9 fotosEl pl¨¢tano de hoy no se parece en nada al original (y menos mal)Muchos de los alimentos que conocemos son fruto de la evoluci¨®n gen¨¦tica. Este es el antes y el despu¨¦s de algunos de ellosBeatriz de Vera16 feb 2016 - 15:41CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceHoy en d¨ªa, conocemos una gran variedad de tomates muy diferentes a aquel fruto primigenio. Por lo general son de mayor tama?o, m¨¢s jugosos y de sabor ligeramente dulce, adem¨¢s de ser una fuente importante de minerales como el potasio y el magnesio y de vitaminas como la B1, B2 y B5. Este vegetal, como todos, es fruto de una evoluci¨®n en la que la mano del ser humano ha tenido mucho que ver. La modificaci¨®n ha sido clave para la domesticaci¨®n de las plantas y, por tanto, para la supervivencia de la especie: ¡°Todos los alimentos que nos dan de comer son especies domesticadas que hemos ido cambiando a nuestra voluntad¡±, dice el experto.GettyOtro ejemplo de esta domesticaci¨®n lo podemos imaginar a partir de esta pintura del siglo XVII de Giovanni Stanchi. En el cuadro, esta fruta cortada transversalmente presenta unas formas en espiral en el interior que no reconocemos en las actuales. ¡°Hay quien piensa que la causa es que la sand¨ªa del dibujo est¨¢ a¨²n verde o le falta agua, pero las semillas negras indican que la fruta est¨¢ madura¡±, explica en un art¨ªculo de la revista 'Vox' Todd Wehner, profesor de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos).Christie Images LTD 2015Siglos despu¨¦s, las modificaciones humanas de este fruto han conseguido sand¨ªas muy dulces con un interior rojo y carnoso. Pese a que las t¨¦cnicas actuales de modificaci¨®n son muy diferentes a las que se usaban hace cuatro siglos, el objetivo es el mismo: ¡°La tecnolog¨ªa transg¨¦nica nos permite hacer de forma precisa aquello que antiguamente hac¨ªamos a ciegas mediante cruces, injertos, hibridaciones o induciendo mutaciones 'a lo bruto' con productos qu¨ªmicos o radiactividad¡±, apunta Mulet.GettyMucho m¨¢s atr¨¢s en el tiempo, hace unos siete mil a?os, se cultivaron los primeros pl¨¢tanos en lo que ahora es Pap¨²a Nueva Guinea y en el sudeste asi¨¢tico. La variedad de pl¨¢tanos actuales m¨¢s habitual procede de dos variedades salvajes 'Musa acuminata' y 'Musa balbisiana', que ten¨ªan semillas duras y grandes como el de la fotograf¨ªa. Hoy en d¨ªa, hay diferentes t¨¦cnicas para crear alimentos transg¨¦nicos y, seg¨²n el biotecn¨®logo, "la principal es un proceso bastante sencillo basado en utilizar un bacteria que, de forma natural, introduce su ADN dentro del genoma del organismo receptor. Otros procesos son el cultivo de tejidos o la utilizaci¨®n de 'microproyectiles".WikimediaEl pl¨¢tano actual es, en su variedad m¨¢s consumida, dulce, sabroso, manejable y tiene una c¨¢scara f¨¢cil de quitar. Comparada con su antecesor, la fruta tiene semillas mucho m¨¢s peque?as, sabe mejor y es m¨¢s nutritiva. Seg¨²n Mulet, los alimentos modificados son, como m¨ªnimo, tan sanos como la especie original. ¡°Antes de salir al mercado se eval¨²an un mont¨®n de variables, entre ellas su efecto sobre la salud. Por ejemplo, un transg¨¦nico resistente a plagas ser¨¢ igual de sano que el que no lo es, con la diferencia que en el cultivo necesit¨® menos pesticidas. En cambio, un producto como el arroz dorado, dise?ado para acumular vitamina A, ser¨¢ m¨¢s sano que el no transg¨¦nico por tener esta vitamina que el arroz convencional no tiene¡±, dice el experto.GettyOtro ejemplo de esta modificaci¨®n vegetal son las berenjenas. Las primeras variedades se cultivaron en China y, a¨²n hoy, sigue existiendo una amplia variedad de formas y colores como el blanco, azul, p¨²rpura y amarillo, aunque las versiones primitivas sol¨ªan tener espinas entre el tallo de la planta y la flor. Sobre si los productos transg¨¦nicos suponen un riesgo real para las personas, Mulet es rotundo: ¡°En 30 a?os no hemos tenido ning¨²n problema de salud ni de medioambiente. El proceso de autorizaci¨®n es tan estricto que dif¨ªcilmente podr¨ªa suponer alg¨²n peligro y, en caso de existir, ser¨ªan similares a los de los no OGM. Al fin y al cabo, un transg¨¦nico solo tiene un trozo de ADN que codifica una prote¨ªna que lo distingue del original. ADN y prote¨ªna que se degradan en el est¨®mago¡±.Kerem Mahal (Wikipedia)La crianza selectiva nos ha librado de las espinas y nos ha dado el vegetal que conocemos. Esta variedad morada, lisa y de pulpa blanca, "se denomina ¡®Black Beauty¡¯ y es la que acapara el mercado", aclara el doctor en su en su libro ¡®Comer sin miedo¡¯ (Ed. Destino). Tambi¨¦n cuenta que esta hortaliza se caracteriza por ser rica en antioxidantes, es decir, mol¨¦culas que reaccionan con el ox¨ªgeno del aire y dan compuestos de color marr¨®n. Curiosamente, a?ade, esta es la propiedad que "disuade al consumidor" y provoca que las variedades que m¨¢s se comercialicen sean las que menos se oscurecen al cortarse (por lo tanto, las menos ricas en antioxidantes).GettyLas zanahorias m¨¢s antiguas fueron cultivadas en el siglo X en Persia y Asia Menor. Eran originalmente de color p¨²rpura o blanco con una ra¨ªz delgada, pero algunas cambiaron su pigmento por el naranja actual, que se convirti¨® en la variedad m¨¢s com¨²n. La modificaci¨®n gen¨¦tica ha proporcionado muchos beneficios a los seres humanos, sin embargo, la pol¨¦mica sobre su uso est¨¢ servida: ¡°Se ha difundido de forma acr¨ªtica e interesada informaci¨®n muy cuestionable o directamente falsa sobre los OMG. Solo hay que comparar las crisis alimentarias y sanitarias debidas a alimentos transg¨¦nicos y a alimentos ecol¨®gicos en los ¨²ltimos a?os. Por ejemplo, la intoxicaci¨®n por 'E. coli' de los brotes ecol¨®gicos en el 2011 cost¨® m¨¢s de 40 muertos¡±, dice Mulet.PixabayLos agricultores domesticaron las ra¨ªces finas y blancas de las zanahorias primitivas, que ten¨ªan un fuerte sabor amargo, seg¨²n documenta la experta en ciencia Tanya Lewis en 'Business Insider', y acabaron consiguiendo estas hortalizas grandes, sabrosas y de color naranja que se cosechan, por general, en invierno. Mulet insiste: ¡°No hay color en cuanto a seguridad alimentaria, pero se sigue difundiendo informaci¨®n que no es cierta¡±. Sin ir m¨¢s lejos, muy probablemente usted no se comer¨ªa ninguna de estas frutas antes de ser modificadas gen¨¦ticamente.Getty