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Las mujeres valientes de una guerra Una exposici¨®n en Casa ?frica muestra la historia de algunas supervivientes de la atroz guerra de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, retratadas por Isabel Mu?oz y Concha Casaj¨²s. Testimonios recogidos por la activista premio Pr¨ªncipe de Asturias, Caddy Adzuba La Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo es un pa¨ªs rico en recursos, y ellos son causa de un conflicto armado que dura ya m¨¢s de dos d¨¦cadas. Se estima que m¨¢s de medio mill¨®n de mujeres han sido violadas (el 70% en sus domicilios) desde entonces; una cifra que convive con otras igualmente tr¨¢gicas: m¨¢s de seis millones de muertos y tres millones de desplazados. Desde el genocidio en Ruanda en 1994, el pa¨ªs vecino vive en un estado de conflicto pr¨¢cticamente permanente. La exposici¨®n 'Mujeres del Congo', de donde procede esta serie de im¨¢genes, es un proyecto que nace de la colaboraci¨®n entre las fot¨®grafas espa?olas Isabel Mu?oz y Concha Casaj¨²s con la periodista congole?a y premio Pr¨ªncipe de Asturias 2014, Caddy Adzuba. Casa ?frica unifica ahora en su sede el trabajo que ambas realizaron de manera independiente en la RDC y muestra la vida de mujeres v¨ªctimas de la situaci¨®n. En la imagen, Nad¨¨ge, de ocho a?os. Lleva dos en un orfanato. Es uno de esos muchos hijos habidos fuera del matrimonio. Su padre muri¨® y su madre, con una vida desordenada, enferm¨® y falleci¨® m¨¢s tarde. Los vecinos la acusaron a ella y a sus hermanos de brujer¨ªa. Su hermana se escap¨® y desapareci¨®. A ella la salvaron llev¨¢ndola a un centro de acogida. De lo contrario, seguramente la habr¨ªan matado. ISABEL MU?OZ La historia de Zabulonda Mwin Elys¨¦e la cuenta ella misma: ¡°Tengo 28 a?os y cinco hijos. Nac¨ª en Shabunda, a 350 kil¨®metros de Bukavu. Hab¨ªa conflictos en nuestra aldea y nos trasladamos a las peque?as casas que construimos como refugio en el bosque. Al huir llegaron los Fuerzas Democr¨¢ticas para la Liberaci¨®n de Ruanda (FDLR) para atacarnos. Estaban mis padres, mis hermanos y hermanas¡ Los FDLR preguntaron por el jefe de la familia y se present¨® mi padre y le obligaron a violar a su primera hija, que era yo. Mi madre estaba all¨ª. Mi padre se neg¨®. Lo decapitaron y lo descuartizaron. Nos dieron los trozos para que nos los comi¨¦ramos. Nos negamos, y mataron a mis hermanos. Quedamos mi madre y yo, me violaron, no s¨¦ cu¨¢ntos, introdujeron objetos en mi vagina, perd¨ª el conocimiento y segu¨ªan viol¨¢ndome. Recobr¨¦ el conocimiento y hab¨ªa cad¨¢veres junto a m¨ª: mis hermanos, tambi¨¦n mi madre. S¨®lo quedaba mi abuela. En el hospital al que me trasladaron me dijeron que hab¨ªan destruido todos mis ¨®rganos sexuales. No sab¨ªa c¨®mo pod¨ªa hacer mis necesidades, no sent¨ªa nada¡ Acab¨¦ en Bukavo, en Panzi, el hospital que se ocupa de las mujeres violadas. Estuve ingresada tres a?os, tuve m¨²ltiples operaciones. Me negu¨¦ a regresar a mi aldea, no tuve fuerzas para hacerlo. Recuper¨¦ a mis hijos, a mi marido lo hab¨ªa perdido tambi¨¦n. Me dijeron que no cogiese pesos, pero soy una porteadora de objetos, tengo que hacerlo para sobrevivir, me siento muy mal, pero no tengo elecci¨®n¡±. ISABEL MU?OZ Aqu¨ª habla Eugenie Bitondo: ¡°Nac¨ª en Mwenda en 1967, estoy casada y tengo cinco hijos. En 2004 Mutebsi era el comandante en jefe militar y la guerra hab¨ªa comenzado en esa zona. Huimos de la guerra hacia Ngandu. En este conflicto muri¨® mi marido, lo mataron en mi presencia. Entraron 14 militares y se le echaron encima porque ¨¦l quer¨ªa defendernos. Y los militares me cogieron y me violaron, uno tras otro, hasta siete. Desde entonces tengo dolores en las caderas, vivo con dolores, me destrozaron totalmente. Esto es el infierno y quiero anunciarlo a todo el mundo, a todo el planeta. En medio del campo, junto al r¨ªo, cogen a las madres y las violan. No puedes salir de casa, pero en ah¨ª tampoco est¨¢s segura, echan abajo la puerta, se llevan lo que quieren y nos violan igualmente. No podemos salir a trabajar al campo, no tenemos nada de lo que podamos vivir, necesitamos ayuda para que puedan cambiar las cosas¡±. ISABEL MU?OZ Henriettre Kika: ¡°Me violaron cinco rebeldes en el bosque. Iba al campo, cuando llegu¨¦ me tiraron al suelo y me violaron, estaba agotada, no pod¨ªa hacer nada. Mi marido intent¨® defenderme y los rebeldes lo mataron y lo descuartizaron. Despu¨¦s de atacarme me dejaron bajo un ¨¢rbol. El ano y la vagina quedaron unidos, fue horrible ver los trozos del cad¨¢ver de mi marido junto a m¨ª. Yo era como un animal, sangraba por todas partes, no pod¨ªa tenerme en pie. Me llevaron a Kingulube y de ah¨ª al hospital, por eso estoy viva. Soy madre de 10 hijos. El doctor encontr¨® incluso trozos de madera en mi sexo, no puedo volver a trabajar ni hacer nada. Si me ves por detr¨¢s tengo un bulto grande en el cuello, nunca tuve eso antes. No pod¨ªa hablar ni comer, por eso me llevaron al doctor Denis Mukwege [se refiere al m¨¦dico y activista congole?o Denis Mukwege, que atiende en su hospital a quienes han sido v¨ªctimas de violaciones y torturas y ha recibido varios premios por su labor] y estuve cuatro meses en el hospital. Despu¨¦s de muchos esfuerzos consegu¨ª ponerme en pie. Ya no vivo con mis hijos y me siento in¨²til en la sociedad, olvidada y abandonada". ISABEL MU?OZ Mayuma Byantabo: ¡°Tengo 46 a?os. Es realmente grave la situaci¨®n que sufrimos. Un d¨ªa salimos al campo, los ni?os se quedaron en casa, yo volv¨ª sobre las tres. Vi que la casa comenz¨® a arder. Los peque?os estaban encerrados dentro. Yo no pod¨ªa entrar en la aldea, la ten¨ªan rodeada, e intent¨¦ huir al campo. Pero me atraparon y me violaron. Yo ya sufr¨ªa al pensar que mis hijos se hab¨ªan quemado vivos en la casa y perd¨ª el conocimiento. Dos d¨ªas despu¨¦s, unas personas me recogieron y estuve una semana sin saber d¨®nde me encontraba ni lo que hab¨ªa pasado ni lo que hab¨ªa sido de mis hijos. Me trasladaron a Bukavu para que me curasen. Mi marido, que no estaba con nosotros cuando sucedi¨® todo esto, al enterarse me abandon¨®, me ech¨® la culpa de lo que hab¨ªa sucedido. A mis padres los mataron en la aldea, a mis hijos los quemaron vivos, me encontraba sola en el mundo. Pienso que, de no haber sido por la guerra ser¨ªamos felices, estar¨ªamos todos en la aldea con nuestros padres y nuestros hijos. Es la guerra la que ha tra¨ªdo todo esto. ISABEL MU?OZ Cheusi Kwasila Anne (profesora): "Estaba con mi marido, ¨¦ramos comerciantes, llev¨¢bamos mercanc¨ªas para vender en Baliga, para ello ten¨ªamos que atravesar una zona de bosque; llegamos vendimos nuestra mercanc¨ªa y de regreso a casa, empez¨® a llover y nos refugiamos bajo un ¨¢rbol, los dos con nuestro hijo. Aparecieron unos hombres con antorchas, llevaban armas, nos intimidaron y mi marido les ofreci¨® el dinero de las mercanc¨ªas que hab¨ªamos vendido. No quer¨ªa el dinero, solo quer¨ªan violarme y que mi marido y mi hijo lo presenciaran. Lo hicieron seis hombres delante, y perd¨ª el conocimiento. Introdujeron un cuchillo en mi vagina, me destrozaron. Nos abandonaron a los tres, pero yo segu¨ªa inconsciente. Luego supe que violaron a otras 12 mujeres. Mi marido me traslad¨® a una poblaci¨®n cercana, me atendieron y empec¨¦ a curarme. Pero ¨¦l me abandon¨® porque hab¨ªa dejado que me violaran, dec¨ªa que ten¨ªa que haberme resistido aunque me hubiesen matado por ello. Fui a Bukavu, al hospital de Panzi para que me curasen y no pude volver a mi aldea. Hoy vivo sola. Yo sola me hago cargo de nueve ni?os. Hoy pido protecci¨®n al Gobierno, que nos d¨¦ la paz. S¨¦ que mi marido me dej¨® pero s¨¦ que ¨¦l tambi¨¦n estar¨¢ traumatizado por la atrocidad que tuvo que presenciar". ISABEL MU?OZ Nacida fuera del matrimonio, su madrastra la culpa de la muerte de su hermano peque?o de a?o y medio. Sifa lo ten¨ªa en brazos, se le cay¨® y se rompi¨® una pierna. La madrastra la acusa de brujer¨ªa y los vecinos, para salvarla de la tortura y de la calle, la mandan al orfanato. La exposici¨®n a la que pertenece esta serie de fotos ocupar¨¢ las salas Guinea Ecuatorial y Kilimanjaro de Casa ?frica del 17 de febrero al 6 de mayo de 2016 y podr¨¢ visitarse de lunes a viernes de 9.00 a 18.00. Adem¨¢s, Isabel Mu?oz y Concha Casaj¨²s las fot¨®grafas de la muestra ofrecer¨¢n una charla sobre su trabajo el jueves 18 de febrero a las 19:30 en el Auditorio Nelson Mandela de Casa ?frica. ISABEL MU?OZ