Impulso antifraude

La Agencia Tributaria ha presentado unos resultados de la lucha contra el fraude fiscal en 2015 que suponen una mejora espectacular sobre las cuentas del a?o anterior: 15.600 millones aflorados, el 27% m¨¢s que en 2014. La interpretaci¨®n oficial atribuye esta mejora al plan de incentivos concedido a los funcionarios de la Agencia, que supuestamente habr¨ªa estimulado la productividad de los investigadores fiscales. De acuerdo con el informe de la Agencia Tributaria, las actas abiertas por los inspectores han aumentado el 43%, lo cual respaldar¨ªa la tesis de la efectividad de los incentivos.

El brillante informe contra el fraude debe ser matizado e interpretado con otros datos de la realidad, alguno de ellos reconocido por el propio responsable de la Agencia. En septiembre, Santiago Men¨¦ndez asegur¨® que el dinero descubierto en 2015 rondar¨ªa los 13.000 millones. Si se ha llegado a 15.000 millones es porque, gracias a actuaciones excepcionales (el propio Men¨¦ndez sugiri¨® que dif¨ªcilmente volver¨¢n a repetirse), se han devuelto 2.700 millones menos de la cantidad inicialmente prevista a contribuyentes con derecho a devoluci¨®n. Deber¨ªa precisarse cu¨¢ntas de esas actuaciones excepcionales responden a la presunci¨®n de fraude fiscal (no todas tienen por qu¨¦ serlo) y qu¨¦ porcentaje de esos 2.700 millones ¡°no volver¨¢ a repetirse¡± en el futuro, para valorar el car¨¢cter ¡°hist¨®rico¡± de la pol¨ªtica antifraude en 2015.

Hay otros elementos pol¨ªticos que influyen adem¨¢s en el informe de la Agencia. En el ¨²ltimo ejercicio del mandato de Rodr¨ªguez Zapatero, la Agencia present¨® tambi¨¦n unos resultados brillantes de bases imponibles ocultas descubiertas por la inspecci¨®n; pero el Gobierno entrante rectific¨® considerablemente a la baja las cuentas del equipo de Elena Salgado.

Son razones suficientes para deflactar la euforia del calificativo ¡°hist¨®ricos¡± aplicado al balance de la Agencia en 2015. La lucha contra el fraude, en t¨¦rminos generales, no avanza al mismo ritmo que aumenta el fraude fiscal. A pesar del dinero descubierto oficialmente a?o tras a?o, a pesar de los discursos optimistas de la Agencia, lo cierto es que en torno al 80% del fraude fiscal no se descubre; y este porcentaje es m¨¢s o menos el mismo en los ¨²ltimos 10 a?os. Hacienda tiene 50.000 millones pendientes de cobro correspondientes a la evasi¨®n que descubre, pero que finalmente no percibe.

Para dar credibilidad a la lucha contra el fraude no solo hay que dedicar m¨¢s recursos (incentivos) y funcionarios a la persecuci¨®n del dinero oculto; tambi¨¦n hay que cobrarlo. E informar a los ciudadanos con precisi¨®n y objetividad. Por ejemplo, los contribuyentes tienen derecho a saber, adem¨¢s de los grandes resultados, que sistem¨¢ticamente son mejores que el a?o anterior, cu¨¢l es la deuda media descubierta en las actas, cu¨¢l es la evoluci¨®n de los delitos fiscales denunciados (probablemente, cada vez menos) o cu¨¢l es efectivamente la deuda cobrada en relaci¨®n con el fraude descubierto, en total y en periodo ejecutivo. Solo con unas cuentas matizadas y exhaustivas puede hacerse el contribuyente una idea exacta de los esfuerzos contra el fraude fiscal, alejada tanto de la euforia como de la depresi¨®n.