La aparente afici¨®n por el lujo de la mujer de Kim Jong-un

Como todo lo que rodea Corea del Norte, la vida de los m¨¢s estrechos colaboradores y familiares de Kim Jong-un es una inc¨®gnita. M¨¢s a¨²n la de su mujer, Ri Sol-ju, que seg¨²n los servicios secretos surcoreanos se cas¨® con el joven dictador en el a?o 2009. Pero sus apariciones en los medios de comunicaci¨®n estatales, sin embargo, dejan entrever su afici¨®n por la moda en un pa¨ªs donde la vestimenta o los peinados tambi¨¦n est¨¢n sujetos a los patrones que marca el Gobierno.

A pesar de que sus ausencias prolongadas en la esfera p¨²blica han desatado infinidad de rumores, lo cierto es que Ri acostumbra a acompa?ar a Kim en los eventos m¨¢s informales como visitas a pueblos, teatros o escuelas. La joven se presenta con tacones altos y vestidos coloridos y atrevidos por los est¨¢ndares del pa¨ªs. Su presencia destaca enormemente entre uniformes grises y verdes militares hasta el punto que cuando hace tiempo que no aparece se especula que podr¨ªa haber ca¨ªdo en desgracia por su imagen demasiado moderna. Pero Ri tarde o temprano vuelve, y algunas de estas apariciones han sido pol¨¦micas porque en ellas se aprecia su aparente afici¨®n por los art¨ªculos de lujo.

En 2012 la mujer de Kim fue fotografiada con un bolso de mano muy similar a un modelo de Dior, cuyo precio en Corea del Sur rondaba los 1.300 euros, aproximadamente lo que ingresa un ciudadano norcoreano de clase media en todo un a?o. M¨¢s recientemente, mientras acompa?aba a su marido en la inauguraci¨®n de la flamante nueva terminal del aeropuerto de Pyongyang, otro bolso volvi¨® a llamar la atenci¨®n al parecerse a uno comercializado por Prada. Se desconoce si se trata de art¨ªculos originales o de imitaciones, aunque Corea del Sur considera factible la primera posibilidad.

Adem¨¢s de bolsos, a Ri se la puede ver con joyas caras y vestidos hechos a medida. Su estilo, seg¨²n los observadores, ha sido toda una sorpresa para los ciudadanos, acostumbrados a que las anteriores primeras damas (esposas del padre y el abuelo del actual l¨ªder norcoreano) estuvieran siempre en la sombra. Para las mujeres de las elites de Pyongyang, Ri es un modelo a seguir. De ah¨ª el crecimiento de las importaciones de productos de lujo como coches, relojes, cosm¨¦ticos o perfumes, desde que el m¨¢s joven de los Kim tom¨® las riendas del pa¨ªs a finales de 2011. Todos estos art¨ªculos llegan al pa¨ªs a trav¨¦s de China.

Si bien algunos norcoreanos pueden intuir el precio de algunos de los complementos que posee Ri, la gran mayor¨ªa de los 25 millones de habitantes del pa¨ªs m¨¢s aislado del mundo no tiene ni la m¨¢s remota idea sobre la predilecci¨®n de la primera dama por los productos de lujo. No es extra?o pues que uno de los mensajes de propaganda que emiten los altavoces instalados por Corea del Sur en la frontera entre ambos pa¨ªses -y que tanto enervan en el Norte- se centre precisamente en este ¨¢mbito: "sus bolsos cuestan miles de d¨®lares", repiten de forma ininterrumpida.

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