Nadie lo sabe
No lo anuncian en su camiseta, pero son feministas. Sue?an con un mundo m¨¢s justo, honesto y feliz para todos. Bailan, luchan¡ y buscan c¨®mplices
Un insospechado d¨ªa, el hombre con el que sal¨ªa a bailar me mir¨® con adem¨¢n perspicaz y me espet¨®: ¡°T¨² disimulas muy bien, pero eres feminista¡±. Yo acababa de regresar de Reino Unido y me sent¨ªa como una antrop¨®loga atrapada en un shock cultural al reverso. La asombrosa afirmaci¨®n encerraba dos extra?as claves secretas: que mi aspecto f¨ªsico y mi personalidad suger¨ªan deliberadamente una impresi¨®n equivocada, y que una pelirroja sexy bailando desinhibida no puede creer en la igualdad de derechos.
Cont¨¦ esta risible an¨¦cdota a una pareja de amigos y, para mi sorpresa, me aconsejaron ocultar mi doctorado y mi profesi¨®n si no quer¨ªa espantar a los hombres. Me entristec¨ª tanto que me propuse demostrar emp¨ªricamente que se equivocaban. Cuando en fiestas nocturnas me preguntaban por mi trabajo, dec¨ªa la verdad: soy docente en Teor¨ªa de g¨¦nero e investigadora en Sociolog¨ªa cultural; estudio la intersecci¨®n entre los principales ejes de desigualdad social: g¨¦nero, clase y etnia, y su representaci¨®n visual medi¨¢tica. Lo dec¨ªa como de pasada, sin darle mucha importancia, sonrientes mis labios pintados, provocadores la minifalda y los tacones. Luego, observaba divertida sus reacciones de incredulidad.
La situaci¨®n era tan tragic¨®mica, que saqu¨¦ del armario a Dr Soley, mi alter ego perform¨¢tico, y convenc¨ª al colectivo art¨ªstico Les Salonni¨¨res para que fueran mis secuaces en una acci¨®n urbana de exhibicionismo artivista. Vestidas de negro, labios fucsias, gafas oscuras, barrio cool, nos abr¨ªamos las gabardinas en pleno d¨ªa para exponer el lema de nuestra camiseta: ¡°Nobody knows I¡¯m a feminist¡± (Nadie sabe que soy feminista). Misteriosas, sospechosas y autoir¨®nicas, recibimos insultos, halagos, incitaciones a la desnudez y adhesiones de simpat¨ªa. Un par de hombres hechos y derechos se asustaron de nosotras y huyeron por un callej¨®n. Casi nos da la risa. Actualmente, la acci¨®n forma parte del archivo internacional de performances art¨ªsticas Re.Act.Feminism (Berl¨ªn), etiquetada como colectividad, feminidad, risa, participaci¨®n, placer, ritual. Goce y compromiso. ?Qu¨¦ m¨¢s quieren?
Tengan cuidado estos d¨ªas. Se acerca el 8 de marzo. No se f¨ªen. Las vengo observando en congresos, manifestaciones y discotecas. Se ocultan tras diversos estilos sartoriales; pueden ser hombres, mujeres, o todo lo contrario. Tras su inocente apariencia de normalidad, son personas que creen en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres: igual paga, igual representaci¨®n, igual consideraci¨®n. No lo anuncian en su camiseta, pero son feministas. Sue?an con un mundo m¨¢s justo, honesto y feliz para todos. Bailan, luchan¡ y buscan c¨®mplices.
Twitter: @patriciasoley
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