Secesionismo y polic¨ªa
Una declaraci¨®n de independencia no pasa de ser una ficci¨®n si no lo apoya un cuerpo de polic¨ªa propio. La inc¨®gnita es qu¨¦ har¨¢n los Mossos d'Esquadra en el caso de que el Gobierno catal¨¢n lleve su proyecto hasta el final
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Los estrategas del independentismo saben que no existe ning¨²n Estado sin polic¨ªa. Que una declaraci¨®n de independencia sin contar con un cuerpo de polic¨ªa propio no pasar¨ªa de ser una ficci¨®n pol¨ªtica que se esfumar¨ªa en gestos y palabras. Por eso la creaci¨®n de polic¨ªas auton¨®micas fue uno de sus grandes logros en el largo camino hacia la independencia. El otro era el adoctrinamiento de la juventud, seg¨²n aconseja Fichte (el fil¨®sofo de referencia de todo buen nacionalista) en sus Discursos a la naci¨®n alemana. Necesitaban una polic¨ªa propia e independiente para dise?ar la estructura b¨¢sica para la creaci¨®n del nuevo Estado y la Constituci¨®n abri¨® esa posibilidad quiz¨¢s porque las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas pensaban que el policial era un tema menor. Craso error.
Con la presencia de los nuevos cuerpos de polic¨ªa formando parte de la imagen social de cada d¨ªa en ciudades y pueblos, el ciudadano vasco y catal¨¢n empezaba a recibir un mensaje muy expl¨ªcito: que su seguridad ya no era cosa del Estado sino de sus Gobiernos comunitarios. Inicialmente se trataba de hacer visibles los nuevos uniformes e invisibles a la Guardia Civil y Polic¨ªa Nacional que se retiraban a sus cuarteles de invierno; luego, m¨¢s adelante, ya vendr¨ªa otro tipo de ocupaci¨®n; la de las competencias en materia de seguridad como se lee en la exposici¨®n de motivos de la Ley de la Polic¨ªa de la Generalitat: ¡°El perfeccionamiento que la presente ley supondr¨¢ no puede ser considerado el ¨²ltimo y definitivo paso¡±. Aparecieron as¨ª dos nuevos cuerpos de polic¨ªa (que se autocalifican en sus respectivas leyes como polic¨ªa integral), independientes, fuera del control del Gobierno de la naci¨®n y competentes en pr¨¢cticamente todo el campo de la seguridad, dando lugar a un modelo y un mapa policial ins¨®lito en el mundo; un modelo que ning¨²n pa¨ªs va a sentir nunca la tentaci¨®n de copiarnos. (La excepci¨®n es EE UU, que lleva a?os tratando de paliar los inconvenientes de su sistema con la creaci¨®n de m¨²ltiples agencias federales hasta desembocar en la creaci¨®n del Ministerio del Interior, el DHS).
En ning¨²n otro territorio Polic¨ªa y Guardia Civil gozan de un apoyo como en Catalu?a
Pero ?exist¨ªa una demanda social?, ?se hizo para lograr una mayor eficacia? Cuatro a?os como jefe superior de Polic¨ªa de Catalu?a y ocho como subdirector general operativo en la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa me autorizan a afirmar que en ning¨²n otro territorio de Espa?a tanto la Guardia Civil como la Polic¨ªa cuentan con un apoyo y un reconocimiento tan expreso como en Catalu?a. ?C¨®mo se pretend¨ªa intentar sustituir en Catalu?a a la Polic¨ªa Nacional que dos a?os antes hab¨ªa firmado y ejecutado el mejor proyecto de seguridad de todos los Juegos Ol¨ªmpicos de la historia, seg¨²n reconocer¨ªa el propio COI? Me permito recordar que la edici¨®n de La Vanguardia del 11 de agosto public¨® una encuesta cuyo titular, en la portada del peri¨®dico, afirmaba que ¡°los catalanes dan a la seguridad la nota m¨¢s alta¡± y un editorial que titulaba ¡°una impecable seguridad¡±... En el Pa¨ªs Vasco no se daba esa integraci¨®n social porque eran a?os en los que la opini¨®n p¨²blica estaba contaminada por un discurso de apoyo a los terroristas y a los grupos radicales, pero es necesario recordar que durante muchos a?os los ¨²nicos combatientes contra los terroristas, los ¨²nicos que imped¨ªan que los terroristas se apoderaran de la sociedad vasca, fueron la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional. ?Alguien duda de que el camino que los terroristas trazaron para conseguir desestabilizar al Estado pasaba precisamente por provocar la rebeli¨®n entre los cuerpos de seguridad y de que fueron ellos precisamente los que aguantaron estoicamente aquella soledad y aquella incomprensi¨®n como servidores del Estado? No hab¨ªa pues ninguna raz¨®n moral ni t¨¦cnica para apartar y menos a¨²n para sustituir a estos cuerpos de tan alta profesionalidad. Pero se crearon. Pero si esta situaci¨®n es contraria a cualquier elemental idea de lo que es la seguridad p¨²blica, el panorama podr¨ªa llegar al esperpento si cada una de las comunidades aut¨®nomas incluyera en sus estatutos (la CE lo permite) la creaci¨®n de un cuerpo policial propio. Con ese panorama ?qu¨¦ quedar¨ªa del Estado, del poder del Estado? Hannah Arendt (Sobre la violencia), al hablar de la existencia y equilibrio de la pluralidad de poderes (se est¨¢ refiriendo a Estados Unidos), dice que esa pluralidad hace que ¡°el poder pierda su garra y se torne ineficaz¡±. Pero si ese equilibrio y pluralidad de poderes lo es en el ¨¢mbito de la seguridad p¨²blica la ineficacia del poder es a¨²n m¨¢s grave porque estamos hablando de la funci¨®n esencial del Estado; aquella a la que Spinoza califica en su Tratado Pol¨ªtico como ¡°la virtud del Estado: la seguridad¡±; la funci¨®n que ning¨²n Estado puede transferir. Los Estados conf¨ªan su seguridad exterior a las Fuerzas Armadas y su seguridad interior a los Cuerpos de Seguridad, y si intransferibles son las competencias en seguridad exterior, lo son igualmente las que se refieren a la seguridad interior del Estado. La Constituci¨®n apunta en ese sentido cuando afirma que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (advi¨¦rtase que solo dice Seguridad, no Seguridad del Estado) dependen del Gobierno (art¨ªculo 104) y cuando se atribuye como competencia exclusiva la de la seguridad p¨²blica (art¨ªculo 149).
No hab¨ªa ninguna raz¨®n moral ni ¨¦tica para apartar a los Cuerpos de Seguridad del Estado
El Gobierno de Catalu?a ha llegado, al parecer, en su camino hacia la declaraci¨®n de independencia a un punto de no retorno. La situaci¨®n se ha contemplado y analizado desde muchos puntos de vista, pero creo que no se ha tratado desde una perspectiva policial. Ya sea la opci¨®n independentista espont¨¢nea o inducida, sea hist¨®rica o de ¨²ltima hora, masiva o de clanes para su propia supervivencia, en todo caso para la Polic¨ªa, para cualquier polic¨ªa, es ilegal. Por deformaci¨®n profesional, no puedo evitar preguntarme qu¨¦ ¨®rdenes dar¨¢ el Consejero de Gobernaci¨®n a la Polic¨ªa de la Generalitat ante los inevitables actos ilegales que se producir¨¢n en ese proceso.
?Prevalecer¨¢ el juramento de cumplir y hacer cumplir la Constituci¨®n o tratar¨¢ de imponer el criterio pol¨ªtico? ?Se ordenar¨¢ a los Mossos d¡¯Esquadra que act¨²en en defensa del Estado o se les recordar¨¢ que como Polic¨ªa de la Generalitat son parte ¡°decisiva en el proceso de reconstrucci¨®n de la identidad nacional de Catalu?a¡± y una ¡°polic¨ªa enraizada en la cultura del pueblo del que nace, al que pertenece y al que sirve¡±, seg¨²n se lee en la exposici¨®n de motivos de la Ley de la Polic¨ªa de la Generalitat, para que act¨²en a las ¨®rdenes del Gobierno catal¨¢n? Me temo que el conflicto no es pura elucubraci¨®n.
Agust¨ªn Linares Molina fue subdirector general operativo de la DGP entre 1987 y 1994.
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