Un ejemplo ¨¦tico
Veinte a?os despu¨¦s, Francisco Tom¨¢s y Valiente sigue siendo modelo de civismo y tolerancia
Hace veinte a?os, con rabia, salimos a la calle por el dolor de la muerte de Francisco Tom¨¢s y Valiente. Hace veinte a?os segaron su vida unos disparos visibles y homicidas.
A modo de sincero y sentido homenaje he querido recordarle con su mirada viva y llena de futuro, con el eco de las palabras del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades de 2002, Hans Magnus Enzensberger: ¡°Hemos de hacer frente al futuro que llevamos a nuestras espaldas¡±. Yo quiero tenerle presente cada d¨ªa, en cada acci¨®n cotidiana que conlleva una ¨¦tica c¨ªvica.
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Sus valores son y ser¨¢n parte del ideario esencial y del fundamento de nuestra acci¨®n diaria, de nuestra ¨¦tica personal y social. Su palabra, sus escritos, su conducta y su ense?anza hac¨ªan de ¨¦l ese hombre horizonte, universal, tan necesario ayer, hoy y ma?ana para Espa?a.
Citando a Baltasar Graci¨¢n: ¡°Ah¨ª ver¨¦is que las cosas, las mismas son que fueron, s¨®lo la memoria es lo que falta¡¡±. Por ello, hemos de mantener su memoria viva, su mirada valiente que no nos dejar¨¢ olvidar lo necesario para defender la justicia del pasado, la necesaria equidad del presente y el sue?o de un porvenir de tolerancia y progreso que este pa¨ªs se merec¨ªa y se merece. Tom¨¢s y Valiente es un ejemplo ¨¦tico, es un modelo de hombre comprometido, que se enfrenta a la violencia, sin alardear de su situaci¨®n. Un hombre que en su compromiso sab¨ªa que era distinto para un pa¨ªs, el silencio al olvido y que estos dos, son grandes amigos, amigos de la ignorancia.
M¨¢s all¨¢ de su vida como acad¨¦mico y como jurista, encontramos al ciudadano, al articulista, al observador de una conciencia colectiva, con una aguda mirada sobre los problemas del pa¨ªs, con una profunda reflexi¨®n sobre el devenir de la res publica. En definitiva, la defensa del Estado democr¨¢tico como patrimonio inmaterial pero tangible de una naci¨®n.
Era, como dir¨ªa don Antonio Machado, un hombre bueno, ¡°en el buen sentido de la palabra, bueno¡¡±
Fue un hombre que hizo un relato con una visi¨®n no reduccionista del poder y su ejercicio. Fue un hombre con ideales, con la convicci¨®n del sue?o de la democracia y de la defensa de la libertad individual y de la libertad colectiva. Fue, es y ser¨¢ referente moral en el combate contra el descr¨¦dito de las instituciones, contra la debilitaci¨®n de lo p¨²blico y a favor de una ciudadan¨ªa atenta en defensa de los valores democr¨¢ticos y de la fortaleza del Estado de derecho.
Francisco Tom¨¢s y Valiente era, como dir¨ªa don Antonio Machado, un hombre bueno, ¡°en el buen sentido de la palabra, bueno¡¡±. Quiero que se recuerde en cada aula su magisterio, su moral p¨²blica, sus palabras y su impulso ¨¦tico, en este presente a veces falto de pol¨ªticas de Estado, sobrado de pol¨ªticas a golpe de titular que aparecen en un segundo y pasan en un segundo.
Si m¨¢s all¨¢ del ruido, m¨¢s all¨¢ de lo inmediato, nos paramos un momento y reflexionamos en silencio sobre su legado podremos mirar lejos y saber que ejemplos como el suyo, hombres como ¨¦l, cada d¨ªa nos recuerdan que la defensa del Estado de derecho y de la pol¨ªtica no debe ser ef¨ªmera. El proyecto de un pa¨ªs, el sue?o de un progreso colectivo y de una construcci¨®n colectiva basada en el bien com¨²n, no puede ser improvisada. Sino que debe ser sembrada, regada y cultivada en el af¨¢n de cada d¨ªa para luego poder recoger el fruto y ser nueva semilla del ma?ana. Para ello, hay que cuidar a diario la ¨¦tica social y los derechos que tanto costaron conquistar, tanto cuestan defender, ganar, mantener, no perder y avanzar.
Ejemplos como el suyo nos recuerdan que tuvimos, tenemos y tendremos la aventura com¨²n de la energ¨ªa social. Energ¨ªa social para defender como bien y patrimonio com¨²n los valores constitucionales; los valores de una ¨¦tica basada en la raz¨®n y en la convicci¨®n; en la defensa de los derechos humanos y en la consecuci¨®n de la igualdad y la justicia social. Ejemplos como el suyo nos ense?an que hay seres imprescindibles, seres necesarios, seres horizonte a los que hay que emular y que dan sentido no s¨®lo a la democracia sino a la palabra orgullo y a la palabra dignidad.
Debemos grabarnos una frase suya a modo de ejemplo y declaraci¨®n de principios para el sujeto colectivo de nuestra naci¨®n: ¡°Edificar con la raz¨®n y la tolerancia como instrumentos¡±. ?l fue, es y ser¨¢ ser horizonte, memoria limpia y mirada valiente.
Jos¨¦ Manuel G¨®mez Bravo es abogado.
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