Responsabilidad

Han pasado ya seis semanas desde que se celebraron las elecciones y Espa?a sigue sin un candidato para la investidura a presidente del Gobierno. Hoy concluye la segunda ronda de contactos del Rey con los representantes de los partidos y deber¨ªa haber una propuesta en firme de Felipe?VI al presidente del Congreso. Ya no caben m¨¢s dudas, ni operaciones tacticistas; es hora de que Mariano Rajoy tome una decisi¨®n para intentar conseguir una mayor¨ªa que permita la gobernabilidad en nuestro pa¨ªs. La m¨¢s adecuada ser¨ªa su completa retirada, acompa?ada del reconocimiento que merezca por sus logros durante estos cuatro a?os, que algunos ha habido. Pero si no est¨¢ dispuesto a ese sacrificio, debe asumir inmediatamente la responsabilidad de intentar formar Gobierno. No hacerlo supone una presi¨®n intolerable sobre el Rey, las instituciones y la propia sociedad espa?ola.

La primera ronda concluy¨® con un espect¨¢culo muy poco edificante. Primero, el l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, se autoproclam¨® candidato a vicepresidente del Gobierno, con una puesta en escena que supon¨ªa romper las normas b¨¢sicas de la negociaci¨®n e intentar humillar a un partido, el PSOE, con el que supuestamente quer¨ªa gobernar. Una actitud m¨¢s propia del que busca unas nuevas elecciones que de alguien que realmente quiere pactar.

Horas despu¨¦s, el presidente en funciones, que hab¨ªa afirmado que iba a presentar su candidatura, no aceptaba la propuesta del Jefe del Estado, aduciendo que todav¨ªa no ten¨ªa el consenso suficiente. Y, lejos de pasar el testigo al segundo candidato m¨¢s votado, Pedro S¨¢nchez, defend¨ªa guardar su turno para m¨¢s adelante. Como el perro del hortelano, Rajoy ni com¨ªa ni dejaba comer, en una muestra de irresponsabilidad tacticista indigna de alguien que ha ejercido como presidente del Gobierno.

Tras el cruce de vetos de ayer (Albert Rivera podr¨ªa apoyar a S¨¢nchez, pero no con Podemos en el Gobierno; Pablo Iglesias votar¨ªa contra un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos) hoy se presentan ante Felipe?VI los dos ¨²nicos que podr¨ªan liderar un Gobierno de uno u otro signo. A ambos hay que pedirles madurez. Por muy dif¨ªcil que sea, los pol¨ªticos deben aceptar el mandato ciudadano, que ha dejado claro que quiere di¨¢logo y consensos.

Si Rajoy ¡ªprincipal responsable del bloqueo en el que nos encontramos¡ª sigue pensando que no est¨¢ en condiciones de obtener una mayor¨ªa suficiente, deber¨ªa echarse a un lado y permitir que S¨¢nchez lo intente. Ser¨ªa inaceptable que quisiera mantener el turno, cuando se vuelve a presentar en La Zarzuela sin los deberes hechos, porque no ha dado ni un solo paso para negociar con otras fuerzas pol¨ªticas en los 44 d¨ªas transcurridos desde el 20-D.

Ser¨ªa razonable que uno u otro pidan tiempo para negociar los apoyos, pero siempre despu¨¦s de aceptar el encargo del Jefe del Estado. Hay que agotar todas las posibilidades antes de devolver a los espa?oles la responsabilidad de otras elecciones, que no aseguran un escenario muy diferente del actual ¡ªlos votantes castigar¨¢n a los que impidan un acuerdo de gobernabilidad¡ª y que, adem¨¢s, retrasar¨ªan hasta el oto?o la formaci¨®n de un nuevo Gobierno.

Tampoco es aceptable la f¨®rmula insinuada de convocar elecciones sin haber intentado una investidura. Forzar las leyes y los reglamentos, o presionar al Rey o al Parlamento para que asuman atajos dudosos, es un mal precedente para iniciar esa nueva etapa. Es la hora del di¨¢logo y de la pol¨ªtica. Y, sobre todo, de la responsabilidad.