No pongas tus manos sobre el PSOE

Unas por el bien de Espa?a, otras por el bien de la izquierda, son muchas las personas que exigen estos d¨ªas el sacrificio del PSOE. Los que dicen que quieren salvar a Espa?a piden que el PSOE se sacrifique y pacte con el PP o le facilite el Gobierno. ?Por qu¨¦ se da por supuesto que el inter¨¦s de Espa?a ha de coincidir siempre con el inter¨¦s de la derecha? ?Fueron responsables los dirigentes del PP cuando nos toc¨® a los socialistas abordar los problemas territoriales y econ¨®micos? ?Han sido competentes cuando, como en esta ¨²ltima legislatura, les ha tocado solucionarlos a ellos? Ahora, como suele, la derecha apela a Espa?a exclusivamente para resolver sus intereses m¨¢s inmediatos. Solo cuando el PP tenga conciencia de la gravedad de los problemas de Espa?a ser¨¢ capaz de establecer un verdadero di¨¢logo con el PSOE y el resto de las fuerzas pol¨ªticas, al igual que lo hizo la UCD en la Transici¨®n.

?Podr¨ªan entender los hombres y mujeres que empe?aron su trabajo y sus vidas durante 136 a?os en la construcci¨®n del PSOE que pact¨¢ramos con Podemos, un partido cuyo objetivo declarado es acabar con el PSOE? Pero, antes de pensar en los nuestros, pensemos en los intereses del pr¨®jimo: ?por qu¨¦ quiere pactar Podemos con el PSOE, si, como ya ha advertido el se?or Varoufakis, ¡°cualquier Gobierno liderado por el PSOE en el que participe Podemos tendr¨¢ atadas las manos por la troika y, a corto plazo, socavar¨¢ la integridad de Podemos¡±? ?Por qu¨¦ deber¨ªamos ser tan crueles los socialistas y contribuir con nuestro sacrificio a que Podemos pierda su virginal pureza?

Adem¨¢s, y ahora pensando en nuestra propia responsabilidad, ?nos ayudar¨¢ Podemos a desatarnos de la troika? ?No tiene Syriza, y sin necesidad de gobernar con el PSOE, las manos atadas por Bruselas, como las tendr¨ªa cualquier Gobierno de un pa¨ªs deudor? ?Acaso son las ataduras econ¨®micas de la troika las que han impedido a Syriza la aprobaci¨®n en Grecia del matrimonio entre personas del mismo sexo con todas sus consecuencias, derecho a la adopci¨®n incluido? La izquierda de origen comunista no solo hace obedientemente los recortes que le dicta la troika, sino que le tiemblan las piernas a la hora de conquistar libertades civiles que los socialistas y socialdem¨®cratas hemos sido capaces de alcanzar mucho antes.

El se?or Iglesias Turri¨®n se presenta, con la humildad que le caracteriza, como garante de que los socialistas cumpliremos nuestros compromisos, pero ?con qu¨¦ aval lo garantiza? ?No es ¨¦l el mismo que hace apenas dos a?os se declaraba comunista y ahora socialdem¨®crata? ?El mismo que, sin gobernar a¨²n, ya ha arrojado al olvido muchas banderas que dieron identidad durante d¨¦cadas a la izquierda en la que milita? ?No saldr¨¢n corriendo el d¨ªa que gobernar les obligue a elegir entre dos cosas igual de malas? Y ese d¨ªa siempre llega.

Iglesias se presenta como garante de que los socialistas cumpliremos nuestros compromisos, pero ?con qu¨¦ aval lo garantiza?

A los socialistas espa?oles ese d¨ªa duro nos lleg¨® en mayo de 2010, cuando tuvimos que hacer unos recortes menores que los que ha hecho Tsipras. Pero a diferencia de lo ocurrido en Grecia, aqu¨ª, cuando IU y ERC se desentendieron de las dificultades del Gobierno socialista, el PP, lejos de ayudar al Gobierno, llam¨® a los dem¨¢s grupos de la oposici¨®n para pedirles que dejaran que Espa?a se hundiera.

Lo parad¨®jico es que los que nunca nos han considerado verdaderos espa?oles nos piden ahora que sacrifiquemos al PSOE apelando a nuestro patriotismo. Y los que nunca nos han considerado verdaderamente de izquierdas, nos piden que sacrifiquemos al PSOE apelando a nuestra coherencia como militantes de un partido de izquierdas. En ambos casos nos piden que nos sacrifiquemos por unos valores que no nos reconocen. ?No ser¨ªa m¨¢s razonable que quienes nos piden sacrificios nos cuenten primero los que ellos est¨¢n dispuestos a hacer?

Cuando aquel padre le grit¨® a su hija: ¡°No pongas tus sucias manos sobre Mozart¡±, en el instante que cog¨ªa el disco de la sinfon¨ªa n¨²mero 40 ¡ªtal y como nos lo cont¨® en Triunfo Manuel Vicent¡ª, despu¨¦s de aguantar que los amigos de su hija manosearan sus libros, se bebieran su whisky y le vaciaran la nevera, lo que estaba exigiendo ese padre cuarent¨®n y progresista, por encima de convenciones y etiquetas, era algo elemental: respeto. Pues eso, respeto.

Jos¨¦ Andr¨¦s Torres Mora es diputado socialista por M¨¢laga y M¨¢ximo D¨ªaz-Cano, secretario general de la Presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa.