Alicia Vikander, la actriz poli¨¦drica
Con su primer Oscar en la mano, sabe que para una extranjera en Hollywood no hay suerte que valga
Alicia Vikander (Gotemburgo, 1988) solo puede pensar en una cosa: bailar. Celebrar su victoria bailando, dejarse mecer por ese momento de felicidad que le da el Oscar que acuna en sus brazos. "Espero que me den un respiro para salir, juntarme con los m¨ªos, tomarme una copa de vino y bailar", aseguraba henchida de felicidad la noche del pasado domingo, sin asimilar lo que le acaba de ocurrir. Se encontr¨® secuestrada junto al resto de los galardonados en las traseras del teatro Dolby: fotos, entrevistas, Instagram, la green room... en un momento en el que solo quer¨ªa desmelenarse con ese modelo amarillo de Louis Vuitton que luci¨® en la ceremonia. "Es m¨¢s corto por delante, as¨ª puedo dar saltos de alegr¨ªa", a?adi¨® con los pies en la tierra y las manos en ese Oscar a la mejor actriz de reparto que acababa de recibir por La chica danesa.
Deber¨ªa de estar acostumbrada, despu¨¦s de meses de pr¨¢ctica. En los Globos de Oro, las nominaciones le llovieron hasta por partida doble: por interpretar a la esposa de la primera persona conocida que se someti¨® a una operaci¨®n de cambio de sexo y por hacer de la mujer perfecta, ese androide con deseos humanos al que dio cuerpo en Ex Machina. Pero da igual cuantas alfombras rojas haya pisado esta actriz sueca de 27 a?os, cada una es un momento ¨²nico inimaginable hace unos a?os cuando en su pa¨ªs natal e, incluso, en Reino Unido, donde pas¨® una buena temporada compartiendo piso y probando suerte en escuelas de Arte Dram¨¢tico, le dec¨ªan que no serv¨ªa para actuar. "Lo importante es disfrutar. Yo soy una chica de vaqueros que se ha arreglado para unas cuantas bodas pero esto... [se embelesa disfrutando de su vestido], esto es incre¨ªble, una obra de arte. Algo as¨ª saca otro lado de tu personalidad y eso siempre es divertido".
A juzgar por su carrera, son muchas las caras de Vikander. Comenz¨® en el teatro, incluso antes de tener uso de raz¨®n. Hija de una int¨¦rprete sueca, que la dejaba entre bambalinas cuando no ten¨ªa ni?era, primero quiso ser bailarina. Pero le llegaron trabajos como actriz y cambi¨® su sue?o. "Durante a?os me levantaba a las dos de la ma?ana para ver los Oscar por la televisi¨®n", admite de algo no tan lejano pero que ahora parece de otra galaxia. Su irrupci¨®n en la escena de Hollywood es reciente. Se dej¨® sentir en The Royal Affair, tuvo un peque?o papel con el que eclips¨® a todos en la ¨²ltima adaptaci¨®n de Ana Karenina y luego vinieron de golpe siete pel¨ªculas con mayor (La chica danesa) o menor (El s¨¦ptimo hijo) fortuna, con la que se est¨¢ construyendo una carrera expr¨¦s. Como dijo con total honestidad al recoger el Oscar, no estar¨ªa donde est¨¢ de no ser por "su equipo so?ado" de agentes y representantes a los que dio las gracias: "A Laura (Munsterhjelm), Angharad (Wood) y Theresa (Peters)". Alicia Vikander es consciente de que en Hollywood no hay suerte que valga, hay que saber jugar las cartas que le tocan a cada uno, aunque tener talento tambi¨¦n ayuda.
Hay m¨¢s agradecimientos en su discurso. "A mi madre y mi padre. Gracias por hacerme creer que todo era posible aunque nunca habr¨ªa pensado en nada as¨ª", confes¨® ante los casi 3.000 asistentes y los millones de espectadores que siguieron la ceremonia. En p¨²blico o en privado, sabe estar pendiente de los suyos. En los Globos de Oro se las apa?¨® para comprar entradas extra sentando en la misma mesa, la de los Vikander, a sus padres, separados desde que ella ten¨ªa meses, y a la esposa de su padre, mientras que en la suya, la de los nominados, su algo m¨¢s que amigo Michael Fassbender ¡ªtambi¨¦n nominado¡ª le cedi¨® la entrada de su acompa?ante para que pudieran asistir sus dos mejores amigas.
"Cuando dijeron mi nombre no recuerdo nada m¨¢s que la mano de mi madre", dice sobre su momento culmen en los Oscar. Ese primer beso que le plant¨® a Fassbender no lo menciona. Es muy reservada con su vida. La pareja se conoci¨® durante el rodaje de The Light Between Oceans y, entre rumores de ahora s¨ª ahora no, siguen juntos. "En mi tierra, nunca pens¨¦ que nada as¨ª podr¨ªa ocurrirme. Trabajar en ingl¨¦s. Que le dieran trabajo a una extranjera como yo", sigue sin cre¨¦rselo.
No tiene tiempo para asimilarlo. Su ¨²nico deseo es seguir trabajando y su pr¨®xima parada es Tenerife, para concluir el rodaje de Jason Bourne, de Paul Greengrass. Pendientes de estreno est¨¢n la cinta que ha hecho con Fassbender y Tulip Fever, de Chadwick. "Me preocupa que el p¨²blico se canse con tantas pel¨ªculas m¨ªas, que haya una saturaci¨®n", coment¨® antes de la gala. Dudas que el Oscar, seguro, ha borrado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.