De Mas a Puigdemont
Cierto que el nuevo president comparte partido, proyecto, programa y equipo con su patrocinador. Pero el Molt Honorable mostr¨® otro estilo
Artur Mas caduc¨® por muchas cosas, pero sobre todo por la doble herej¨ªa de fragmentar a la sociedad catalana y violar la ley.
Vulner¨® la norma por dos veces. El 9-N de 2014 al convocar su seudorrefer¨¦ndum, desobedeciendo al Tribunal Constitucional (TC), algo ilegal, incluso aunque no fuese delito. Y el 9-N de 2015 al patrocinar la insurgente declaraci¨®n parlamentaria de desacato a la legalidad e instituciones espa?olas y europeas, sobre todo al TC.
Susurran sus forofos que resurgir¨¢ como el ave f¨¦nix. Pero en esta Europa solo resucita el incombustible Giulio Andreotti. Si el (nada deseable) proyecto secesionista ganase, la medalla de la patria ir¨ªa a su sucesor, Carles Puigdemont. Si fracasa, ser¨¢n sus seguidores quienes se precipiten a correrles a gorrazos. A ambos.
Cierto que Puigdemont comparte partido, proyecto, programa y equipo con su patrocinador. Y que ignor¨® en su investidura a Europa; soslay¨® la corrupci¨®n pujolista; y se dirigi¨® m¨¢s a sus votantes que a todos los ciudadanos, ese indicio de sectarismo.
Pero el Molt Honorable mostr¨® otro estilo. M¨¢s normal: pues empez¨® por pedir disculpas y dar las gracias (?viva la urbanidad que otros perdieron!); apel¨® a la ¡°humildad¡± y la ¡°modestia¡± frente a la altivez, vanidad y suficiencia conocidas; y replic¨® veloz, pero menos mordaz y m¨¢s respetuoso. ?Poco? Un alivio.
Aunque la clave del relevo radica en si se somete al Estado de derecho o conculca la legalidad democr¨¢tica. El criterio debe consistir en que todo es posible (aunque sea indeseable) dentro de la ley; nada contra ella. Cuando el nuevo president repesc¨® para su programa, uno por uno, los puntos de la declaraci¨®n ilegal del pasado 9-N olvid¨® (?a conciencia?) su cl¨¢usula sexta, la del desacato.
Y luego, al contestar a su oponente m¨¢s eficaz y correoso, el socialista Miquel Iceta, asegur¨®, literalmente: ¡°No situaremos a las instituciones fuera de la ley; nunca estar¨¢ este Parlamento fuera de la ley [?la espa?ola?], no lo estar¨¢ nunca¡±. Si cumple, podr¨¢ aspirar a pactar, y con mayor credibilidad porque es un secesionista duro y no un tr¨¢nsfuga del autonomismo, d¨¦bil ante sus propios patas negras. Si incumple, le suceder¨¢ lo que a Mas.
D¨¦mosle-d¨¦monos tiempo. Si no los 100 d¨ªas tradicionales, que el baile ya dura mucho, s¨ª al menos... unas horas.
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