Muerte por 'selfie': la realidad que esconden los n¨²meros

El 16 de enero de 2011 Jennie Lee subi¨® una foto a Instagram con un hashtag desconocido: #selfie. Desde entonces, cientos de millones (s¨ª, cientos de millones) de fotos se han subido a las redes sociales con ese hashtag. Y subiendo. Seg¨²n Selfigraphic, web que analiza este fen¨®meno, diariamente se suben un mill¨®n de selfis a la red. La autofoto ha pasado a formar parte de nuestra vida. Y de nuestra muerte. En los ¨²ltimos meses los medios han bombardeado con una serie de noticias sobre rocambolescos sucesos en los que la c¨¢mara delantera del m¨®vil y el filtro Valencia ten¨ªan mucho que ver. Vivimos por y para el postureo. Parece l¨®gico pues que muramos tambi¨¦n por ¨¦l.

La leyenda empez¨® con un titular: ¡°Los selfis causan m¨¢s muertes que los ataques de tibur¨®n¡±, alarmaba Mashable. La noticia se hizo viral y fueron muchos los que la replicaron. No hay nada de err¨®neo en el titular, los datos son irrefutables. Pero cabe destacar que en 2015 se reportaron 8 muertes causadas por tiburones, lo que hace parecer las 12 muertes derivadas de un selfi una especie de pandemia. Y no es as¨ª. Ciertamente, ba?arse entre escualos no es una actividad tan socialmente aceptada como hacerse un selfi, no es el tipo de plan que un adolescente medio har¨ªa compulsivamente, digamos una media de cinco veces por semana. La gente suele morir haciendo actos cotidianos. El water, por poner un ejemplo, es uno de los lugares m¨¢s comunes donde nos sorprende la muerte. Si el hacerse selfis se ha convertido en algo tan habitual como el cagar parece l¨®gico que un n¨²mero elevado de muertes est¨¦n relacionadas con esta pr¨¢ctica. ?Merecen pues tanta atenci¨®n medi¨¢tica? ?Son una docena demasiadas muertes? ?Se trata de bajas colaterales o est¨¢n directamente relacionadas con el hecho de tomarse una foto? Hemos decidido ir m¨¢s all¨¢ del titular y ver la realidad que esconden los n¨²meros.

La web de periodismo de datos Priceonomics ha cifrado el n¨²mero de decesos relacionados con los selfis desde 2014 en 49. Seg¨²n los datos que maneja este medio, la media de edad de las v¨ªctimas es de 21 a?os, algo que tiene l¨®gica si tenemos en cuenta que el 30% de los selfis que hay en la red est¨¢n hechos por personas entre 18 y 24 a?os. Lo que es algo m¨¢s sorprendente es que la mayor¨ªa de las v¨ªctimas (un 75%) sean hombres. Selfimetric asegura que las mujeres se hacen autofotos en un porcentaje mucho mayor que los hombres, en algunos casos, como en el de la ciudad de Mosc¨², llegan a representar hasta el 82% de este tipo de fotos. Entonces, ?por qu¨¦ mueren m¨¢s hombres? Una simple raz¨®n sociol¨®gica puede darnos una pista. Mientras que la mayor¨ªa de selfis femeninos (y entramos aqu¨ª en el farragoso terreno de la generalizaci¨®n) buscan la validaci¨®n resaltando aspectos como la belleza, los de los hombres suelen ser m¨¢s arriesgados, haciendo hincapi¨¦ en aspectos como la valent¨ªa. Distintos estudios han mostrado que los hombres son m¨¢s propensos a tomar riesgos que las mujeres, y esto es aplicable tambi¨¦n al arte de la autofoto. Sus selfis tienen m¨¢s que ver con escalar rascacielos, o coronar monta?as. Tienen m¨¢s que ver con la muerte.

Pero, ?hasta qu¨¦ punto son responsables las fotos de estas tragedias? La muerte de un monta?ero en el parque Brecon Beacons, al sur de Gales, por utilizar el paloselfi en plena tormenta, ser¨ªa el caso m¨¢s paradigm¨¢tico, y uno de los m¨¢s comentados en los ¨²ltimos meses. Era falso: investigaciones posteriores refutaron esta teor¨ªa. No hab¨ªa paloselfi. No hab¨ªa rayo ni fotograf¨ªa que inmortalizara la muerte. M¨¢s all¨¢ de los titulares sensacionalistas, en estos sucesos, el selfi suele tener un papel secundario. Dreusssik era un estudiante ruso de 17 a?os. Se precipit¨® de un edificio de nueve pisos a las afueras de Mosc¨² mientras colgaba de su azotea en busca del selfi perfecto. Su caso es un buen ejemplo de las tragedias 2.0. La mayor¨ªa tiene que ver con ca¨ªdas (16) ahogamientos (14) o trenes, ya sea por electrocutarse o al ser arrollados por estos (8). En estos casos la falta de atenci¨®n se mezcla con la b¨²squeda de la foto m¨¢s arriesgada.

Con 19 fallecimientos (un 40% del total) India lidera de forma aplastante el ranking de pa¨ªses m¨¢s peligrosos para tomarse un selfi. Lo alarmante de esta situaci¨®n ha hecho que el Gobierno declare 16 zonas libres de selfis. La mayor¨ªa de estas son playas y este dato nos puede dar una pista sobre el porqu¨¦ de tantas muertes en este pa¨ªs. M¨¢s all¨¢ de su alta poblaci¨®n y de la popularidad de las redes sociales en el sudeste asi¨¢tico (factores a tener en cuenta, pero no determinantes) hay un hecho irrefutable. La mayor¨ªa de los indios no sabe nadar. Lon 86.000 ahogamientos que se producen anualmente en este pa¨ªs suponen un 20% del c¨®mputo mundial. Las playas y acantilados son el escenario perfecto para un selfie. Sumando estos dos factores llegamos a un resultado tr¨¢gico.

Mosc¨² es segundo en el ranking de lugares con m¨¢s muertes por selfi, y Rusia, al igual que la India, ha decidido tomar cartas en el asunto. Una campa?a lanzada el pasado verano alertaba de los riesgos de esta pr¨¢ctica. ¡°Cuando una persona intenta tomar una autofoto se distrae, pierde el equilibrio, no mira a su alrededor y no percibe el peligro¡± alerta su p¨¢gina web. El resto de pa¨ªses no han tomado medidas tan dr¨¢sticas, a fin de cuentas los n¨²meros no son tan alarmantes. Y los legisladores no son tan r¨¢pidos.

El 21 de enero de 2002 entraba en vigor en Espa?a la nueva Ley de Tr¨¢fico y Seguridad Vial que prohib¨ªa el uso de tel¨¦fonos m¨®viles al volante. Para entonces hab¨ªa 33 millones y medio de l¨ªneas de telefon¨ªa m¨®vil en el pa¨ªs. La relaci¨®n entre tel¨¦fono y conducci¨®n es, ciertamente, mucho m¨¢s mort¨ªfera que la que cabr¨ªa establecer entre selfies y acantilados, pero este dato pone de relieve la lentitud de las normativas para adaptarse a la realidad. En cualquier caso, entonces y ahora, la ley que deber¨ªa operar es la del sentido com¨²n. M¨¢s all¨¢ de que esta, a veces, nos pueda restar un par de likes.