Teresa.
En Espa?a ha pasado desapercibida la gran influencia que nuestro pa¨ªs ejerci¨® en la historia de EE?UU, desde la formaci¨®n de los primeros asentamientos al papel en la Guerra de Independencia. En este sentido, nuestros fuertes lazos hist¨®ricos, culturales e idiom¨¢ticos son elementos que pueden jugar a nuestro favor y que conviene potenciar. En una carta publicada por el Philadelphia Press el 20 de julio de 1883 ¡ªcon motivo del aniversario de un asentamiento espa?ol, el 333? aniversario de la ciudad de Santa Fe de Nuevo M¨¦xico¡ª, el poeta y fil¨®sofo Walt Whitman se?alaba que EE?UU no se han formado exclusivamente a partir de la influencia de las islas brit¨¢nicas sino que ¡°a esta futura identidad americana compleja, el car¨¢cter espa?ol aportar¨¢ algunos de sus componentes m¨¢s necesarios. Ning¨²n otro patrimonio posee un acervo hist¨®rico m¨¢s grandioso¡±. He aqu¨ª un poderoso posicionamiento latente que debemos saber aprovechar.
Es preciso recuperar el posicionamiento hist¨®rico y cultural de nuestro pa¨ªs en la negociaci¨®n del TTIP
Pero, ?qu¨¦ tienen en com¨²n estas celebraciones y premios con el TTIP (Asociaci¨®n Transatl¨¢ntica de Comercio e Inversi¨®n), Espa?a y Estados Unidos? Estos v¨ªnculos hist¨®ricos y culturales han de servir, adem¨¢s de para ilustrar la importancia que tuvo Espa?a en la g¨¦nesis y posterior desarrollo de la personalidad y car¨¢cter de Estados Unidos, para reforzar y reactivar, a trav¨¦s del TTIP, el estrecho v¨ªnculo que nos une. Pero no ¨²nicamente abriendo nuevas oportunidades de inversi¨®n para las empresas espa?olas sino ofreciendo nuevos mercados, como el asi¨¢tico, donde Espa?a est¨¢ infrarrepresentada y donde las oportunidades que proporciona el TTP (Acuerdo Transpac¨ªfico de Cooperaci¨®n Econ¨®mica), si saben aprovecharse, son enormes. Por tanto, en las interminables discusiones sobre los problemas y beneficios del TTIP es necesario ahondar en ciertos beneficios indirectos que, si las empresas espa?olas saben aprovecharlo, pueden proporcionar nuevas oportunidades de exportaci¨®n e inversi¨®n directa.
Respecto a los ¨¢mbitos comercial e inversor a¨²n estamos lejos de su potencial. En 2014, las ventas de Espa?a en EE?UU apenas representaron un 4,4% sobre el total, muy lejos del peso del mercado norteamericano en la econom¨ªa mundial. Pese al esfuerzo por diversificar nuestro mix exportador en los ¨²ltimos a?os, todav¨ªa hoy cerca de la mitad de nuestras ventas fuera se concentran en tan solo cinco socios comerciales (Francia, Alemania, Portugal, Italia y Reino Unido). Con el advenimiento de la crisis, las empresas espa?olas han hecho un esfuerzo en reforzar y diversificar el conjunto de nuestras exportaciones.
Esta baja presencia de nuestras exportaciones en EE?UU guarda relaci¨®n con la tambi¨¦n baja presencia inversora en aquel pa¨ªs. De nuevo, pese al gran crecimiento de los flujos inversores desde el complejo ejercicio 2008, y que se han incrementado en un 56%, en sectores como la banca, la construcci¨®n o las concesiones, lo cierto es que a d¨ªa de hoy tan solo un d¨®lar de cada 57 invertidos por inversores extranjeros en EE?UU es de capital espa?ol, se?al inequ¨ªvoca del gran potencial existente.
En 2014, las ventas de Espa?a en EE UU apenas reprTIPesentaron un 4,4% del total
Estados Unidos re¨²ne muchas caracter¨ªsticas que lo convierten en una plaza sumamente atractiva no solo para vender sino para invertir: de hecho, lo primero es muy dif¨ªcil de lograr sin lo segundo. Presenta un gran mercado potencial y su solidez pol¨ªtica e institucional as¨ª como su elevado ¨ªndice de competitividad y facilidad para hacer negocios lo convierten en un pa¨ªs estrat¨¦gico donde localizar inversiones para, desde all¨ª, abordar otros mercados de Latinoam¨¦rica y del resto de la cuenca pac¨ªfica ahora que se ha firmado el TTP.
Este tratado suma atractivo a las filiales espa?olas en EE?UU que ver¨¢n facilitadas sus ventas e inversiones en los pa¨ªses de la comunidad Pac¨ªfica. El pr¨®ximo TTIP, en plena negociaci¨®n europea, es una pieza estrat¨¦gica que puede dar momentum a las inversiones espa?olas en EE?UU favoreciendo un mix m¨¢s diversificado de nuestras ventas al exterior, lo que en el futuro deber¨ªa de ser una fuente de antifragilidad para el conjunto de la econom¨ªa espa?ola y una mejora de nuestro perfil de riesgo.
Estados Unidos es una plaza estrat¨¦gica para cualquier empresa espa?ola con vocaci¨®n de compa?¨ªa global o cuanto menos internacional, por su potente mercado dom¨¦stico y como plataforma de apoyo para llegar a otros mercados. En este sentido, recuperemos el posicionamiento hist¨®rico y cultural de nuestro pa¨ªs en la negociaci¨®n del TTIP a trav¨¦s de la Uni¨®n Europea, para desarrollar una nueva relaci¨®n transatl¨¢ntica, con una personalidad renovada que estreche y fortalezca definitivamente el v¨ªnculo que nos une. Ning¨²n otro pa¨ªs europeo posee un acervo hist¨®rico mejor para ello. Tambi¨¦n nuestra estructura econ¨®mica tiene un primer beneficiario, la mediana empresa, de la que sacar ventaja.
Juan Mar¨ªa Nin G¨¦nova es presidente de la Fundaci¨®n Consejo Espa?a Estados Unidos.
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