Los calzoncillos que quiso preservar Sean Connery
La Audiencia de M¨¢laga enjuicia las supuestas irregularidades alrededor de la antigua parcela del actor en Marbella
Sean Connery se convirti¨® a finales de la d¨¦cada de los setenta del siglo pasado en vecino ilustre de Marbella. El actor escoc¨¦s se asent¨® con su esposa, Micheline, en Casa Malib¨², un complejo entre la Milla de oro y Puerto Ban¨²s, en ese momento casi un paraje virgen, que hab¨ªa sido del escritor y cineasta Edgar Neville. El matrimonio descubri¨® la Costa del Sol en su ¨¦poca dorada, cuando Marbella era un para¨ªso y punto de encuentro de la alta sociedad ociosa de medio mundo.
Hay im¨¢genes que acreditan la aparente felicidad del matrimonio en su casa del litoral malague?o. Pero su idilio con Marbella se fue apagando conforme avanzaba el urbanismo feroz del fallecido Jes¨²s Gil, que lleg¨® a la Alcald¨ªa en 1991, y la pareja decidi¨® poner en venta su propiedad a finales de los noventa, huir de la expansi¨®n del ladrillo y establecerse en Las Bahamas, donde reside actualmente.
Al m¨ªtico 007 le molest¨® que Gil utilizara con fines partidistas un v¨ªdeo en el que enumeraba las virtudes de la ciudad para su promoci¨®n. Aparentemente, tambi¨¦n le enojaba la falta de intimidad por la presencia cada vez mayor de vecinos alrededor de Casa Malib¨². Lo ha recordado este martes Juan Antonio Roca, exasesor de Urbanismo de Marbella y cerebro del caso Malaya, en el juicio que se celebra en la Audiencia de M¨¢laga para dirimir las supuestas irregularidades en la recalificaci¨®n de la parcela del actor y un supuesto fraude fiscal en la venta de los 72 apartamentos que se levantaron en ese suelo. Sean Connery no est¨¢ acusado en este proceso. Su esposa no est¨¢ ahora en el banquillo, pero tiene abierto juicio (se desconoce la fecha en que se celebrar¨¢) y se enfrenta a una petici¨®n fiscal de dos a?os y medio de c¨¢rcel por un supuesto delito contra la Hacienda P¨²blica.
¡°Estos se?ores no van a verme en calzoncillos, me voy a ir de Marbella¡±, ha contado Roca sobre las quejas del int¨¦rprete por la poblaci¨®n creciente, bas¨¢ndose, seg¨²n ha dicho, en los recortes de prensa de la ¨¦poca. Para que el tribunal pudiera hacerse una idea de la estampa, en el juicio se ha exhibido una foto en la que se ve Casa Malib¨² cercada a ambos lados por sendos bloques de viviendas. Roca ha sacado a pasear la ropa interior del int¨¦rprete en otra ocasi¨®n. ¡°No voy a consentir que los vecinos me vean en calzoncillos¡±, le dijo Connery a Jes¨²s Gil durante una cena, seg¨²n ha relatado el exasesor de Urbanismo.
La negociaci¨®n para recalificar la parcela la llev¨® Roca con el abogado que en ese momento defend¨ªa los intereses de los Connery en Marbella, H¨¦ctor D¨ªaz-Basti¨¦n, que este se ha acogido a su derecho a no declarar en el juicio. Otros seis acusados han anunciado que tampoco contestar¨¢n a las preguntas que se le formulen ante el tribunal.
Conocer la versi¨®n del matrimonio Connery sobre este asunto cost¨® alrededor de tres a?os. Por eso, el juez instructor de Marbella se vio obligado a abrir una pieza separada para continuar el proceso contra lady Micheline Connery. El magistrado archiv¨® el caso contra el actor en febrero de 2014, despu¨¦s de que este, en una declaraci¨®n jurada remitida desde Bahamas, se desvinculara tanto de los convenios urban¨ªsticos como de la venta de los apartamentos que se construyeron en la finca.
Su esposa asumi¨® ¡°la gesti¨®n¡± de los negocios, especialmente los relacionados con la sociedad Malib¨² S. A., y afirm¨® que su marido ¡°jam¨¢s¡± intervino en los asuntos de la sociedad desde que le transmiti¨® sus acciones en los a?os ochenta. En su declaraci¨®n dijo que ¡°facult¨®¡± al letrado para que ¡°hiciera lo necesario¡± con el fin de que su inmueble obtuviera una calificaci¨®n urban¨ªstica semejante a la de la finca colindante.
El juez tach¨® las palabras de los Connery de ¡°totalmente esclarecedoras¡± y exculp¨® al actor, de 85 a?os. Contra Micheline decidi¨® continuar el proceso y en noviembre pasado se abri¨® juicio oral contra ella. El matrimonio est¨¢ en Bahamas, aunque en la Audiencia de M¨¢laga se sigue hablando del caso bautizado por los investigadores como Goldfinger. Y de la ropa interior del actor escoc¨¦s.
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