8 fotosSiete viajes raros para quienes huyen del 'resort' con pulsera?Por qu¨¦ bucear en aguas tranquilas cuando puede hacerlo rodeado de medusas? Friquis (y a mucha honra) 11 mar 2016 - 10:16CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAlgunos dedican sus d¨ªas de vacaciones a tostarse en una tumbona o recorrer avenidas comerciales. Hay gente para todo. En cambio, la ¡°persona que practica desmesurada y obsesivamente una afici¨®n¡± ¡ªa quien la Real Academia Espa?ola (RAE) endosa la denominaci¨®n de friki, del ingl¨¦s 'freaky', para definir al raro, exc¨¦ntrico¡ª prefiere aprovechar su tiempo de ocio para visitar lugares que enriquezcan su peculiar universo. Y mientras la mayor¨ªa viaja para desconectar, ¨¦l lo hace para enchufarse m¨¢s intensamente a sus pasiones, ya sean los f¨®siles, ordenadores o una trilog¨ªa de cine fant¨¢stico. Tambi¨¦n hay destinos que, por s¨ª mismos, son indiscutiblemente raritos; parajes chocantes que seducir¨¢n al viajero que busca lo estramb¨®tico. Escenarios que exigen una debida prueba fotogr¨¢fica: de lo contrario, a su regreso nadie creer¨¢ que ha estado all¨ª.Animales prehist¨®ricos: ?por qu¨¦ conformarse con comprarlos en miniatura cuando uno puede ver restos aut¨¦nticos a montones en una agradable ruta panor¨¢mica entre desfiladeros? En este enclave des¨¦rtico, compartido por los Estados de Utah y Colorado, camparon a sus anchas hace 150 millones de a?os; hoy, sus huellas en la tierra constituyen un paseo de la fama del Jur¨¢sico, y sus f¨®siles lucen incrustados en rocas y expuestos en los diferentes museos que salpican este recorrido circular de casi 800 kil¨®metros conocido como Dinosaur diamond (diamante de los dinosaurios). Se recomienda realizar la visita en primavera u oto?o: en verano el calor es asfixiante, y con lluvia y nieve algunos tramos sin asfaltar quedan intransitables. Llevar un trineo o una tabla para visitar un cr¨¢ter puede parecer incongruente; pero es de rigor si el volc¨¢n se llama Cerro Negro, en la provincia nicarag¨¹ense de Le¨®n, conocida sobre todo por sus iglesias y, s¨ª, por sus volcanes. No se trata de una actividad clandestina: est¨¢ muy bien organizada por las agencias de viaje locales que le proveer¨¢n de una tabla de madera, unas gafas de seguridad, un mono para que no termine rebozado en ceniza y unas r¨¢pidas instrucciones. Aseguran que pueden alcanzarse los 95 kil¨®metros por hora. El descenso, que dura solo unos segundos, se hace por uno de los cr¨¢teres inactivos, as¨ª que no hay riesgo de salir chamuscado. Eso s¨ª, si quiere repetir deber¨¢ afrontar el duro remonte a pie: aqu¨ª no hay telesilla. Aquellos que hacen cola cada vez que se pone a la venta un nuevo cacharro electr¨®nico disfrutar¨¢n como ni?os realizando un peregrinaje por este valle que en realidad se llama Santa Clara, y que est¨¢ en la orilla sur de la bah¨ªa de San Francisco, en California. Tras la burbuja inform¨¢tica de los a?os noventa, muchas empresas del ramo se establecieron ah¨ª. El periplo mit¨®mano debe pasar por Googleplex (las ajardinadas instalaciones de Google), donde podr¨¢ contemplar a sus privilegiados empleados pedaleando a bordo de bicicletas de colores, y por el Museo de Intel donde se descubre c¨®mo se gest¨® una de las empresas con m¨¢s ¨¦xito del mundo. Los selfies con los logos de las m¨ªticas compa?¨ªas de fondo resultan obligados. Ya que estamos aqu¨ª, tampoco conviene perderse otros lugares que, aunque no sean tan frikis como los anteriores, dan mucho de s¨ª: el Museo de Historia del Ordenador, la Universidad de Stanford (plagada de esculturas de Rodin) y dos garajes: el de Palo Alto, en el que Bill Hewlett y David Packard montaron su empresa all¨¢ por la d¨¦cada de los a?os treinta, y el de Los Altos, donde Steve Jobs cre¨® la m¨ªtica Apple hace menos tiempo.Si hay algo que mantiene alejado a un ba?ista del agua es una plaga de medusas. Por eso, esta laguna localizada en una isla de la Rep¨²blica de Palaos es tan rara. Resulta que hace miles de a?os la laguna estaba unida al mar, pero con el tiempo se cerr¨®, dejando una nutrida poblaci¨®n de medusas end¨¦micas encerradas en esta gran charca de verdosa agua salada. Su asombrosa capacidad para reproducirse ha convertido el lago en una maravilla ¨²nica, que atrae hasta este inh¨®spito rinc¨®n del Pac¨ªfico ¡ªal lado de Filipinas¡ª a turistas de todo el mundo dispuestos a practicar snorkelling (buceo a ras de agua) con tan excepcional compa?¨ªa. En parte, porque estas medusas doradas no hacen ning¨²n da?o a los humanos. Son inofensivas. ?No le plantan a uno un collar de flores cuando llega a Haw¨¢i o le pintan un c¨ªrculo rojo en la frente en cuanto pisa ciertas regiones de India? Pues en esta encantadora isla del archipi¨¦lago de Izu, al sur de la pen¨ªnsula, lo primero que recibe el visitante es una m¨¢scara de gas. Se debe al di¨®xido de azufre que permanentemente flota en el aire procedente del volc¨¢n Oyama. Tras su ¨²ltima erupci¨®n, en julio de 2000, el gobierno japon¨¦s orden¨® la evacuaci¨®n de sus 3.600 habitantes, pero cinco a?os despu¨¦s, en vista de que disminu¨ªa su actividad, muchos regresaron. Las autoridades levantaron la veda, aunque exigieron que todos tuvieran siempre a mano una m¨¢scara protectora por si acaso. Un folleto tur¨ªstico advierte: ¡°En caso de que sufra un ataque de tos o perciba malos olores, p¨®ngase la m¨¢scara inmediatamente¡±. Por lo dem¨¢s, es un lugar precioso para contemplar aves y fauna marina. El desolador Parque Nacional de Joshua Tree, una vasta llanura de pedruscos y cactus a tres horas en coche de Los ?ngeles, atrae desde hace d¨¦cadas a exc¨¦ntricos de la zona (y a otros venidos de lejos) que juran que es el mejor lugar para avistar ovnis. Uno de los asiduos era Gram Parsons, oscuro m¨²sico de country-rock, quien de hecho muri¨® all¨ª en 1973 a los 26 a?os (no de un ataque extraterrestre, sino de sobredosis). Algunos afirman que el parque alberga una base alien¨ªgena que todav¨ªa nadie ha encontrado. Lo m¨¢s parecido es el cercano Integratron, un incongruente edificio en forma de igl¨², supuesto centro de investigaci¨®n ¡°sobre el rejuvenecimiento, la antigravedad y los viajes en el tiempo¡±. Fue construido por George Van Tassel, un uf¨®logo, siguiendo ¡°las directrices telep¨¢ticas de extraterrestres¡±, seg¨²n su web. En junio, Joshua Tree acoge Contacto en el Desierto, un congreso anual para entusiastas de lo oculto.Los escenarios reales siempre han tenido un magnetismo irresistible para fan¨¢ticos de pel¨ªculas, series, discos y libros. La aldea en la que se rodaron muchas escenas de 'El se?or de los Anillos' (2001) y sus secuelas es, de hecho, una de las atracciones tur¨ªsticas m¨¢s visitadas de Nueva Zelanda. Ubicada en la regi¨®n de Matamata, en el norte del pa¨ªs del kiwi, se trata de un exuberante prado, propiedad de una familia de ganaderos, decorado a instancias del director Peter Jackson. Hasta el ej¨¦rcito local particip¨® en el trazado de senderos y construcci¨®n de las caracter¨ªsticas casuchas de los 'hobbit' integradas en las laderas, que conservan su aspecto original para deleite de los seguidores de la saga. En la cinematogr¨¢fica taberna Green Dragon podr¨¢ tomarse una cerveza.