Minttu Alonen (a la derecha) es profesora de Matem¨¢ticas, pero da como el resto clases de Kiva. El pasado mi¨¦rcoles reforzaba con juegos el trabajo en equipo. "En mis clases no tolero que nadie se r¨ªa de otro por ser diferente ni re¨ªrse de ¨¦l por hacer algo mal", asegura.Garc¨ªa-SantosAnn-Charlotte Ahl Quist es una de las cuatro profesoras especialistas en Kiva del colegio de Fuengirola. El programa incluye 10 sesiones espec¨ªficas al a?o y un compromiso todo el curso. "Lo importante es que el profesor est¨¦ realmente alerta", recomienda.Garc¨ªa-SantosA los m¨¢s peque?os se les ense?a a reconocer las emociones. En la clase de Kiva de los ni?os de siete a?os, se revisan im¨¢genes con dibujos de ni?os que representan ira, miedo, felicidad, tristeza... Los alumnos deben identificarlas y salir a la pizarra a representarlas con sus propios gestos.Garc¨ªa-SantosSeis ni?os hacen equilibrio para mover una bola por un laberinto de madera lleno de agujeros. Son los m¨¢s peque?os (en Finlandia entran con siete pero en este centro, a los seis para adaptarse al sistema espa?ol). Sin darse cuenta, est¨¢n aprendiendo el valor del trabajo en equipoGarc¨ªa-Santos"No podemos bajar la guardia", dice la directora del colegio finland¨¦s de Fuengirola, Maarit Paaso. El modelo abarca a todos. Lo implement¨® el Gobierno y su implicaci¨®n llega hasta las familiasGarc¨ªa-Santos