En el taller de Umberto Eco

Si hay un libro que muestra m¨¢s que ning¨²n otro la manera de trabajar, las pautas intelectuales del recientemente fallecido semi¨®logo y novelista es, sin duda, el m¨¢s humilde de todos, Como se hace una tesis, publicado en la ya lejana fecha de 1977 y conocido casi ¨²nicamente en el ¨¢mbito universitario. Se ocupaba en ¨¦l de proporcionar las pautas metodol¨®gicas para que cualquier estudiante, aun en las m¨¢s dif¨ªciles circunstancias, pudiera llevar a cabo la tesis de laurea que exig¨ªa el sistema universitario italiano. Aunque no proporciona ning¨²n dato, se puede suponer una preocupaci¨®n ¨ªntima, una inquietud por ayudar en una universidad de masas a un gran n¨²mero de estudiantes que por una mediocre formaci¨®n previa, y sin medios econ¨®micos para suplir esas carencias, no son capaces de enfrentarse con garant¨ªas a una investigaci¨®n. Puede traslucirse, incluso, c¨®mo ve la oportunidad de utilizar ese ejercicio obligatorio de la tesis para que esos alumnos desencantados de la universidad de masas italiana, en un periodo de contestaci¨®n universitaria, descubran que el estudio es algo m¨¢s que una cosecha de nociones, que puede ser la ocasi¨®n para una elaboraci¨®n cr¨ªtica de una experiencia y la adquisici¨®n de la capacidad de localizar problemas, enfrentarlos con m¨¦todo riguroso y exponerlos adecuadamente.

El Umberto Eco que escribe este libro es el acad¨¦mico reconocido que ha publicado ya sus obras m¨¢s importantes. Resulta obvio que, dada su naturaleza, bien limitada, no pretend¨ªa alcanzar con ¨¦l una mayor notoriedad o el ¨¦xito de p¨²blico. Cuando en la introducci¨®n alude, por contraste, a las condiciones ideales que disfrutan los estudiantes de las prestigiosas universidades anglosajonas (Oxford, Cambridge, etc.), con un profesor a su servicio como tutor, se puede percibir el prop¨®sito de ayudar a los estudiantes no solo para encaminarlos en la tarea de resolver la exigencia de la tesis de laurea sino tambi¨¦n para poner a su alcance, gracias a su experiencia personal, los h¨¢bitos intelectuales que una deficiente universidad no ha sido capaz de proporcionarles. Y en esa tarea no escatim¨® esfuerzos. En vez de limitarse a explicar unos procedimientos en base a la experiencia propia, se coloc¨® en la situaci¨®n de un estudiante que viviera en un peque?o pueblo a media hora de viaje de la biblioteca municipal m¨¢s cercana, la de Alessandria, y que no dispusiera de reproducciones o de acceso a bibliotecas universitarias de mayores dimensiones. As¨ª que ¨¦l mismo se desplaz¨® varios d¨ªas a la biblioteca de Alessandria y realiz¨® todas las b¨²squedas que deber¨ªa hacer ese estudiante sobre un tema que utiliza como ejemplo para comprobar qu¨¦ posibilidades tendr¨ªa ese estudiante y c¨®mo deber¨ªa organizar ese material. Para hacer recomendaciones realistas, experiment¨® por s¨ª mismo la situaci¨®n del muchacho que vive en un pueblo, no tiene libros ni la supervisi¨®n de un profesor, no sabe por d¨®nde empezar cuando llega a una biblioteca de provincias poco dotada y, al cabo de unos pocos d¨ªas, ha conseguido un buen n¨²mero de ideas y de valiosa informaci¨®n.

Para hacer recomendaciones realistas, experiment¨® por s¨ª mismo la situaci¨®n del muchacho que vive en un pueblo

El libro puede ser interpretado como un simple manual con un prop¨®sito muy concreto, puramente acad¨¦mico. En efecto, desempe?a muy bien esa tarea: aun cuando los cambios tecnol¨®gicos producidos desde el momento en el que se escribi¨® han sido enormes y la b¨²squeda y el acceso a la informaci¨®n son ahora radicalmente distintos, las lecciones intelectuales del libro siguen siendo plenamente v¨¢lidas. Cualquiera que pretenda llevar a cabo una tarea investigadora, del nivel que sea, encontrar¨¢ en ¨¦l bien explicado (y documentado con variedad de ejemplos) el enfoque que debe adoptar y las pautas que deber regir su tarea. Pero el libro puede tambi¨¦n ser revelador para hacernos una idea del m¨¦todo de trabajo de Umberto Eco, la raz¨®n de su enorme ¨¦xito tanto con sus ensayos como con sus novelas.

Su experiencia como investigador es la gu¨ªa que rige imperceptiblemente el libro, aun cuando no menciona hasta ya muy avanzado el texto su tesis doctoral, El problema est¨¦tico en Santo Tom¨¢s de Aquino, un trabajo que le dar¨ªa el conocimiento de la ¨¦poca medieval que se refleja en El nombre de la rosa. No pretende ponerse en primer plano, ni tampoco la investigaci¨®n que realiz¨® para su tesis doctoral, m¨¢s que cuando puede servir de ejemplo, incluso negativo. Pero se puede traslucir c¨®mo esa investigaci¨®n minuciosa sobre un tema aparentemente erudito, desconectado del momento, le proporciona las ense?anzas que despu¨¦s pone en pr¨¢ctica en sus libros de ensayo o sus novelas.

Desde el principio fue consciente de que solo pod¨ªa tratar a los fil¨®sofos medievales si lo hac¨ªa con gracia?

Con todo, la mayor lecci¨®n que nos proporciona es la de la humildad, la que se respira a lo largo del libro y, m¨¢s en concreto, la de reconocer que la idea clave de su tesis doctoral fue resultado del tes¨®n que le llev¨® a no despreciar un aburrido estudio del siglo XIX, lleno de carencias, pero que le acabar¨ªa proporcionando la llave para resolver sus problemas como premio a su lectura paciente y met¨®dica.

Una ficha de su tesis doctoral reproducida en el libro muestra c¨®mo desde el principio fue consciente de que solo pod¨ªa tratar los temas propios de fil¨®sofos medievales si lo hac¨ªa con gracia y desenvoltura. De ah¨ª el consejo que proporciona a sus lectores y que se revela clave para entender su actitud individual: ?trabajad sobre un contempor¨¢neo como si fuera un cl¨¢sico y sobre un cl¨¢sico como si fuera un contempor¨¢neo? (y a?ade: ?os divertir¨¦is m¨¢s y har¨¦is un trabajo m¨¢s serio?). Se trata de una recomendaci¨®n a los estudiantes universitarios implicados en la exigencia de la tesis de laurea, pero podemos ver en ella la pauta que ha guiado sus ensayos y sus novelas. Analiza las cuestiones actuales de comunicaci¨®n o semiolog¨ªa con la misma exigencia que se utiliza para estudiar un cl¨¢sico sobre el que existen multitud de trabajos bien fundamentados (que obligan a no desdecir de ellos) y, del mismo modo, aplica en sus creaciones novel¨ªsticas el conocimiento y el rigor que le ha proporcionado su dedicaci¨®n acad¨¦mica. Por eso sus libros son tan valiosos y tan amenos. En ellos se refleja la precisi¨®n y los conocimientos del estudioso junto con el placer de quien est¨¢ disfrutando al escribirlos.

Emilio Mart¨ªnez Mata es catedr¨¢tico de Literatura Espa?ola en la Universidad de Oviedo y dirige un grupo internacional sobre la interpretaci¨®n del Quijote.